miércoles, 30 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Espajar.

Es posible que la palabra espajar no desaparezca totalmente porque siempre habrá alguna prenda, o cualquier otra cosa, que se nos llene de paja por una ventisca o… ¡quién sabe por qué! El limpiar la prenda de paja seguiríamos llamándolo espajar. Pero como aquí de lo que hablamos es de espajar (separar el grano de la paja) no nos queda otro remedio que aclarar lo que es:

Espajar v.tr. Separar con la criba la paja del grano en la era. (Sic).

Esta acepción la encontrará usted en la página 91 del DCT.

Entre las distintas tareas en la era se encontraba la de limpiar, esto es: separar el grano de la paja. Esta operación, no nos cansaremos de decirlo, se hacía –hasta la llegada de la ensacadora- en dos partes:  primero se aventaba (beldaba) con el bieldo; esto era separar la paja del grano y las grancias (granzas), para después, con la criba, separar las grancias del grano. Esto en tiempos pretéritos. Después llegó la aventadora o beldadora y la cosa se mecanizó, en vez de echar la trilla al aire con el bieldo, se hacía pasar por la aventadora, pero también en dos partes: espajar y cribar, o acribar, que es lo mismo.

Entonces nos queda claro:

Espajar.- separar el grano de la paja, con el bieldo o la aventadora para, después, con la criba, rematar la faena separando el grano de las grancias (granzas).

Había un dicho -de pueblo, por supuesto- que venía a referirse a estas dos tareas de era: cuando se quería despreciar el talento de alguien, que por supuesto no era de nuestra simpatía, se decía: “acriba antes de espajar” que viene a justificar lo bruto que debería ser el aludido. Pero también se decía cuando uno moría: “ha acribado antes de espajar”, que venía a decir que había hecho la última tontería.


RESPETEMOS EL LENGUAJE RURAL.

martes, 29 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Perindola.

Decididamente no entendemos –no digo ya no leemos- al escritor: En octubre de 1986 Delibes publicó una obra más, “Castilla Habla” y como el título dice muy claro, así habla Castilla. Esto es lo que ocurre con la charla que el escritor mantiene con Mariano Sastre, sin duda hombre de campo, pero que precisamente por eso no cree necesario puntualizar cada palabra. Él (Mariano) comenta a Delibes sobre las tres cosechas de piñas que presenta el pino. Él lo dice y Delibes recoge lo que Mariano le dice, y Mariano habla como habla Castilla. Pero Mariano no explica a fondo lo de las tres cosechas – creo que no es tan importante-. El problema se presenta cuando llegan los que creen saber, pero no saben, y dicen:

Perindola. 1. f. Peonza pequeña que se baila con los dedos. (Sic).

Solución encontrada (es la norma del experto) en el DRAE y aprovechada para recogerla en Cátedra Delibes. El diccionario nos aclara lo que es la peonza pequeña pero, ¿quién ha preguntado por la peonza? ¿No estamos hablando de piñas? ¿Por qué me habla usted de peonzas? De eso, si hay ocasión, ya hablaremos.

Deducción -mi deducción-: el experto no sabe lo que es perindola, Delibes no se lo aclara, y en vez de investigar, echa mano del DRAE y todo solucionado. Entonces yo hago mi reflexión: si Delibes nos dejara claro todo lo que significan sus palabras rurales ¿para que necesitaríamos a los expertos?

Quiero decir que yo tampoco he investigado –quizás por eso no soy experto- pero es que ocurre que me crié entre piñas, piñeros, pastores, resineros, etc. por eso digo:

Perindola.- Primera cosecha marcada en el pino albar (pinus pinea). Sobre este pino -ya nos lo dice Mariano Sastre- se concentran tres cosechas de piñas: la que nace: perindola. Que al año siguiente será: chota. Y al tercer año ya es: piña. Y es cuando se recoge.

Como final y para la culturilla de los expertos quiero añadir otra acepción de:

Perindola.- Pistolilla (pene) del niño. Pero ahora hablábamos de piñas.


RESPETEMOS EL LENGUAJE RURAL.

lunes, 28 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Sogueo.

En la entrada anterior –ensobear- yo debería haber dicho que en mi pueblo no se usa la palabra sobeo, sino sogueo. Nunca es tarde, se dice, y para eso está esta entrada que nos lo aclarará, además de aportar alguna información más sobre el mismo tema.

Entendido ya que sogueo y sobeo se refieren a la misma correa, o soga, digo que una buena coordinación habría evitado posteriores aclaraciones porque, vean:

Sogueo n.m. Parte delantera del carro donde se enganchan los animales. (Sic).

Esto es lo que aparece en la página 335 del Diccionario de Castellano Tradicional. (DCT).

Creo que ya hemos dicho que los animales no se enganchan (uncen) en el sogueo -o sobeo que es lo mismo- sino en el yugo. Repetimos para que no quede duda: el sobeo, o sogueo, enlaza la viga del carro con el yugo y sobre éste se uncen o enganchan los animales de tiro o arrastre.

Cabría preguntarse ¿por qué sobeo? Pues sobre esto sólo podemos aportar una opinión que creo es bastante lógica: los continuos vaivenes del carro someten a la correa, o elemento que lo forme, a un constante sobo; de hecho tanto el yugo como la viga del  carro sufrían al cabo del tiempo un apreciable desgaste fruto del constante sobeo a que se veían sometidos. Por otra parte, sogueo: además de lo dicho anteriormente la pieza que unía viga y yugo no siempre era una correa; a veces, muchas veces, era una soga, pasada varias veces por yugo y viga, lo que enlazaba ambas piezas.

Nada me gustaría más que ir aportando pequeños rayos de luz sobre estos pequeños detalles que de otra manera quedarán en el más absoluto de los olvidos o sometidos a caprichosas interpretaciones.

PROTEJAMOS EL LENGUAJE RURAL

domingo, 27 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Merulla.

Y como desconozco el diccionario de Delibes del que en entrada anterior comentamos, pregunto: ¿La palabra merulla aparece con el mismo significado que en el DCRNMD y Cátedra Delibes? Y si esto es así ¿nadie tiene nada que objetar? ¿Tan poco importa la obra del escritor? Vea usted amable lector:

Merulla: Excremento del ganado. (Investigación de campo). (Sic)

Esto es tal cual aparece en la página 161 del DCRNMD y en Cátedra Delibes.

Repito, como hice en la entrada “meaína,” lo que "el hombre de la boina" dice:

“Al trigo, en cambio, no le eche usted de cuadra porque cría porquería, meaínas, merulla, amapolas y toda clase de mala hierba.”

Supongo -si no es mucho suponer- que el experto encontró la solución a la palabra meaína, pero le faltaba solución para merulla, entonces quizás pensó: tengo la meada… pero me falta la cagada y zas: la cagada es la merulla.

