jueves, 28 de mayo de 2015

Arados 2

Qué duda cabe que el señor Urdiales -poco a poco- va comprendiendo a Delibes y aprendiendo el lenguaje rural. Pero al ritmo que va tardará algunos años en ponerse al día. Yo lo digo muchas veces: para aprender este lenguaje hay que romper muchos pares de alpargatas recorriendo caminos un poco más incómodos que los paseos de las grandes urbes, y pegar la hebra con gentes que no echan mano del DRAE cada vez que ignoran una palabra. Una vez más digo: el lenguaje rural no tiene diccionario, porque si lo tuviera ¿para qué estaríamos tratando de salvar algunas palabras?

Comenzó el señor Urdiales creyendo que había recogido tres tipo de arado (ver periódico El Norte de Castilla del lunes 28.01.13 página 33 de ¿culturas?). Aquello ya intentamos corregirlo y parece que algo hemos conseguido (ver “La pizarra de Gaude: En camisas de once varas”).

Como nos hemos comprometido a seguir las “mejoras”, en algunas palabras, recogidas en el nuevo-viejo “Diccionario del Castellano Rural en la Narrativa de Miguel Delibes”, editado por ediciones Cinca, sólo a eso nos vamos a limitar. Para lo demás os remito al mencionado blog “La Pizarra de Gaude” en sus entregas de “En Camisas de Once varas”.

Referido a los arados, primera mejora:

"Arado romano: instrumento que sirve (…)

EH p. 54"   (Yo lo leo en El hereje Pág. 97 ediciones Destino 1ª edición septiembre 1998)

“Benjamín Martín, más pragmático, hizo hincapié en que en Villanubla únicamente dos labradores seguían con los bueyes de arado (…)"

Ésta es una de las mejoras añadidas en el segundo-primer diccionario. Cierto es que no sé para qué nos añade esta mejora, pues no aclara a qué tipo de arado se refiere. De todas maneras, como la mejora-ampliación viene precedida de “arado romano”, sólo quiero advertir: si alguna ventaja ofrecían los bueyes sobre los machos o mulas para arar, era con el arado de vertedera. Los bueyes son más lentos pero tienen algo muy a tener en cuenta a la hora de arar con este arado: su mayor fuerza. O sea: para arrastrar el arado romano mejor los machos o mulas que los bueyes porque éstos son muy lentos.

Seguimos con más mejoras:

"Arado terciado

CH p. 169

No el arado viñero, que ese entra en cualquier parte, es decir, un arado terciado (…)
Arado terciado: Estas dos palabras no se emplean nunca juntas por la zona. El arado es siempre el mismo, ya sea en viñas o en terreno de cereal. Terciar: labrar por tercera vez un terreno de barbecho. Suele hacerse en los meses de mayo-junio. Las dos primeras veces se denominan alzar (noviembre) y binar (febrero-marzo). (Investigación de campo)"

Porque el señor Urdiales no ha mejorado lo que nos decía en el primer diccionario, nosotros tampoco modificamos lo que allí dijimos: no señor Urdiales, el arado no es siempre el mismo. El arado terciado NO EXISTE si no es como referencia entre uno de mayor y otro de menor tamaño. Imagínese: el agricultor tiene dos arados, pero uno por exceso y otro por defecto ninguno de los dos cubre sus necesidades. ¿Qué hace entonces? Pues eso, busca uno terciado (ni el más grande ni el más pequeño). Pero el arado terciado varía según sean los arados de referencia. ¿Me he explicado? ¿Sí? Pues entonces ha quedado claro que el arado terciado no existe, lo convierten en terciado sus referentes.

Seguimos mejorando palabras.

