lunes, 24 de abril de 2017

Pasante

Podéis observar que lo que publicamos hoy fue escrito hace la... tira de tiempo. Se quedó ahí y hoy, animado por lo que acabo de escuchar en Es radio CYL Dialecto agrario, y aprovechando que el Arroyo de la Vega pasa por Camporredondo, he decidido largarlo. ¿Por qué lo he decidido? pues hombre porque me ha llamado la atención. Si de garrafa, se deriva garrafón, de botella grande, botellón. y de pistola exagerada, pistolón, entre otros ejemplos,  parece extraño que para saber el aumentativo de linde/ lindero, debamos recurrir a un experto por ser incapaces de deducir que el aumentativo de linde, lindero/a, sea: LINDERÓN. Y claro, no es que no lo sepa el oficinista, el médico, o el doctor en ciencias de no sé qué, sino ni más ni menos que el presidente de la confederación hidrográfica del Duero. Yo imagino que este señor alguna relación debe de tener con el campo, que es donde suelen estar las lindes entre terrenos contiguos. Parece obvio que cuando éstas son extraordinarias, los agricultores, regantes o no, las llamen linderones. O sea, linde amplia normalmente poblada de yerbajos de los que Delibes dice que, si desaparecen, desaparece la caza por falta de refugio. Así que eso, que solo me queda agradecer a "ES radio" su interés en velar por el lenguaje rural. Y ya, aprovechando -esta vez sí- que el Pisuerga pasa por Valladolid, me permito rogarle, con su permiso, y si a bien lo tiene, que el momento en la tarde dedicado al dialecto agrario en un miércoles cualquiera, lo dedique (en lenguaje rural) a la palabra aumentativo de ignorante. Simplemente porque creo que le iría "como anillo al dedo" a todo aquél que no  es capaz de relacionar linde, lindero/a, lindazo... con linderón.

24 de abril de 2017



La palabra que a continuación trataremos, no es una mejora incluida en el “Diccionario del castellano rural en la narrativa de Miguel Delibes, editado por ediciones Cinca. Porque ahora lo que encontramos es una palabra añadida a las publicadas en el anterior diccionario editado por Fundación instituto castellano y leonés de la lengua y a Cátedra Miguel Delibes: Pasante.

Esta vez el que se mete en camisas de once varas, una vez más, soy yo. Pero allá voy, cuesta abajo, y con la galga del carro intercadente, cuando no totalmente marrotada.

Leo en el “diccionario”:

pasante
CH p. 70
Todos los pozos son pasantes, todos, o sea, se comunican unos con otros.
Pasante. (Del ant. part. Act. de pasar)
1. adj. Que pasa. Apl. a pers., u. t. c. s.

Hasta aquí lo que dicen Miguel Delibes y el DRAE.

Desde aquí lo que dice el “experto en Delibes.

Pasante: que se comunican entre sí, como dice el texto. El DRAE solo lo admite para personas aunque en Delibes también lo encontramos para unos pozos. (Investigación de campo)

No, no, no; éste no es mi campo, ya lo sé. Pero también tengo derecho a aprender de aquéllos que saben más.

Me ha llamado la atención:“El DRAE solo lo admite para personas aunque en Delibes también lo encontramos para unos pozos. (Investigación de campo)”, y por eso intento decir lo que yo he entendido: el DRAE, en su primera parte dice, “adj. Que pasa”. A continuación sigue diciendo, “Aplicado a personas., u. t. c. s (usado también como sustantivo”).

¿Qué he entendido yo? pues que cuando es aplicado a personas es usado, también, como sustantivo. Por tanto el DRAE lo admite en todos los casos, y Delibes lo usa como adjetivo. O sea: los pozos son pasantes, aunque ya sé que los pozos no pasan, sino que es el agua el que va y viene de unos a otros. (Vasos comunicantes, sólo que muy exagerados).

¿No he entendido nada? Pues perdón; espero que algún experto, doctor o no, me lo explique.