Es posible que en alguna parte meado sea sinónimo de meaína y merulla de excremento, pero lo que no deja lugar a dudas es que el cronista se refiere a las plantas meaína, merulla, amapolas y todas las que nacen por las semillas que aporta el estiércol de cuadra.

Pues si a nadie importa, a este hombre nacido y criado en el campo sí.

Fruto de la experiencia, nota al final: digo yo que si "el hombre de la boina" hubiera tenido ovejas habría sustituido la palabra cuadra por corral porque, supongo, en la cuadra tendría animales de trabajo, machos, caballos, bueyes... etc. y estos consumen y expulsan menos semillas de yerbajos que las ovejas. Hablo de las ovejas de entonces, las de ahora no tienen aquella posibilidad: están estabuladas.

Aún con todo lo dicho, hoy, el campo de mi pueblo necesita aquel tipo de abonado: criaba "porquería," pero los acuíferos no se contaminaban y la tierra agradecía la materia orgánica que aportaba el estiércol. Genio y figura hasta...

Perdonadme, pero es que no me apeo de la cayada y la alforja ni 50 años después.

                        
DEFENDAMOS EL LENGUAJE RURAL.

sábado, 26 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Ensobear.

No, no tenemos las cosas muy claras, no en balde el dicho: “zapatero a tus zapatos”. Vamos a ver:

Ensobear v.tr. Enganchar las vacas al yugo. (Sic)

Para contrastar ver página 87 del DCT.

Pero quiero invitarle a usted a que visite la página 345 del mismo diccionario. En ella verá usted que dice:

Sobeo n.m. Correa fuerte con que se ata el yugo a la lanza o pértiga del carro o al timón del arado

Visto esto, si sobeo es la correa fuerte que une la lanza (viga en mi pueblo) del carro con el yugo, parece lógico que ensobear sea unir, con el sobeo, la lanza (viga en mi pueblo) del carro y el yugo.

Lo dicho parece claro, pero hay más. A continuación añade algo que, además, apoyan DRAE y DUE: según los tres diccionarios el sobeo también une el timón del arado al yugo. Bien: ¿ustedes se imaginan que cada vez que enganchemos (unzamos) la yunta, tengamos que poner el sobeo entre el timón del arado y el yugo? ¿Y si queremos poner un clavijero más, o menos, porque el arado no nos va bien donde lo habíamos puesto, tengamos que quitar y poner el sobeo? Esta operación era de lo más fácil porque el arador, no carente de inteligencia, supo arreglarlo con el barzón, que es donde se acopla el timón al yugo, y con la clavija se arrastra el arado.

O sea: el sobeo une la lanza (viga) con el yugo y esto debe ser ensobear ¿o no? El timón del arado se une al yugo por medio del barzón y la mediana más la clavija que hace tope y arrastra el arado, o lo que sea. Así es como se hacía en mi pueblo.

No hace falta decir que tanto se enganchaban las vacas al carro o el arado, como los demás pares de animales.


PROTEJAMOS EL LENGUAJE RURAL

viernes, 25 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Meaína.

Reproduzco, para usted, lo que el cronista escribe en la página 143 de “Castilla habla:”

“Al trigo, en cambio, no le eche usted de cuadra porque cría porquería, meaínas, merulla, amapolas y toda clase de mala hierba”.

Puedo asegurarle a usted, y le aseguro, que desconozco totalmente lo que son meaínas –sí sé lo que es la amapola-. Pero lo que me queda meridianamente claro es que son hierbas de ésas cuyas semillas no destruyen los jugos gástricos y se eliminan con las heces (la cagada) de los animales. Por eso, el hombre de la boina, aconseja no abonar el trigo con estiércol de cuadra, porque se nos llenaría de hierbas no deseables. 

Pero viene el experto en temas del agro y Delibes y nos dice:

Meaína: Orín del ganado. (Investigación de Campo). (Sic)

Esto recoge el DCRNMD en sus páginas 160 y 161 y la cátedra Miguel Delibes. Debo entender que también forma parte de eso que llaman diccionario de Delibes. Si esto es así, como profundo admirador de la obra de D. Miguel, quiero dejar constancia de mi más enérgica protesta por el uso que tan indignamente se hace del nombre del escritor.

No me siento incómodo por no saber el tipo de hierba que son las meaínas, supongo que como Delibes decía en una entrevista al periódico “El Mundo” referido a los diccionarios de Urdiales, son de aquellas palabras que “…no todas valen, aunque todas puedan tener algún interés” y dado que la zona en que se produce el comentario está muy alejada de la mía, todo lo que me interesa es lo que Delibes dice, y dice que abonar con estiércol de cuadra al trigo no le va bien. Él lo dice y yo lo entiendo, porque, entre otras cosas, sé que es así. El problema llega cuando el experto que no lo entiende, pero no se calla, y mete la pata hasta el corvejón: confunde una planta con el orín del ganado. Cierto es que tiene un incondicional, y muy socorrido, colaborador: (Investigación de campo) que es tanto como decir: a mí me lo han dicho.

Ha sido ésta una de esas palabras con las que tropecé mientras ojeaba la Cátedra Miguel Delibes y me llamó tanto la atención que no he podido por menos que dedicarle una entrada. No espero que el señor Urdiales me informe, pero si agradecería si algún posible visitante de “En camisas de once varas” me explicara lo que son las “meaínas”, al parecer plantas del suroeste de León, en las inmediaciones del río Órbigo.

Como aficionado que soy a todo lo que suene a Delibes, solicité de mi librero, Librería el Alcaraván en Urueña, el glosario “En torno a las palabras de Delibes” y he querido saber si su autor también entendía esta palabra como el autor del DCRNMD. Así he descubierto que el señor López Gutiérrez ha leído y entendido lo que el escritor dice: la meaína es una planta, así lo recoge en la página 152 del glosario.

Yo comprendo que la palabra se presta a equívocos “meaína” de meado, orina, pero en este caso se refiere a una planta.

RESPETEMOS EL LENGUAJE RURAL... Y LA OBRA DE DELIBES.


jueves, 24 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Apellar.

Oímos campanas pero ¿dónde suenan? Pella, apellar… ¿seguimos por este camino? Pues vamos allá: si partimos de la palabra pella, que se dice que es cualquier porción pequeña de masa blanda, nos aproximamos a grasa, manteca, por ser masa blanda. Y ¿para qué sirve la grasa? Pues eso, para engrasar. ¿Y para qué se engrasan las cosas, los ejes por ejemplo? pues para que giren mejor y, ¿si giran mejor que ocurre? pues que no rechinan (o chirrían que es lo mismo).