"Arado viñero

CH p. 169

No el arado viñero, que ése entra en cualquier parte, pero tampoco el grande, es decir, un arado terciado (…)

Arado viñero: Arado al que se le pone solamente un animal de tiro" (en la edición anterior, aquí decía animal de carga) "para que quepa por las viñas. El arado viñero es más pequeño que el de vertedera. (Investigación de campo)"

Para que podamos apreciar la mejora introducida, reproduzco lo que el "experto recoge" en Cátedra Miguel Delibes:

Arado viñero

CH p. 169
No el arado viñero, que ése entra en cualquier parte, pero tampoco el grande, es decir, un arado terciado (...)
Arado viñero: Arado al que se le pone solamente un animal de carga para que quepa por las viñas. El arado es siempre el mismo, sea para una viña o para un campo de cereal. (Investigación de campo).

Con tanto lío de arados el señor Urdiales se va a volver tarumba. A ver: vuelve el “experto” a mezclar –sin al parecer mucha convicción- arado terciado, arado de vertedera y arado viñero. Dice el señor Urdiales: el arado viñero es más pequeño que el de vertedera. (Investigación de campo)

Verá usted señor Urdiales: vertedera es el nombre genérico de un grupo de arados que voltean la tierra, de ahí su nombre. El arado viñero es uno más de este tipo de arado, lo mismo que lo es el brabant o brabante que es un arado, al parecer, de la región de Brabante (región entre Bélgica y Holanda) y otros más pequeños que éste. Así que el arado terciado, en el caso que nos ocupa, no es el viñero sino el intermedio entre éste, que es el más pequeño, y el siguiente arado. Pero todos dentro del grupo de arados de vertedera.

Diga usted conmigo: el arado viñero es el más pequeño de los arados de vertedera. Así, muy bien. Es que no es lo mismo.


Camporredondo 10 de mayo de 2015.

jueves, 21 de mayo de 2015

Aspereza/asperura

Quizá voy a pecar de excesiva meticulosidad por intentar dejar lo más claro posible lo que yo entiendo –así lo recogí en el Diccionario de Camporredondo- por aspereza, según Delibes, y asperura, según el tecleador de este invento.

En el nuevo-viejo Diccionario del castellano rural en la narrativa de Miguel Delibes, su autor, nos deja recogida la siguiente definición de aspereza:

Aspereza: Friura, cristalitos de agua nieve en poca cantidad. También llamada asperura (Investigación de campo)

Es posible que yo entienda como los gigantones pero, aun siendo así, también debo decir que después de haber caído, sobre mis espaldas, varias chaparradas de asperura, alguna idea debo de tener sobre el tema.

Si admitiera que la asperura son pequeños cristalitos de agua nieve, estaría admitiendo que la asperura son pequeños granizos: pero eso no es cierto. Si admitiera que es en poca cantidad, debo preguntar ¿comparado con qué? De forma que dejaré –sin recurrir al DRAE- lo que este paleto entiende y ha entendido toda la vida por:

Asperura.-  Nieve caída en forma de pequeñas bolitas. No, no son pequeños granizos aunque sean en forma de bolitas. Indudablemente cuando la asperura se derrite se convierte en agua, eso es indiscutible, pero la asperura no es agua nieve.

Sobre “en poca cantidad”, pues debo decir que en toda mi vida de hombre de campo he visto cubrirse, muchas veces, el suelo con una ligera, o buena capa.

Cuatro palabras clásicas de cuando uno se asomaba a la puerta de casa y al entrar preguntaban ¿está granizando, o nevando? La respuesta, cuando correspondía, era: no, está cayendo asperura.

Es todo lo que quería matizar sobre la asperura que tantas veces cayera sobre mi azotea.


Camporredondo, 14 de mayo de 2015

sábado, 16 de mayo de 2015

Rambalesca 2

Hay una frase, que yo suelo usar muy a menudo, para significar lo difícil que es expresar, hacer o decir una cosa cuando yo no sé expresarla o, cuando el que me oye -pero no me escucha- no lo entiende o no quiere entenderme. La frase es: “es como machacar en hierro frío”. Vosotros, mejor que yo sabéis lo difícil que es trabajar el hierro en frío. A mí me pasa una cosa, sé lo difícil que es trabajar el hierro en frío, pero carezco de fragua y no soy capaz de calentarlo. (No soy capaz de hacerme entender).