Camporredondo, 23 de octubre de 2015.


lunes, 17 de abril de 2017

Liga

Es radio CYL Es el campo, Dialecto agrario (12-4-2017)

A la pregunta de la presentadora...
"Jorge ¿qué significa liga?, buenas tardes". Responde el “experto”:

Muy buenas tardes. En un libro de Miguel Delibes llamado “Viejas historias de Castilla la Vieja” el protagonista se queja de que, al ir a estudiar a la capital, el hecho de ser de pueblo se le hacía una desgracia ante sus compañeros de clase, y no podía explicar cómo se cazan gorriones con cepo o colorines con liga, porque sus compañeros le menospreciaban y se reían de él. ¿Qué es la liga? La liga es un junco o un palito estrecho, de unos cincuenta centímetros, al que se enrolla una goma que tiene efecto adhesivo. Las ligas se ponían, antiguamente, junto a los montones de grano, o los bebederos, así, cuando los pájaros iban a comer, o beber, se quedaban pegados a ellos. Claro y ¿para qué esta caza de pájaros en los pueblos?, pues cuantos menos pajaritos hubiera, menos granos de cereal se iban a comer. Observen -si alguien no lo ha visto- este próximo verano por ejemplo, a los gorriones picoteando en los montones de cereal de las eras de cualquier pueblo. Y, si no han visto alguna liga de éstas, pues pregunten a la gente mayor que, en general, casi todos ellos sí que las conocían.

Y en el glosario de Cátedra Miguel Delibes (copiar y pegar) también opina el “experto”:

Liga
VHCV p. 12
El Topo, el profesor de Aritmética y Geometría, me dijo una tarde en que yo no acertaba a demostrar que los ángulos de un triángulo valieran dos rectos. "Siéntate, llevas el pueblo escrito en la cara". Y a partir de entonces, el hecho de ser de pueblo se me hacía una desgracia, y yo no podía explicar cómo se cazan gorriones con cepos o colorines con
liga, ni que los espárragos, junto al arroyo, brotaran más recios echándoles porquería de caballos, porque mis compañeros me menospreciaban y se reían de mí.
liga1.
(De ligar).
1.
f. Cinta o banda de tejido elástico, a veces con hebilla, para asegurar las medias o los calcetines.
2.
f. Venda o faja.
3.
f. Unión o mezcla.
4.
f. Acción y efecto de ligar (alear dos metales, fundiéndolos).
5.
f. Confederación que hacen entre sí los príncipes o Estados para defenderse de sus enemigos o para ofenderlos.
6.
f. Agrupación o concierto de individuos o colectividades humanas con algún designio común.
7.
f. Competición deportiva en que cada uno de los equipos admitidos ha de jugar con todos los de su categoría.
8.
f. Cantidad de cobre que se mezcla con el oro o la plata cuando se bate moneda o se fabrican alhajas.
9.
f. Cuba. Mezcla de hojas de tabaco de diferentes plantaciones con el fin de lograr un producto de mejor calidad.
hacer alguien buena ~ con otra persona.

1.
fr. Convenir con ella por sus condiciones.
hacer alguien mala ~ con otra persona.

1.
fr. No convenir con ella por sus condiciones.
liga2.
(De or. inc.).
1.
f. muérdago.
2.
f. Masa hecha con zumo del muérdago para cazar pájaros.
Liga:
Junco o palito estrecho de unos 50 cm., al que se enrolla una goma que tiene efecto adhesivo. Las ligas las ponían al lado del grano o en los bebederos. Así, cuando los pájaros iban a comer, o beber, se quedaban pegados a ellas. Esto se hacía para que no se comieran el grano. En verano, en cualquiera de estos pueblos, se puede ver a los pájaros en las eras comiendo encima de los montones de cereal. (Investigación de campo)
LSI p. 12
(...) le obsequiaba, a falta de bocado más exquisito, con una picaza, o una ratera, o media docena de gorriones atrapados con
liga
en la charca,

Bueno, pues todo este repertorio -que por cierto es lo que recoge el DRAE en su vigésima segunda edición- para ilustrarnos sobre algo que el "experto" desconoce y que, según parece, o no ha investigado o, una vez más, le ha fallado su "investigación de campo". La primera parte es la charla que nos largó en la emisora “Es Radio CYL programa El campo, dialecto agrario” (12 de abril de 2017). La segunda parte -para ser fiel al texto- he querido darle a copiar y pegar en Cátedra Miguel Delibes, que es lo mismo, o parecido, a lo publicado en sus libritos sobre el castellano rural en la narrativa de Miguel Delibes.