Vaya rollo que os he soltado. Pero es que a ver qué hago yo, lo tengo muy difícil, vean:

Apellar v.tr. Hacer cantar al carro por falta de grasa en los ejes. (Sic).

Esto es lo que nos dice el DCT en su página 311.

Según esto, apellar no es untar, porque si untamos los ejes no rechinan. O sea que los ejes cantan (rechinan) cuando no están apellados (no están engrasados) ¡Vaya galimatías! Con lo fácil que es:

Apellar.- poner una pella de grasa en los ejes (normalmente era un trozo de tocino sin sal) para que el carro cante con alegría porque… si, si, el carro canta cuando está alegre, cuando gira bien el buje sobre el eje. A ver, ya lo he dicho en otra ocasión: si el carro está bien equilibrado (bien construido) y bien engrasado, canta de maravilla, el traqueteo (cante) del buje contra el sontroz y el tope interior de la rueda suena a música celestial

Aclaremos: una cosa es cantar (algo muy deseable) por estar bien equilibrado y engrasado el carro y otra muy distinta, e indeseable, es chirriar por falta de grasa. Y ya no sé que más decir. Bueno si…

CUIDEMOS EL LENGUAJE RURAL.

miércoles, 23 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Ruana.

Puedo asegurarle a usted que sé lo que es un caballo, o yegua, roano/a o ruano/a, pero hasta que leí a Delibes (Disputado voto del señor Cayo) no tenía ni idea de lo que era una ruana.

Bueno, y usted me dirá ¿Por qué me sueltas este rollo? Todo tiene su por qué amigo, ahora lo verá:

Ruano1, na. 
1. adj. Dicho de un caballo: Cuyo pelo está mezclado de blanco, gris o bayo. (Sic)

Una vez más la información la ha encontrado, el experto, en el DRAE.

Y ahora, lo que ya no es sorpresa: esto aparece en el DCRNMD que edita la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua y, cómo no, en la Cátedra Miguel Delibes.

Hasta aquí todo normal, si no fuera porque el experto, y sus cómplices, lo apoyan en El Disputado Voto del señor Cayo que, como usted sabe, es otra obra de Miguel Delibes. Pues bien: Delibes dice en la página 172 de la citada obra “… éste vio salir del portal la abigarrada ruana de Julia y la llamó a voces, y, tras Julia, apareció el jersey rojo de Juanjo (…)”.

Entonces, y siempre según lo que responde el experto en Delibes, ni él, ni yo, sabemos nada de ruana más allá del caballo, o yegua, que ya he mentado. La diferencia entre el experto y yo estriba en que yo he leído El Disputado Voto del Señor Cayo y el experto no; o eso parece, porque yo sé que el escritor se refiere a una prenda de ropa (abigarrada ruana salvadoreña) lo mismo que el jersey rojo de Juanjo, y Urdiales parece que ha interpretado que Julia es una yegua o algo parecido. ¿No es así? Entonces dígame usted que pinta aquí el caballo ruano, o roano. Yo creo (¿quién soy yo para creer?) que el experto en Delibes debería aclararnos lo que Delibes quiere decir con la palabra ruana, que es lo que el escritor no nos aclara, pero claro, primero hay que aclarárselo al experto porque, él, no lo tiene claro, ¿lo tiene claro usted?

En fin: que esto son cosas que dice un paleto frente todo un doctor cum laude. Y este es mi problema: Delibes dice, y es cierto, hablar mi lenguaje, yo intento seguirle, pero vienen los académicos y me dejan con dos palmos de narices. ¿Por qué no soy capaz de entender que Delibes se refiere a un caballo en vez de una prenda de vestir?

Desde mi óptica de ex pastor esto es muy grave: o yo no entiendo nada, lo cual sería muy grave para mí, o el experto representa un peligro para el lenguaje que hablaron mis abuelos y para la obra de mi escritor preferido.

RESPETO PARA LA OBRA DE D. MIGUEL DELIBES.

martes, 22 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Líneo

Hoy vamos a descansar, que falta nos hace. A ver: el experto en Delibes yo creo que no tiene muy claro lo que es una vid (cepa), un líneo (conjunto de vides en línea) y conjunto de líneos (viña o majuelo). Vean por qué:

Líneo: Conjunto de vides que, puestas unas detrás de otras, forman una vid. (Investigación de campo). (Sic).

Esto aparece en la página 155 del DCRNMD y en la Cátedra Miguel Delibes que no es paja, ni moco de pavo.

Es cuestión de matices: “conjunto de vides” ¿conjunto de cepas? Correcto. Pero entonces con el conjunto de cepas (vides) "puestas unas detrás de otras" ¿formamos una cepa (vid)? Yo para entenderme -ya saben que soy de pueblo- tengo que explicarme a mi manera:

Líneo.- El conjunto de cepas (vides) plantadas una detrás de otra (en línea) forman un líneo. Y el conjunto de líneos forma una viña, también llamado majuelo (no el que da majuelas, sino el otro, el que da uvas). También se formaba una viña (majuelo) plantando las vides (cepas) a cepa revuelta, o sea, sin ningún orden.

Yo es que soy bruto, pero así me entiendo.


RESPETEMOS EL LENGUAJE RURAL

lunes, 21 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Pajiguero.

Ya saben que yo estoy en Camporredondo –Valladolid-  en pleno corazón de Tierra de Pinares. Quiero dejar claro este detalle porque así el posible lector sabrá que por estos parajes no hay pajiga sino paja.

Vamos allá: en la página 105 el DCT nos informa:

Pajiguero n.m. Montón grande de paja que queda después de aventar. (Sic)

Pues como decía, por aquí no ha llegado la pajiga, entonces, y mientras llega, decimos:

Pajero.- Es el montón grande de paja, al aire libre, que se usaba como camas para el ganado. Había otra parte que se encerraba en los pajares como alimento para el ganado durante el año.


RESPETEMOS EL LENGUAJE RURAL.

domingo, 20 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Sacavinos

¿Puedo estar harto? Yo creo que nada ni nadie puede impedir que lo esté. Y es que harto empiezo a estar de todos estos advenedizos al mundo rural y sus incondicionales besamanos. No me lo explico; y supongo que muchos hombres y mujeres del agro, y algunos de fuera, me van a comprender perfectamente.

Esta misma mañana abro, por no sé dónde, y me encuentro: “Delibes ya tiene su propio diccionario,” loa va y loa viene por el enorme esfuerzo realizado por D. Jorge Urdiales Yuste. Entonces me quedan algunas dudas: ¿será que hay otro Delibes que yo no conozco? ¿Será que yo no entiendo este mundo rural? ¿será que no han leído, ni el señor Urdiales ni sus fans a Delibes? Indudablemente me he quedado con esta última pregunta y la he respondido yo mismo: ¡No han leído a Delibes! Se ha puesto de moda el mundo rural y, a cualquier precio, se apuntan al carro.