En fecha 3 de septiembre de 2014 publiqué en “La Pizarra de Gaude” lo que podéis ver a continuación. Ni quito ni pongo nada para demostrar que persisto en mi cabezonada. Ya sabéis que “nada hay más atrevido que la ignorancia”.

Ahí va:

Rambalesca

CH p. 139

(...) dejarán de ser una manifestación penitencial espontánea para convertirse en una rambalesca escenificación del drama del Calvario.

Rambalesca: No aparece así en el DRAE. Aquí quiere decir rocambolesca. (Investigación de campo)

No, no se asuste usted lector de “En camisas de once varas” por lo que acaba de leer, tal vez el error sea de este hombre de campo que no ha entendido lo que el DCRNMD (pág. 197) y Cátedra Miguel Delibes publican. Yo lo he recogido –tal cual- para que sea usted el que me saque de esta duda: ¿es posible que el autor del glosario de la cátedra no entienda lo que es una obra delibesiana? ¿Parece extraño verdad? Pero entonces ¿cómo explicar que no sepa lo que es “una rambalesca escenificación del drama del Calvario”?

Aquí el DRAE nos ha cambiado el paso: no aparece la palabra rambalesca, lo cual nos habría facilitado las cosas. El Diccionario de la Real Academia debería decirnos que se refiere a una obra de Enrique Rambal. Cómo el diccionario no nos  lo dice, el experto hace su particular investigación y nos dice: Aquí quiere decir rocambolesca. Y yo digo aquí y ahora: Delibes nos quiere decir, y nos dice, que “El calvario de Ahedo” si deja de ser una manifestación espontánea puede convertirse en una obra Rambalesca (de Enrique Rambal), eso quería decir y eso dice. Y va mi pregunta ¿si Delibes hubiera querido decir rocambolesca, qué se lo impedía?

No pudiendo creer lo que leía busqué y enseguida encontré lo que usted puede leer a continuación:

José María (se refiere a José maría de Cossío) cuenta que él una vez en Valladolid fue comparsa de la compañía de Rambal. Representaba éste La Pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo, una obra de tan clamoroso éxito que de los pueblos cercanos y lejanos de la capital llegaba la gente a pie, en carro, en tren y se despoblaban los vecindarios casi en masa, como antaño con La pata de cabra... Ver a Rambal entre bastidores, esperando salir a escena para representar la escena final, en la que Nuestro Señor aparecía en la Cruz, vestido el buen Rambal (…).

Con esto me dije: ¡ya está! Delibes tiene razón, se refiere a que podría convertirse en  una escenificación del Calvario del estilo de Enrique Rambal, lo que acaba de presenciar en “El Calvario de Ahedo” (páginas 134-139 de “Castilla habla”; de ahí rambalesca (estilo Enrique Rambal).

Entiendo que el autor del glosario -muy joven- no ha conocido la obra de Enrique Rambal fallecido en 1956, quizás tampoco ha oído hablar de la representación de Enrique Rambal (hijo) en “El mártir del calvario”, pero lo que no puedo entender es que al efectuar la investigación de campo haya descubierto que el escritor quiere decir “rocambolesca”. ¿Rectificamos al maestro?

No me siento con suficientes ánimos para seguir…

LEA “CASTILLA HABLA” (EL CALVARIO DE AHEDO), MERECE LA PENA Y USTED DECIDIRÁ SI DELIBES, “AQUÍ QUIERE DECIR ROCAMBOLESCA” O DECÍA BIEN AL DECIR “RAMBALESCA”

Seguimos:

Cómo la noticia de reedición del Diccionario del Castellano rural en la narrativa de Miguel Delibes nos anuncia que hay palabras mejoradas, yo he acudido al nuevo-viejo diccionario para ver las mejoras incluidas en esta nueva edición, y aquí os traigo la mejora referida a esta palabra:

Antes decía el diccionario:

Rambalesca: No aparece así en el DRAE. Aquí quiere decir rocambolesca. (Investigación de campo)

Y ahora dice el mejorado diccionario:

Rambalesca: No aparece así en el DRAE. Variante vulgar de rocambolesca. (Investigación de campo).