Cuando digo que el "experto" desconoce, me apoyo en que si lo hubiera conocido habría copiado la acepción nº 2 -liga² (de or inc)- del DRAE y habría quedado como un señor. Pero no, quería dejar su impronta y la cag... pifió.

Me parece que -como él dice- para las personas mayores (de pueblo) poco o nada tengo que decir (de sobra saben ellos lo que es la liga), pero para los desinformados -jóvenes, o no tanto- por expertos que no lo son, algo debo decir, poco, pero algo me veo obligado a decir:

No, la liga no es un junco, tampoco es un palito de 50 centímetros ni nada que se le parezca. La liga es, ni más, ni menos, que un pegamento que se obtenía a partir del fruto del almuérzago (muérdago en otra parte y en el DLE).

Seguramente hoy -si es que alguien caza pájaros con liga- encontrará pegamentos en el mercado tan eficaces como la liga hecha con las bayas del muérdago. Pero en aquel tiempo había que ingeniárselas como mejor se pudiera. No sería difícil explicar el procedimiento para la obtención de la liga, pero es algo que no voy a hacer, porque siempre me pareció cruel esta forma de cazar pájaros, y ahora no lo es menos. Nunca cacé pájaros con liga, entre otras cosas porque, desde mi más tierna infancia tuve mi tiempo ocupado en otros menesteres de los que no formaba parte cazar pájaros con liga. No obstante, sí puedo decir y digo: la liga es una clase de pegamento obtenido de las bayas del almuérzago (muérdago es más corriente, y también se conoce como liga) y, como dicen otros, "punto". El junco, el palito de 50 centímetros, la teja, la piedra, la rama del árbol, la antena del aparato de radio del coche para que no te lo caguen, etc. son el soporte sobre el que depositar la liga para que los pájaros se peguen y no puedan -nunca mejor dicho- despegar.

Y para qué darle más vueltas:

Liga: pegamento que se obtiene (o se obtenía) a partir de las bayas del muérdago y que algunos empleaban para cazar pájaros con… liga.

En este caso tengo hasta el apoyo del Diccionario de la lengua española (DLE), vean:

liga²

De or. inc.
1. f. muérdago.
2. f. Masa hecha con zumo del muérdago para cazar pájaros.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados
¿Algo más que decir? Sí ¿Se cazaban los pájaros para que no se comieran el grano? Es posible que algo hubiera y que, desde hoy, se diga así. Pero, en otro tiempo, se cazaban para comerlos (había hambre, mucha hambre), también para enjaular y vender, sobre todo jilgueros y demás aves canoras. De ahí que los sitios más apropiados, siempre, fueran los bebederos, allí acudían toda clase de pájaros y allí se cazaban… ¿con juncos o palitos? Allí se empleaba la liga y el soporte más adecuado en cada ocasión.

Voy a permitirme indicar otro espacio, en el campo, en el que se cazaban pájaros con liga: cuando nevaba en el pueblo, y por tanto en sus eras, los pájaros se las arreglaban para retirar la nieve allí donde sabían que podía haber algún resto de grano del verano anterior. Bien, pues estos espacios se aprovechaban para colocar la liga sobre el soporte más adecuado, para que cayeran los pájaros y después freírlos en la sartén. No, no era para que no se comieran el grano, era para comer pajaritos fritos (a falta de pan buenas son tortas; a falta de perdices, o faisanes, buenos son -o eran- los pajaritos).