No, D. Miguel Delibes Setién, el cazador que escribe o el escritor que caza, no tiene diccionario. A su sombra han sacado unos libelos que nada tienen que ver con la obra del gran escritor. Vean la última gracia del experto y sus cátedras e institutos, periódicos, radios y demás familia:

Sacavinos: n.m. Sarmiento que se deja en la parte baja de la cepa para, una vez crecido, plantarlo como cepa nueva. (Diccionario del Castellano tradicional) (Sic)
Sacavinos: Palo que se deja largo al podar la cepa, sabiendo que el primer año no dará vino pero el segundo sí. (Investigación de campo). (Sic).

Díganme ustedes ¿con qué acepción me quedo? Como el señor experto no sabe lo que es una cepa, recurre a otro diccionario: El Diccionario del Castellano Tradicional, que ya no sé ni si es castellano. Desde luego, de lenguaje tradicional no.

Vamos al pueblo y a la viña:

Cuando se dejaba un sarmiento largo, en la manera que explica el DCT  -y recoge Urdiales- se dejaba con el ánimo puesto en que al año siguiente fuera lo suficiente largo para, aprovechando su longitud, hundir (así se llamaba la operación) la cepa madre, teniendo entonces dos cepas nuevas –dos varas- una en el lugar de la vieja y el sarmiento más largo se llevaba hasta el sitio elegido para la que se quería repoblar. Estas dos varas después arraigaban (echaban nuevas raíces) y teníamos dos nuevas cepas en el lugar donde había una vieja y en periodo de desaparición. De esta manera el éxito estaba asegurado. Pero esto no es un sacavinos (tiravinos), sino una renovación de la planta. Esto podría llamarse propagación por acodo o lo que decíamos: por hundimiento.

Vamos con la segunda lindeza. Dejamos un palo largo sabiendo que el primer año no dará vino pero al segundo sí. (Seguramente al segundo año nos dará un gran reserva) ¿Quién va a impedir que de uva el primer año? ¿O cortamos lo racimos para que se fastidie la cepa y no produzca porque a nosotros no nos interesa?

Analicemos la palabra: sacavinos (tiravinos) ¡Aleluya, queremos sacar vino, sacar más racimos de uva! ¿O no? Bueno en realidad lo que queremos es que la cepa nos dé más racimos de uva pero ¿cuándo queremos que nos los dé? No, no, lo queremos para el año que viene. Pues no sea usted tan bruto y pode la vara larga el año que viene.

Verá usted: esto lo hice muy pocas veces, pero sí lo vi hacer muchas. Cuando al podar se tenía interés en eliminar un brazo, el año anterior se aprovechaba para dejarlo más largo, motivo por el cual criaba más racimos y al año siguiente se eliminaba. Esto era lo normal, pero también puede ser que el podador deje dos, tres o los pulgares que quiera a dos yemas, o menos, y un sacavinos (tiravinos) más largo para recoger más racimos y después eliminarlo.

Pero es que esto es mucho más grave. ¿Tratamos de entender lo que Delibes dice en Las Ratas, o más bien nos importa un bledo lo que dice y lo importante es lo que nosotros (analfabetos) interpretamos? ¿Dónde dice Delibes lo que estos expertos nos quieren colar? ¿Es que el escritor no tiene suficiente autoridad para decirnos lo que es el sacavinos? ¡¡¡Ya está bien!!! Digo, desde el pueblo donde no había la obsesión por la calidad sino por la cantidad (había hambre)...

Sacavinos o tiravinos: Vara que se podaba a varias yemas (a criterio del podador) para obtener mayor cantidad de racimos de uva. Normalmente esta vara con la poda siguiente se eliminaba.

Ésta es la verdad rural de los años de posguerra y antes. La de los expertos de academia es otra, ya lo sé.

RESPETEMOS LA TRADICIÓN, ES NUESTRA HISTORIA.

sábado, 19 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Esté.

Hoy queremos “matar” no dos pájaros de un tiro, sino tres.

En la página 741 del DCT aparece la palabra esté y en la 742 aparecen otras dos palabras relacionadas con esté: esteadura y estear.

Esté n. m. Primera viruta que se quita del pino cuando va a ser resinado. (Sic)

Esteadura n.f. Primera viruta que se quita del pino cuando va a ser resinado. (Sic)

Estear v. tr. Quitar la primera viruta a los pinos para resinarlos. (Sic)

Empecemos por el final: estear. Estear no es quitar el esté, sino quitar la tea (destear). Por tanto eliminamos la primera palabra (esté) porque no existe.

Esteadura: aquí podríamos decir que quizás haya quien llame esteadura a la pirmera viruta de la temporada. Yo siempre la conocí por el mismo nombre que las quitadas en todas las picas o remondas sucesivas: viruta, zarandaja, seroja…

Durante el tiempo de reposo invernal, al no renovar la herida, la madera cicatriza y endurece, se hace teosa. Por eso cuando el resinero retoma la azuela en la temporada siguiente dice: vamos a estear, o sea, a quitar la tea. Creo que queda claro lo que es estear, que no es quitar el esté, sino la tea (destear).

PROTEJAMOS EL LENGUAJE RURAL.

viernes, 18 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Enjaretar 2

Cuando en la pág. 13 del DCRNMD encontré la palabra enjaretar llegué a pensar que tal vez fue un lapsus del autor del diccionario. Hoy, después de haber descubierto otro filón de errores en La Cátedra Miguel Delibes, observo que no fue un despiste lo que tuvo el autor, sino que insiste porque está convencido de lo que dice y por eso persiste, aunque quiere darle otro sesgo. Vean:

Enjaretar. 1. tr. Hacer pasar por una jareta un cordón, cinta o cuerda. (Sic)

Para darnos esta respuesta el autor ha recurrido al DRAE; por eso es experto en Delibes. Porque queremos que el lector interesado tenga referencias respecto a la cuestión a la que nos referimos, recojo lo que el autor indica en la Cátedra Delibes sobre la palabra definida en el párrafo anterior:

El herrador volvió a calarse la boina, enjaretó el acial, tomó el martillo y le dijo a Juan por entre las patas del macho...

Queda meridianamente claro que el experto ha conseguido enjaretar un cordón, una cinta o una cuerda, pero ¿es eso lo que hizo el herrador del cuento (LM, 98) al que se refiere?

Parece increíble que un doctor “cum laude” no entienda lo que significa la palabra enjaretar y tenga que recurrir al DRAE para salir del paso. El diccionario de la Real Academia dice y dice bien, en sus 4 acepciones. Lo que pasa es que el experto en la narrativa de Miguel Delibes anda cazando moscas, porque si no fuera así habría usado la acepción 3 –ésa es correcta- que viene como anillo al dedo, en vez de la primera. A ver: ¿qué tiene que ver hacer una jareta para pasar un cordón, con endilgar, endiñar, enjaretar endosar, etc. el acial al macho?