Como podemos apreciar, parece que algo hemos querido corregir… porque no queremos rectificar: Delibes quiso decir, y dijo, Rambalesca (representación al estilo de Enrique Rambal) y el experto, erre que erre, corrige al autor y sigue en sus trece: Delibes usó la palabra Rambalesca pero no como estilo de Enrique Rambal, sino como palabra vulgar variante de rocambolesca. Eso entiendo yo que ya sabéis que no entiendo nada. ¿El escritor usa el término vulgar de rocambolesca? Me rindo ante tanta lucidez y sabiduría por parte del “experto”.

Para que el posible lector de “La pizarra de Gaude” tenga claro cuáles son nuestros apoyos, vuelvo a repetir: al autor de los diccionarios le apoyan las siguientes instituciones: Fundación Instituto Castellano y Leonés de la lengua, Cátedra Miguel Delibes, Fundación Miguel Delibes, Excma. Diputación Provincial de Valladolid, Ministerio de cultura (según el autor hace posibles sus charlas en colegios e institutos) y el diario El Norte de Castilla. Y apoyan con su presencia en portadas de algunos periódicos, varias personas de la cultura.

En contraposición, a este paleto le apoyan, su flamante certificado de estudios primarios (conseguido durante el servicio militar, de donde también me licencié, el año 1965), y la cayada que aún conservo desde mis tiempos de pastor de ovejas. 

El experto en Miguel Delibes y doctor en ciencias de la información dice, porque el DRAE no recoge rambalesca: “variante vulgar de rocambolesca”.

Y yo, con mi currículo, digo: Delibes nos habla de que si cambian su espontaneidad para convertirlo en espectáculo, el calvario de Ahedo dejará de ser una manifestación espontanea para convertirse en una rambalesca escenificación del Calvario. De donde deduzco que Delibes se refiere a la escenificación de “El Mártir del Calvario”, obra cumbre -con 5000 representaciones- de Enrique Rambal. Ignoro, yo no soy ilustre letrado, si al referirse a rambalesca, como apellido de Enrique Rambal, pierde su significado para convertirse en una vulgaridad. Eso es algo que vosotros tendréis que juzgar y decidir.

Recordad: a partir de la edición mejorada del citado diccionario, cualquier obra de Enrique Rambal no será tenida como una obra rambalesca, sino como una vulgaridad de la palabra rocambolesca. ¡Vivir para ver!

Camporredondo, 10 de abril de 2015.

domingo, 10 de mayo de 2015

Raer 2

Seguimos encontrando palabras “mejoradas” en el nuevo-viejo diccionario del Castellano Rural en la Narrativa de Miguel Delibes.

Si el camino es errado, cuanto más avancemos por él más lejos estaremos de la meta. ¡Vaya tontería que se me acaba de ocurrir!

Sin embargo, lo que se me acaba de ocurrir, creo yo, viene aquí como anillo al dedo.

A ver, comenzamos a caminar:

Raer: Perder resina. (Investigación de campo).

Así aparece en el Diccionario del Castellano Rural en la narrativa de Miguel Delibes editado por Fundación Instituto Castellano y Leonés de la lengua y en la Cátedra Miguel Delibes.

Seguimos caminando:

Raer: Perder resina el pino que recogerá el resinero con la raedera. (Investigación de campo).

Aquí aparece la “mejora” en el Diccionario del Castellano rural en la Narrativa de Miguel Delibes editado por ediciones Cinca. Ambas del mismo autor del texto.

Si cuando el “experto” al comenzar a caminar por el camino de la resina ha errado, por muchas vueltas que quiera darle jamás yo –que soy muy bruto- podré entender lo que quiere decir.