A ver qué os parece: dicen que un día -en el arroyo del Masegar (arroyo muy cangrejero cuando aún traía agua)- se encontraba un doctor cum laude pescando cangrejos. En esto que pasó por allí el paleto del pueblo (yo) y preguntó al culto pescador: ¿qué cebo usas? El doctor, muy sabio él, respondió: pues reteles y arañas. El paleto (yo), extrañado, dijo para sus adentros: ¡qué raros son estos universitarios! y siguió su camino. ¿Sería esto posible?... Entonces ¿por qué el retel y la araña no pueden ser cebo, y el junco y el palito de 50 centímetros sí que pueden ser liga? Bueno pues... ni lo uno, ni lo otro. Para pescar cangrejos el cebo bien puede ser hígado, lombriz de tierra u otros y, para cazar pájaros con liga, condición indispensable es disponer del pegamento que, en este caso, es el obtenido de las bayas del muérdago que no se llama ni junco, ni palito, sino: LIGA.
O sea ¿qué significa liga? Lo define muy bien, un poco más arriba, el DLE.
Lo demás: juncos, palitos, tejas, piedras, ramas, antenas de coche…etc.: son meros soportes de la liga para cazar pájaros.

Esgarabuches. Cepo para cazar pájaros. También se cazaban con liga

Y ahora me permito una licencia añadida: cuando Delibes escribe que Isidoro cazaba gorriones con cepo, yo añadiría: o esgarabuches (ballesta para otros) además de añadir que tanto el gorrión como el colorín se cazaban, indistintamente, con cepo (esgarabuches) o liga (muérdago). Lo que pasa es que el esgarabuches solía ser trampa mortal y la liga no.

Estos dos esgarabuches pertenecen a lo que fue el "Museo de la vida rural La perdiz"

Dicho y escrito en:
Camporredondo, 13 de abril de 2017

martes, 11 de abril de 2017

Lechuguino

“Con pan y vino se anda el camino”. Lo que dice el refranero es bastante cierto; pero yo quiero añadirle algo: si al pan y al vino los animas con un chorizo casero, de pueblo –de aquéllos de 20-22 de pimentón, 20-22 de sal… etc. etc.- como los que embutía la señora Pepa (mi madre), bien curado, de los que llamábamos de la tripa del cagalar -gordos y hermosos-, es posible que usted no ande el camino, sino que se quede dormido haciendo la digestión a la sombra del primer pino que encuentre. ¡Joder qué delicia! Es otro de los manjares que el llamado progreso se ha llevado por delante.

Reivindicación:

Pasemos al lechuguino (pan lechuguino): es el tema que trataremos hoy. Lo que a continuación quiero referir, es la explicación que nos da el maestro panadero (5ª generación) de San Miguel del Arroyo, “Ore”. “Ore” es panadero -hoy jubilado, sigue su hijo- desde su más tierna infancia, 5ª generación de panadero rural. Lo digo por si alguien piensa que hablo desde mi experiencia de pastor o agricultor. Lo que he requerido de mi amigo y panadero “Ore”, es lo que, desde que nací, pude aprender.

Panes hechos para la ocasión, al estilo tradicional, por el maestro panadero "Ore"
en San Miguel del Arroyo (Valladolid).
Nada mejor que una foto de los panes – fabricados a mano por mi amigo y maestro panadero “Ore” en su horno de San Miguel del Arroyo para la ocasión-, en la que podemos apreciar, sin otra posible interpretación, que el pan lechuguino no tiene canteros, sino que una cosa es el lechuguino y otra el pan que -corrientemente se hace- de cuatro, o cinco, cortezones (canteros para otros). Los dos, exquisitos; los dos, de pan candeal -cuando lo había-, pero distintos en su forma. No, no hay lechuguino de cuatro canteros. Hay pan lechuguino y pan de cuatro, o cinco, cortezones (canteros para gente urbanita y académica).

Al pan lechuguino podremos adornarle –porque además se lo merece- con flores, pero dejaría de ser el pan lechuguino castellano para pasar a ser pan lechuguino ornado con flores, que es lo que le pasa al lechuguino que nos presentan los que se ve que han aprendido en otra escuela.