Quiero, y debo, explicar para el experto lo que es un:

Acial.- Artilugio hecho con dos palos unidos por un extremo a modo de tijera y por el otro se cierra con una cuerda o correa. Se ponía sobre el labio superior de la caballería para que, por el dolor que le producía al tensar el cierre, se estuviera quieto para herrar, esquilar, curar etc. al animal; en este caso al macho.

Ahora, creo, sí que nos quedará claro lo que es:

Enjaretar.- Endiñar, endilgar, endosar… a otro aquello que nos resulta desagradable.

¿ES TAN DIFÍCIL RESPETAR LA OBRA DEL ESCRITOR Y EL LENGUAJE RURAL?

jueves, 17 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Libar.


Que alguien me auxilie porque cada vez entiendo menos ¿será que a mi edad ocurren estas cosas? Digo esto porque no puede ser que yo -paleto- vaya a tener más razón que el DCT, diccionario de ámbito universitario. No, no puede ser.

Vean:

Libar v. tr. Olivar (Sic).

Esto es lo que me encuentro en la página 743 del Diccionario del Castellano Tradicional. Ni una letra más, ni menos. Entonces digo: seguramente hay una zona en esta variopinta Castilla nuestra en la que para ahorrarse letras eliminan la o, con lo que les queda livar. Pero tampoco me cuadra porque dicen que es libar con “b”. Bueno, pues ahí va la opinión de este pueblerino ¡qué sabrá el paleto este!

Olivar, con “v”.- Podar las ramas de los pinos para ayudarles en su crecimiento y formación de la copa.

Libar, con “b”.- Acción realizada por las abejas con el jugo de las flores, o sea chupar suavemente su néctar.

PROTEJAMOS EL LENGUAJE RURAL... Y EL OTRO.

miércoles, 16 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Cerviguera.

A veces encuentro palabras  -raras en mi pueblo-  pero que despiertan en mí cierta curiosidad. Es el caso de la palabra que hoy traemos hasta En camisas de Once Varas. Es una palabra que Delibes usa con asiduidad en varias de sus obras pero sin decirnos con claridad qué es en ninguna de ellas (lo da por supuesto). Entonces venimos los “expertos”, lo interpretamos a nuestra manera y soltamos esto:

Cerviguera: Conjunto de plantas de la misma especie que nace en los arroyos. Son fuertes, perennes, ásperas, y al tirar de ellas parece que cortan. (Investigación de campo). (Sic).

La investigación de campo la descartamos: nadie nos ha dicho que la cerviguera es lo que acabamos de teclear, si no es que hemos investigado por el Paseo de la Castellana adelante. Entonces, por la explicación del experto, parece que debemos aceptar que la cerviguera la forma un solo tipo de planta, que además se cría en los arroyos y, para más señas, también parece que cortan.

Por todo lo expuesto pregunto: ¿en cuál de sus obras Delibes nos describe la cerviguera? Bueno, no me acordaba, el autor nos dice que es fruto de su “investigación de campo”. Entonces me surge otra pregunta: ¿dónde investigó el autor de la definición? En el mundo rural no, imposible, en él he preguntado yo y éste es el resultado:

Cerviguera.- hasta ahora lo que podemos deducir es que necesariamente es sitio normalmente húmedo, borde de arroyo, río, etc. A partir de aquí puede ser desde un lindazo, un promontorio, una pendiente no excesivamente grande y siempre cubierta por plantas (de todo tipo) que unas cortan y otras no, hasta robles, encinas, etc. Esto sí que nos lo dice Delibes en varias ocasiones.

¿Por qué mi preocupación? Verá usted: hace unos días escuché en una radio de ámbito nacional esto: “¿existe la palabra cerviguera?” Y el experto en lenguaje echó mano de la definición que nos ofrece aquél que nunca ha visto, ni olido, una cerviguera: El señor Urdiales. Ahora a ver quién puede rebatir esta opinión si el que la da se auto intitula experto en Delibes y, además, está avalado por el Instituto Castellano y Leones de la Lengua y la Cátedra Miguel Delibes, entre otros ilustres urbanitas –dicho con todo cariño y respeto- que tampoco saben de qué va.

Y ahora ahí va mi opinión: el señor Urdiales ha entrado en el mundo rural -por eso también en el de Delibes- como elefante en cacharrería. ¿Qué es una cacharrería? Pues donde se hacen herradones de barro (nunca de latón) para ordeñar a las ovejas y se hacen cerca de donde están los cipreses más papujados que el cronista Delibes haya visto, ¿se acuerdan?

Afortunadamente aún quedamos algún Nini que otro, al que el señor alzhéimer aún respeta, y todavía nos acordamos de algunas cosillas que no habrá nadie capaz de interpretar caprichosamente.

Un último consejo -si se me permite- para el autor de la glosa: con sólo que lea usted atentamente “Las guerras de nuestros antepasados” se dará cuenta de que su definición de cerviguera es desacertada, al menos en la narrativa de Delibes, que es lo que perseguimos, al menos este aficionadillo ex pastor.

Y allá voy con mi ventaja, que por eso soy de pueblo: acompaño unas fotos con varios tipos de cerviguera para ver si de una vez por todas la cerviguera llega hasta las academias, los institutos, los expertos, las cátedras y todo aquél que lo desee.

Ya he dicho que las hay más amplias (por donde pensaba el bisa que bajaría la guerra) y también más reducidas (el escalón de la puerta donde el niño se sentaba a merendar), por eso hemos cogido un término medio, espero que sea suficiente. En las fotos vemos que Delibes podía montar el aguardo (espera en mi pueblo), para las torcaces, “en lo alto de la cerviguera”.

Y ya no quiero abusar más de su paciencia, pero no quiero despedirme sin hacer una invitación a leer una definición de cerviguera que, a todas luces, se ve estudiada y trabajada: me refiero a la recogida en el glosario "En torno a la palabras de Delibes" que Luciano López Gutiérrez pone a nuestro alcance. Todo sea porque los expertos aprendan.



Nota: Por el interés despertado nos proponemos, D.M, emitir "Cerviguera 2" por lo que creemos que el futuro de la palabra se presenta halagüeño.



S.O.S. POR EL LENGUAJE RURAL.



martes, 15 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Espejuelo.

Espejuelo n m. Terrón húmedo de forma alargada. (Sic).

No, no es broma. Aunque lo parezca. Esto es lo que me encuentro en la página 25 del Diccionario del Castellano Tradicional (DCT) para explicar lo que es el espejuelo.