Como parece que andamos por caminos alejados de los del resinero, vamos a intentar desglosar las tareas que realizaba para la elaboración del pino negral (pinus pinaster) referidos a una temporada para la extracción de la resina. Para no ser pesado, lo que voy a decir está pormenorizado en “La pizarra de Gaude”. Incluso allí podéis contemplar al resinero realizando cada tarea.

El resinero comenzaba la temporada, para la extracción de la resina, allá por el mes de marzo, desroñando. Seguía, clavando. Continuaba, pica a pica, remondando. Seguía, remasando. Después, raía. Y finalizaba, el año que tocaba, recogiendo el sarro.

Como veis, la quinta operación que el resinero realizaba era RAER. Entonces ¿cómo se puede entender que raer sea perder resina el Pino?

raer.
(Del lat. radĕre).
1. tr. Raspar una superficie quitando pelos, sustancias adheridas, pintura, etc., con un instrumento áspero o cortante.


He querido recurrir al DRAE porque nos dice muy claro lo que es raer. Pero nos juega una mala pasada: no nos lo aclara del todo y así se presta a confusión. No nos dice: raer es raspar, con la raedera, la superficie de la entalladura para despegar la resina que, a lo largo de la temporada, se ha ido quedando adherida. Creo que esto sí que lo volvemos a explicar para facilitar la tarea a los posibles expertos que quieran aprovecharlo: El discurrir de la miera hacia el pote depende de la temperatura ambiente: a mayor temperatura, más licuada se mantiene la resina y mejor desliza hacia el pote. Pero a lo largo de la temporada, sobre todo al principio y al final de la misma, incluso por la noche, la temperatura desciende y la resina espesa y no desliza, no corre, se queda adherida en la entalladura. Esto, ni qué decir tiene, que es al final de la temporada (la temperatura desciende bastante y la distancia hasta el pote es mayor) cuando más resina va quedando pegada al pino, en su entalladura.

Termina la temporada y el resinero, al que le ha costado gran esfuerzo que el pino suelte su sangre, (resina) no puede permitir que a última hora se quede allí pegado parte de su esfuerzo. ¿Qué hacer entonces? Pues coger la raedera y, como si fuera una remasa más, raspar la superficie de la entalladura, remasar la resina así recogida, echarla a la cuba y dar por terminada la temporada; siempre que ese año no toque recoger el sarro.

Así que, resumiendo:

Raer.- Raspar, con la raedera, la superficie de la entalladura para recoger (remasar) la resina que quedó allí pegada durante la temporada.

O sea: rae el resinero con la raedera, y el pino no pierde resina por el hecho de raer. El pino pierde resina porque el resinero para eso le elabora. El resinero le hace cortes y el pino llora y pierde su sangre (resina). Sí que es cierto: el resinero, con raedera o con cuchillo y lata, recoge la resina y con ello se gana el sustento para su familia.

Y ahora puedo aseguraros que yo me he enterado de lo que es raer. ¿Y vosotros?

Camporredondo, 18 de abril de 2015.

viernes, 1 de mayo de 2015

Pasen y lean...

... lo que aquí decimos.
¡Comprender a Delibes… ésa es la cuestión! 

Posiblemente el señor Urdiales está pidiendo ayuda. Por eso titula: "COMPRENDER A DELIBES"… porque yo no le comprendo. Lo siento señor Urdiales: a lo largo de sus escritos deja usted patente que no comprende a Delibes. Usted tiene en mente su particular Delibes. Lean a continuación:

COMPRENDER A DELIBES
URDIALES YUSTE, Jorge
Publicado en el año 2005 en la Revista de Folklore número 293
“(…)
Hay otras voces populares-rurales muy arraigadas a las que Delibes les da un significado muy particular. Tal es el caso del verbo “carear” que significa pacer o pastar el ganado cuando va de camino y así se emplea por estos pueblos. Las ovejas carean fundamentalmente las tierras que no han sido aradas. Sin embargo, Delibes no va a utilizar el verbo “carear” para unas tierras, sino para el cabello de un muchacho cuando escribe en Las guerras de nuestros antepasados que el chico “tenía la pelambre entrecana y los remolones careados” (p. 64)”.