Situémonos: provincia de Valladolid, Tierra de Pinares, zona de San Miguel del Arroyo y Camporredondo. En esta parte de Castilla -panera del hoy desaparecido trigo candeal- el  maestro panadero “Ore”, y sus ancestros, fabricaban –entre otras exquisiteces- el famoso pan lechuguino -sin otros adjetivos- y el de cuatro canteros. Además fabricaban –y fabrican- las famosas tortas de chicharrón y las no menos –en otro tiempo- famosas hogazas, que eran las más familiares.

Y vamos con la variedad de trigo usado para la fabricación de estos dos formatos de pan. Hubo un tiempo –que el progreso se encargó de hacer que pasara a la historia- en que el pan se fabricaba con el trigo candeal –también con el Aragón, aunque era de inferior calidad-. Pero aquellos tiempos pasaron. Sin embargo, el pan lechuguino, el de cuatro canteros, y otros, siguieron fabricándose. La calidad del pan pasó a ser inferior, pero los panes no cambiaron de nombre. Quiero decir que el nombre no se lo da el trigo usado en la fabricación, sino el formato usado (o sea, que si el trigo no es candeal, este tipo de pan seguirá llamándose lechuguino)

Todo lo que digo es porque parece –si me atengo a lo escuchado en radio, o publicado en algunos libros- que el pan lechuguino, y los demás exquisitos panes que se producen en Castilla y León, haya desaparecido con el trigo candeal que, qué duda cabe, fue uno de los mejores trigos para panificar. (¿os acordáis de lechazar?… pues eso).

Además quiero hacer mención a lo que Delibes escribió en aquel tiempo. Escribe Delibes: “(…) con pan y vino se anda el camino” reza el refrán, pero es obvio que si el pan es lechuguino, de cuatro canteros, y el vino de Rueda o Vega Sicilia, (yo añadiría hoy: o Dehesa de los Canónigos) es posible que el camino se haga dos veces y hasta sin sentirlo. (…).

Y ahora, pobre de mí, me meto “en camisas de once varas”: parece -digo yo- que si Delibes se hubiera  referido, sólo, al pan lechuguino, hubiera sido suficiente con decir: “…pero es obvio que si el pan es lechuguino…” pero yo creo que Delibes conoce y valora, también, el de cuatro canteros. 

Entonces yo, burro de mí, lo que interpreto –dado que no hay pan lechuguino de cuatro canteros, y creo que Delibes lo sabe-, que él ha querido decir -o tal vez ha dicho-  que el pan puede ser lechuguino, o de cuatro canteros, con tal de que sea pan de trigo candeal y fabricado en Valladolid.

Y si digo lo que digo, es porque he escuchado lo escuchado: “Es radio CYL, programa Es el campo, dialecto agrario”, (miércoles 5 de abril de 2017).

Entre otras cosas, dice el experto: “…el pan lechuguino, que tanta gente conoce, es el pan de cuatro canteros, pan de trigo candeal, más aplastado. Además de los cuatro canteros, lleva ciertos cortes o dibujos, la gente lo recordará, en el centro. Los dibujos varían según los panaderos, pero antiguamente solían tener forma de flor o de cogollo de lechuga, de ahí lo de lechuguino…”. (Afirmar esto último me parece, cuando menos, un poco arriesgado, o caprichoso…).

Dejando para otra ocasión el posible origen del nombre “lechuguino” (a ver si algún lector se anima a participar) pasamos, brevemente, a comentar si el trigo debe de ser candeal o no. Es evidente que, si condición indispensable para tener un pan lechuguino es elaborarlo con trigo candeal, hace rato que el pan lechuguino habría desaparecido. El trigo candeal, trigo por excelencia en la panificadora, desapareció hace ya algunos decenios: era de mucha calidad, pero de muy bajo rendimiento y el progreso se encargó de sustituirlo por otros que nada, o muy poco, tienen que ver con la categoría panificadora del candeal.

Y nada más por el momento. Si queréis otro día seguimos, pero hoy queremos dejar sentado que el pan lechuguino no tiene cortezones (canteros para la cultura académica) y que los cortezones (canteros) –que son cuatro o cinco- quedan para el pan que da nombre eso… al pan de cuatro cortezones, que es parecido, pero no es lo mismo.