Como dicen los jovencitos en ocasiones… ¡yo es que alucino! Vamos a ver... suponiendo que fuera terrón húmedo -que no lo es- ¿no sería lo mismo si fuera de forma alargada o cualquier otra figura geométrica? Pero es que, además, los autores/as seguro que han pisado algún trozo de espejuelo mientras trabajaban en el diccionario. Muy cerca lo tenían.

A pesar de que hay rumores sobre que este diccionario está como diccionario de consulta sobre palabras del castellano tradicional en colegios e institutos, sólo espero que no sea cierto porque, si lo fuera ¿no creen ustedes que habría que pedir alguna responsabilidad? No se puede desinformar más y mejor, vean:

Espejuelo.- Yeso cristalizado antes de pasar por el horno. Se puede descomponer en láminas muy finas y traslúcidas.

Esto es lo que encuentro en el diccionario de Camporredondo –en esta misma pizarra- y no creo que haga falta una palabra más para definirlo.

Si usted se da una vuelta por las laderas en las que estuvieron ubicadas las yeseras en Portillo, o en Camporredondo, podría recoger todo el espejuelo que quisiera y al mismo tiempo se daría cuenta que nada más lejos de ser un terrón húmedo, alargado o no.

Cabe la posibilidad de que en otras partes de la Castilla tradicional se dé este nombre al terrón clásico, en cuyo caso el diccionario debería informarse de dónde, porque aquí este es el espejuelo de toda la vida.

PROTEJAMOS EL LENGUAJE DE NUESTROS ABUELOS.


lunes, 14 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Cárcavo.

Vamos a ver señor Urdiales: Acostúmbrese al lenguaje rural... le hace mucha falta.

¿Se ha dado usted cuenta de que D. Miguel Delibes, él lo dice, habla el lenguaje de sus personajes y éstos en buena parte son rurales? ¿Pues por qué se esfuerza usted en llevarnos a la academia? ¿Estoy enfadado, otra vez? ¡Sí! El autor de estos ¿diccionarios? se intitula experto en Delibes. Pues lo menos que debo hacer es pedirle que escuche al escritor, e interprete lo que él dice.

Vean lo que encuentro en la página 91 del DCRNMD:

Cárcavo: En estos pueblos, los cambios de Género (cárcavo-cárcava) son habituales: olmo-olma, nogal-nogala. En este caso el DRAE da como correcto el femenino (cárcava). (Investigación de campo). (Sic).

¿Alguien, señor Urdiales, le ha pedido que nos dé una clase de lenguaje académico? Es usted el que pretende interpretar (con poco éxito) lo que el escritor que caza, dice. Por tanto deje la academia tranquila. Si no le parece bien que nosotros, la gente rural, digamos lo que es el cárcavo, nos lo dice y encantados. Pero abandone la narrativa de Delibes porque tiene usted poco que hacer. No es una orden, es un ruego, no lo tome a mal. Ah, y lo del cambio de género ya lo hemos discutido ¡deje en paz al “chopo-chopa”!

Mire lo que usted -totalmente lego en la materia- nos dice: “En este caso el DRAE da como correcto el femenino (cárcava)”. ¿Y se queda usted tan ancho? O sea, deduzco que, según usted, la palabra cárcavo que usa Delibes, y nosotros, no es correcta. Pues mire, por mi parte, encantado de haberle conocido pero en lenguaje rural es usted al que le falta cultura: la cultura rural.

Y ya, para su cultura rural le diré:

Cárcavo.- Zanja –más o menos amplia y profunda- que abre en la tierra una corriente de agua, principalmente la lluvia. No hace falta decir que cuanta más lluvia, más cárcavo.

Y, efectivamente, el DRAE lo llama cárcava. ¡Es que los de pueblo somos de brutos!… pero el cárcavo es eso: cárcavo, les guste o no, a usted a la academia y a la cátedra.

RESPETEMOS EL LENGUAJE RURAL.

domingo, 13 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Ensacadora.

No, no podemos borrar de un plumazo una máquina que, si bien no estuvo mucho tiempo en activo (pronto llegó la trilladora y enseguida la cosechadora) si representó un gran avance en las tareas de la era.

Dice el DCT en su página 269:

Ensacadora  n.f. Máquina que se utiliza para meter el grano en sacos. (Sic).

Yo creo -es sólo una opinión- que el error viene de atrás: cuando el DCT quiso describirnos la aventadora, nos dijo que era una máquina que limpiaba el grano que caía ya directamente en sacos. Éste fue el error: se saltaron la aventadora, dotándola de un servicio que no daba y ahora se han quedado sin el espacio que corresponde a la ensacadora.

Qué duda cabe que ensacadora es la que ensaca –en este caso grano-, lo que pasa es que aquel espacio lo cubrió una máquina que además de limpiar el grano lo ensacaba con sólo ponerle un saco a la salida, algo que no hacía la aventadora o beldadora. O sea:

Ensacadora.- Máquina dotada de una cinta sinfín que elevaba la trilla hasta la tolva, que despajaba y acribaba el grano en una sola pasada, y lo ensacaba si le colocabas un saco a la salida. O sea que nos evitaba la tarea del cribado y el medir -o ensacar- con la media fanega, que no era poco.

RESPETEMOS EL LENGUAJE RURAL.


sábado, 12 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Indino.

La diferencia entre el experto y este paleto –sólo- admirador de la obra de Delibes, estriba en que el escritor que caza habla mi lenguaje y el experto está en otra órbita. Vean:

Indino. 2. adj. Vulg. Que no es digno. (Sic)

Esto es lo que dice el experto en la cátedra de Miguel Delibes. Lo ha extraído del DRAE en su segunda acepción y, como desconoce nuestro lenguaje, no es capaz de ver que se adaptaría un poco más la acepción primera que dice:

Indino, na. 1. adj. Coloq. Dicho de una persona, un muchacho generalmente: Traviesa o descarada.

Vamos al grano: Sí, si, ya sé que el diccionario se refiere a una persona y el cazador al conejo pequeño; pero verá usted como está un poco más cerca (es que los de campo somos así) ¿se podría decir del gazapo que por, no levantarse para que le maten, es indigno? ¡Hombre no sea usted así! El cazador lo que dice en el lenguaje que nosotros (los de campo) entendemos y usamos, es:

Indino.- Pícaro, astuto, tunante, cuco, pillo, vivo, zorro… y muchas más.

¿Usted cree que D. Miguel dice que el gazapo es indigno por no levantarse para que le larguen los perdigones? El cazador lo que dice que el gazapo es listísimo. Y además me atrevo a decir que Delibes lo que dice del gazapo es que es digno de ser lo que es. ¿Qué usted no cree que sea así? Pues encantado de la vida, usted señor experto sigue llamando indigno al gazapo que no quiere que le maten y yo le digo que era un indino el gazapo: “más listo que el hambre”. ¿Se acuerda el experto lo que es gazapear? ahora tiene la ocasión de aplicarlo.