Como acabamos de leer, quizá podamos admitir que el chico -Pacífico Pérez-  tuviera la pelambre, o pelambrera, entrecana, pero que una persona tenga los remolones cariados, o careados como dice PP,.. pues yo pediría un respeto hacia la persona. Remolón: colmillo del jabalí.

Buscando referencias y contrastes llegué hasta Villanueva de Duero (Valladolid) donde, por casualidad, encontré lo que acaba usted de leer, escrito, al parecer, por el señor Urdiales. Es más extenso pero, como decimos por estos pueblos de Dios, “para muestra un botón”.

Ahora compare usted lo que ha entendido el señor Urdiales, con lo que Pacífico Pérez (“Las Guerras de Nuestros Antepasados, página 64”) le dijo al doctor Burgueño López:

“(…) Y como quiera que el bicho aquél, el jabalí, digo, tenía la pelambre entrecana y los remolones careados (1), todos dimos por buena la explicación, ¿se da cuenta? (…)

Se está refiriendo, PP, al suicidio del jabalí.

Esto ha quedado escrito, y por eso yo lo he leído hoy. Si yo no hubiera leído “Las Guerras de nuestros antepasados...” ¿qué cree usted que pensaría del escritor Delibes? Pues esto es lo que está consiguiendo el Señor Urdiales y, vuelvo a decir, aplauden: Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, Cátedra Miguel Delibes, Fundación Miguel Delibes, Excma. Diputación de Valladolid, el Ministerio de Cultura -que hace posible que el señor Urdiales vaya predicando por colegios e institutos-, El Norte de Castilla… y, aquí tiene usted otro ejemplo, la Revista Folklore, más... ¡échele usted hilo a la cometa!

El señor Urdiales nos aclara más cosas que sus lectores "no sabíamos". Entre ellas destacamos ésta que es una sentencia que no deja lugar a dudas. Escribe: "(...) carear significa pacer o pastar las ovejas cuando van de camino". Y yo, que no sé nada de esto, pregunto: y cuando han llegado al careo ¿qué hacen? yo siempre creí que van de camino hasta que llegan al careo, y una vez en él pues eso: carean.

Pero en su afán por ilustrarnos en el arte del pastoreo añade: "Las ovejas carean fundamentalmente las tierras que no han sido aradas". Yo, a continuación, me imagino al señor Urdiales secándose el sudor... ¡qué esfuerzo tiene que suponer llegar a conclusiones de tan alta reflexión! A ver: usted se imagina un rebaño de ovejas pastando en una tierra recién arada? Yo es que, en mi época de pastor, fui tan torpe que no supe aprovechar el pasto de la tierra recién arada. ¡Lo que me perdí y se perdieron mis ovejas!

Y... ¡para qué seguir!

En atención al posible interesado, de forma sucinta vamos a decir lo que significa la palabra careo según este ex pastor: careo es todo aquel terreno -de labrantío o no- en el que abunda el pasto para el ganado (¡vaya careo que hay!). El ganado va de camino hasta que llega al careo y, una vez en él, en este caso las ovejas: carean. Del verbo carear.

Los remolones, colmillos del jabalí cariados, son otra cosa (parece que tenían caries). De eso podemos hablar en otro momento. Así que por ahora dejemos al jabalí con su pelambre entrecana y sus colmillos cariados, compadeciendo al pobre animal  por el dolor tan fuerte que debía sentir y que, se supone, le llevó al suicidio; o eso es lo que relata Pacífico Pérez al doctor Burgueño.

Y de todo lo dicho -y mucho más- lo verdaderamente grave es que a nadie parece preocuparle.

Camporredondo, 29, de abril de 2015.

(1) Me atrevo a decir que "careados" es fruto del escrupuloso respeto que el doctor Burgueño siente por el vocabulario de Pacífico Pérez, o se debe a error de imprenta. Todo, menos ser fruto del "muy significado particular" que le da el escritor Delibes según observa el señor Urdiales.