Ejemplo de pan lechuguino en Castilla

Pan de cuatro cortezones (canteros)

Pan con cinco canteros (cortezones)





Valgan estas fotos, junto a la opinión de nuestro amigo maestro panadero “Ore”, para dejar constancia de lo que decimos sobre el pan lechuguino y el de cuatro cortezones (canteros). 


Quiero retirarme -y me retiraré-, pero no sé cuando, aquí, en:


Camporredondo a 10 de abril de 2017.

lunes, 3 de abril de 2017

Lechazar

Vamos con una pequeña curiosidad que tengo:

Ya sabéis que hubo un tiempo en que mi profesión -a tiempo completo- fue pastor. Bien. Pues resulta que, pese a haber nacido entre ovejas, jamás pude observar que la oveja pariera otra cosa que no fuese cordero/a lechal (se alimentara, al principio, sólo de leche). Digo esto, porque escuchando un programa de radio (22-3- 2017) dedicado al campo –que sigue siendo lo mío, y me gusta- preguntan a su “experto” por la palabra “lechazar” que Miguel Delibes maneja en el libro “Castilla habla”… y el “experto” nos saca de dudas. Entre otras cosas, dice:

 (…) ninguna oveja para lechazar como la churra. Lechazar es, por tanto, parir corderos lechales, sean de la raza que sean.

¡Toma castaña!

Ahora, ahí va mi pregunta para ver si el “experto” o la emisora, pueden, o quieren, responder: ¿la oveja puede parir cordero/a pascual? ¿Quizá borrego/a? ¿Tal vez ya carnero…? En pocas palabras: ¿la oveja puede parir otra cosa que no sea cordero/a lechal?

Lo que Delibes escribe es lo que Florencio le dice; y yo estoy de acuerdo: (…) Por eso le digo que, por estas tierras, ninguna como la churra para lechazar, (…)

Queda meridianamente claro que todas las ovejas –no faltaría más- paren corderos lechales: todos los corderos tienen la necesidad de, al nacer, mamar; aunque también puede ser alimentado con biberón pero, en cualquier caso, con leche. Mejor, al principio, con los calostros de la madre.

Pero si bien todo esto es cierto, no lo es menos que -eso es lo que dice Florencio a Delibes, y yo estoy de acuerdo-  de entre todas las ovejas -sean de la raza que sean- que traen corderos a la vida (paren), la mejor para lechazar (producir lechazos de calidad) es la churra. O sea que el mejor lechazo para el asado castellano es el que pare la oveja churra.

Lechazar: Producir corderos para ser destinados al consumo como lechazos, es decir: alimentados sólo con leche, en este caso para el asado castellano. También para chuletillas; pero el señor Florencio está hablando -y así lo recoge Delibes- del asado castellano. Y para eso, qué duda cabe, el más fino, el mejor, es el parido por la oveja churra. (La mejor oveja para lechazar es la churra).

Bueno y… nada más. Espero que los “expertos” arrojen un rayito de luz sobre mi oscura ignorancia.

Permitidme que, sobre el tema, os recomiende el libro -de Luciano López Gutiérrez- “En torno a las palabras de Delibes” y en su página 142-143 encontraréis lo que es saber sobre lo que se habla. En este caso sobre la palabra lechazar.

Y ahora permitidme una licencia, dice el refranero: “para gustos los colores” y yo añado: “para los paladares los sabores”. ¿Por qué lo digo? Pues porque estoy de acuerdo con lo que el señor Florencio dice acerca de que el cordero de madre que ha pastado por el Valle Esgueva puede ser más fino, pero, en contraposición, yo me quedo con el cordero segoviano que, por haber comido la madre otro tipo de hierba -más consistente y aromática-, transmite al hijo y, qué duda cabe, a su carne, un sabor distinto. Así que: ¿el lechazo del Valle Esgueva es más fino? Sí. ¿El segoviano, distinto, otro sabor? También. “Para gustos los colores y “para los paladares, los sabores”.

Y así terminamos en:

Camporredondo, 30 de marzo de 2017.