RESPETEMOS EL LENGUAJE RURAL.

viernes, 11 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Achicoria 2

Porque creo que mi explicación sobre achicoria, unido a la definición que nos ofrece el DRAE, son poco clarificadoras, he creído oportuno incluir “En camisas de once varas” achicoria 2. Perdonad mi reiteración.

La cosa empezó porque “Cátedra Miguel Delibes” y su experto en la obra del escritor, no supieron a lo que se refería al decirnos D. Miguel en “La Hoja Roja “que Moisés se abrasó la cara en el horno de achicoria.

Visto que yo tampoco he acertado en mi explicación, intentaré afinar un poco más, incluyendo la parte referida a otro tipo de achicoria que, no entiendo por qué, la llaman así y digo:

Achicoria.- Quiero referirme a la achicoria en cuyo horno-tostadero se abrasó la cara -según el escritor- Moisés ("La hoja roja"). Planta cuyas hojas eran/son pasto apetecible para ovejas y conejos. Nunca, ni crudas ni cocidas, para personas (son muy amargas). La raíz de esta planta previo tueste y molienda, se empaquetaba y se destinaba para el consumo como sucedáneo del café.

Como ensalada: después de arrancada, tanto si se amontonaba, como si se enterraba debidamente, entallaban y, este tallo -si antes de salir a la superficie se recogía- era una excelente ensalada. Y aquí acabó la historia de la achicoria cultivada para consumirla como sucedáneo del café. Así que, de ella, ¿nos olvidamos?

Achicoria amarga o silvestre: dice el DRAE “su infusión se usa como remedio tónico aperitivo. Nunca vi a nadie recogiendo la llamada achicoria silvestre para consumo más allá del consumo como pasto para ovejas y conejos. Entiendo que si se llama así es por la similitud entre sus hojas y las de la achicoria cultivada. De todas maneras la achicoria cultivada también es amarga. ¿Hay achicoria dulce?

Achicoria. 1. f. Planta de la familia de las compuestas, de hojas recortadas, ásperas y comestibles, así crudas como cocidas.

Ante esta aseveración yo no tengo nada que decir porque no sé a qué achicoria se refiere el DRAE.

Escoba. Al nacer, ajunjera
Y ahora vamos con otro tipo de planta que algunos llaman achicoria (desconozco la razón). Me refiero a la escoba que Miguel Delibes menciona en su diálogo con Ángel Rodríguez en Torrepadre. A la escoba le viene dado el nombre porque de la caña o tallo de esta planta se hacían las escobas para barrer la era. A la achicoria que se refiere Ángel Rodríguez en “Castilla Habla” (las setas y otros frutos silvestres) es la ajunjera (ajonjera en otras zonas). En el Diccionario de Camporredondo ya está recogida y en alguna otra parte de La Pizarra de Gaude he dejado sentado que, para mí, es la mejor ensalada que existe o ha existido, porque encontrar un majuelo escavado y esponjoso hoy, me parece imposible.


RESPETEMOS EL LENGUAJE RURAL



jueves, 10 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Cachetero.

Sí, sí, ya sé que soy un pesado: estas cosas no tienen importancia, eso ya lo sé. Pero es que si veo que no se hace justicia al Castellano Tradicional, algo tengo que decir, vean:

Cachetero n.m. Cuchillo para matar o despedazar animales. (Sic).

Esto está escrito en la página 812 del DCT.

Cachetero del año 1930
Entonces ¿qué debo hacer si, cuando nací, el cachetero de la fotografía se usaba en casa para matar a las reses y abastecer la carnicería de casa y jamás lo vi usar para despedazarlas, entre otras cosas porque para eso tenían mis padres un conjunto de cuchillos especiales? Pero, además ¿no creen ustedes que resultaría un tanto  difícil e incómodo despedazar una res con una herramienta así.

Entonces creo que está justificado que yo diga en honor al Castellano Tradicional:

Cachetero.- Especie de puñal para dar muerte a las reses. Si yo no sé explicarlo todo lo bien que debiera para eso está la foto.

DEFENDAMOS EL CASTELLANO TRADICIONAL.

miércoles, 9 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Betún.

Cuando el emigrante llegó a Dakar, los negros acudieron a lo que suelen acudir los negros: a vendernos sus cosas, que es una forma de ganarse la vida. Parece que uno quiso timar al emigrante y quería venderle un peinecito a cambio de… en fin, que el emigrante se enfadó y el negro dio un tirón y le lastimó un dedo. Total que el emigrante, enfadado, reaccionó con lo que pudo: insultando al negro (supongo que sin que éste le oyera) ¿qué podía hacer? Entonces exclamó: “¡no te giba el betún este!”

Imagino que, si en vez de estar en África, el emigrante hubiera estado en el norte de Europa hubiera empleado otro calificativo.

A partir de ahí cada uno interpretamos la expresión de manera distinta: el experto en Delibes y su Cátedra  después de consultar el DRAE dicen, lo que el DRAE en su acepción 3 dice:

betún
(Del lat. Bitümen). 
3. m. zulaque.

zulaque
(Del ár. hisp. assuláqa, y este del gr. Syloge, colección).
1. m. Betún en pasta hecho con estopa, cal, aceite y escorias o vidrios molidos, a propósito para tapar juntas de los arcaduces en las cañerías de aguas y para otras obras hidráulicas. (Sic)

Yo he leído el “Diario de un Emigrante” y he visto que, al llegar a Dakar, es cuando el emigrante se enfada y dice del negro “¡no te giba el betún este!” y lo que entiendo es:

Betún.- crema para el calzado que hubo en aquel tiempo en cajas como la de la foto, que se aproxima al color de la piel del africano.

Cajas de betún (izquierda) y servus (derecha)
Cómo además recuerdo cuando en la tienda de mis padres se vendían estos dos ejemplares que acompaño; quiero decir que se pedían, los dos, con el nombre de betún o servus indistintamente.

Y ya, como saben que siempre pregunto, pues eso: ¿qué tiene que ver el zulaque (pasta para tapar juntas) con la discusión entre el emigrante y el negro?

Esta discusión se produjo el día 18 de marzo, sábado.

 Reflexión: Creo que para ser experto en la obra de Delibes es imprescindible tener mucho valor; o sea más cara que un saco de perras chicas.


RESPETEMOS LA OBRA DEL ESCRITOR.












martes, 8 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Dedil.

Dedil   n.m. Funda de cuero o de suela provista de un cordón, que protegía el dedo índice de los segadores y espigadoras.
Sinón. dedal.
Observ.: El  resto de los dedos se resguardaba con la zoqueta, y el antebrazo con el manguito.
Al dedo índice se le conoce en algunas zonas como dedo pajero, pues con él se recogía la revuelta a la morena. (Sic).

Esto es lo que recoge el DCT en su página 268 al referirse al dedil.

No hay mucho que decir, excepto que dedal y dedil -por lo menos en mi pueblo- son sinónimos de dedo, pero uno es metálico y protege la primera falange del dedo al empujar la aguja para coser y el otro es de cuero y protege todo el dedo índice, (¿es lo mismo bota campera que zapato?) o dedo pajero, al segar. Digo al segar, porque las espigadoras, a las que tantas veces vi espigar, no usaban dedil. Quizás el DCT sí, lo observó, por lo que pregunto ¿en qué dedo índice lo ponían? Sorprende el dedil de suela pero…en fin, yo creo que sería un poco incómodo, yo nunca lo vi.

En la observación que hace es casi correcto, si no es porque insiste en el manguito y de él ya hablamos largo y tendido en su momento: manguito sí, pero no en el brazo izquierdo sino en el derecho para evitar roces con las espigas y los cardos, nunca para evitar cortarse al segar con la guadaña (el segador no carecía de inteligencia). queda una última aclaración sobre la observación: la revuelta que el dedo pajero recogía no era a la morena sino a la manada. La morena es mucho más grande, ya hablaremos de ella.

O sea:

Dedil.- Funda de cuero que el segador se ponía en el dedo índice, también llamado pajero, para protegerlo de posibles cortes al segar con el hocino.

RESPETEMOS EL LENGUAJE RURAL.

lunes, 7 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Bicha.

A estas alturas ustedes ya han detectado que soy analfabeto de Delibes; pero lo que no les quedará duda es de que he leído la obra del gran escritor. Y para demostrar, una vez más, que esto es así, vamos con la palabra “bicha” que no es ni más ni menos que la hembra del hurón, pero que el experto y la Cátedra Miguel Delibes han transformado en:

bicha. (Del dialect. Bicha, y este del lat. Bestia, bestia).
3. f. coloq. Entre personas supersticiosas, porque creen de mal agüero el pronunciar su nombre, culebra (reptil ofidio). (Sic).

TOMADO DEL DRAE, COMO DE COSTUMBRE.

Recuerden que estamos hablando en la narrativa de Miguel Delibes.

¿Por qué digo que, al menos, lo he leído? Porque si no, no sabría que en la página 107 del "Diario de un Cazador", Delibes nos cuenta que ese día andaban bicheando con dos bichas (hembras de hurón) que había llevado El Tomillo y que una se quedó trasconejada y tuvieron que sacarla por una calicata que el mismo Tomillo hizo con la azadilla. ¡Anda que no habría que aclarar aquí al experto la cantidad de palabras que, visto lo visto, no conoce!

Bueno, no interpreten mal al experto, es que esto se le ha pasado, vio la palabra bicha y pensó en las terroríficas serpientes de los avernos y en el jefe de éstos. Él no sabía que al hurón se le dice bicho para afirmar que cuando el cazador va a bichear lleva un bicho que se llama eso: hurón, que es el bicho que hace salir a los conejos, y conejas, de la madriguera, o de donde los encuentren. ¡Menudo es el bicho!

RESPETEMOS EL LENGUAJE RURAL Y LA OBRA DE DELIBES.

domingo, 6 de abril de 2014

En Camisas de Once Varas: Sobreborrega.

Sería imperdonable, que después de haber nacido entre ovejas y haber pasado buena parte de mi juventud como pastor, yo me dejara colar este –para mí y en esta tierra- error. Dice el Diccionario del Castellano tradicional en su página 587:

Sobreborrega n.f. Oveja entre uno y dos años. (Sic)

Puedo decir y digo: la sobreborrega en este pueblo -Camporrredondo- y sus alrededores, nunca existió.

Entre su nacimiento y un año la oveja fue cordera; entre uno y dos, fue borrega y, entre dos y tres, fue borra. Aquí lo dejamos.

Yo creo que no es necesario añadir nada más, simplemente la pregunta: ¿en qué parte de nuestra piel de toro existe la sobreborrega y no la borrega? Borrega, borrega… ¡ay madre!

PROTEJAMOS (EL QUE MÁS SEPA QUE MÁS DIGA) EL LENGUAJE RURAL.

sábado, 5 de abril de 2014

En camisas de once varas: Avena



Aunque la palabra tal como está recogida quizá debiéramos dedicarle una explicación más amplia, vamos a centrarnos en lo que recoge el DCRNMD que en su página 62, dice:

Avena: Aunque el significado del DRAE es el correcto, aquí Miguel Delibes quiere referirse a un campo de avena cuando dice una avena. (Investigación de campo) (Sic)

Vamos allá: ¿hablamos en la narrativa de Delibes, (con lo cual sobran más referencias) o de qué hablamos? Como el autor del diccionario dice que se apoya en la narrativa del escritor, sigamos por ahí: “Aunque el significado del DRAE es el correcto (…)” ¿Quiere decir el autor, que lo que dice Delibes no es correcto?

Miguel Delibes, a lo largo y ancho de toda su obra, habla el lenguaje que hablan sus personajes y el ambiente en que se mueven. De manera que si algo hay correcto en su obra es lo que él nos dice; y nos dice muy bien, que las perdices se le han ocultado tras una avena. Entonces si algo nos queda por aclarar es: aunque el significado de Delibes es el correcto, el DRAE se refiere al cereal avena, no a una avena.

Ya sé que Jorge Urdiales es un magnífico académico y que nos explicaría correctamente lo que es la avena, pero es que D. Miguel no habla de LA avena, sino de UNA avena que aunque parezca igual no es lo mismo. Avena: cereal para alimento. Una avena: un campo sembrado de avena. ¿Es más correcto lo que dice el DRAE que lo que dice el escritor? En todo caso, uno habla en lenguaje académico y tiene su razón académica, y el otro en lenguaje rural y tiene la razón rural que, ¡por cierto! ¿no es el lenguaje que nos interesa en la obra de Miguel Delibes?

Cuando un agricultor le hable de una avena, un trigo, una cebada, un centeno… etc. siempre le estará hablando de UN campo (nunca de EL campo) sembrado de ese cereal.

Hay otro detalle en el diccionario que quizá, al lego, pueda confundir: las perdices no se le ocultaron, al cazador, "bajo una avena", sino tras ella. Hay una pequeña diferencia que puede dar lugar a que el no experto piense que la avena es un árbol, bajo cuya copa se ocultan las perdices.

Conclusión: hablemos en lenguaje académico, o rural, en cada momento, sin olvidar que uno y otro tienen sus reglas y, dentro de ellas, los dos son correctos.

RESPETEMOS EL LENGUAJE RURAL.