lunes, 10 de julio de 2017

Seguimos añadiendo palabras

Para asar el ceguillo –que estaba provocador- acababa yo de poner la chisquereta en el corral. Al momento, mi vecina –que es de armas tomar- se puso a garlear (garlar): ¡pero qué huevazos eres! ¿qué coño estás haciendo? ¡vas a prender el barrio! Visto el mal jerol que tenía mi vecina -pues no se daba a razones-, le dije: ¡anda castaña, que me tienes hasta los cojones! ¿no capiscas que no hay peligro? Así acabó la trifulca: ella se enfurruñó, se largó, y me dejó cariparejo, tranquilo quiero decir.

Ceguillo braseado –hasta el olor alimenta- pan reciente, bota de vino tiesta, manta tendida sobre el céspede, nos acodamos en ella y… ¡a disfrutar…!

Al ponerme de pie -después de la panzada- me dio un chisquido a la altura de los riñones que me obligó a cavilar… ¿y ahora cómo trinco yo el azadón y voy a quitar los chascones de grama que hay en “La cazuelilla?”. Quizás un poco apirolado -fruto de los apretones a la bota- púseme a cantar las excelencias que representaba la matanza del marrano en el apaño de la casa.

Tanto, creo, me excedí, que mi mujer -que había salido a disfrutar el cacho de ceguillo asado- va y me suelta: ¡anda, cállate, que ya chocheas! Mi hijo que estaba deseando meterse con su padre, aseveró lo que su madre decía. Entonces -como con la madre no tenía yo nada que hacer- advertí a mi chico: cállate tú que cobras, no aguanto lo que dice tú madre contimás pa’ aguantártelo a ti.

Para no liarla, apagué las ascuas de la fogata, cambié el azadón por la cayada, la alforja y la manta y, por el coladero salí a la vereda que unía al cordel en busca del careo que ya había junado días atrás.

Así transcurrió el día: ceguillo bien asado y saboreado, apretones a la bota, ovejas ahítas y herradón lleno a rebosar. ¿hay quién de más? Bueno… el chisquido en la espalda se pasó al poco rato.

Vamos con alguna palabreja:

CASTAÑA.- Referido al órgano genital femenino. Exclamación de desaprobación hacia una mujer. ¡Anda castaña! Si se quería ofender más y mejor se decía: ¡Anda castaña pilonga! Con lo cual parecía que la ofensa quedaba sellada.
Con el mismo significado se empleaba la palabra seta.
El DLE en su 13 acepción la recoge como sigue:
castaño, ña
13. f. coloq. Cosa aburrida, fastidiosa o de mala calidad.
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CEGUILLO.- Estómago del cerdo.
Solía comerse a la brasa. Buenísimo. Pero si no se consumía así, se picaba y se embutía en los chorizos sabadeños que tanto sabor… y grasa, aportaban al cocido.
El ceguillo se asaba añadiéndole sal, o después de adobado. Rico de las dos maneras. Si se asaba con manojos (sarmientos de la vid) miel sobre hojuelas.
El DLE no recoge esta palabra.

CÉSPEDE.- Conjunto de hierba muy tupida. (Se dice de la hierba del jardín) > Césped.
Aunque recogida por el DLE, esta palabra, fuera del mundo rural, no se usa demasiado.
Hay otra palabra –en el mundo rural- que se empleaba con un significado parecido: rede. La palabra rede se usa para referirse a la red. Por ejemplo, se colocaba en el carro para aumentar su capacidad, también para trascolar la tierra con la rede de telera (abonar directamente con el ganado)…etc.
céspede
1. m. césped.
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CHASCÓN.- En lenguaje rural: pequeño grupo de plantas (grama por ejemplo) que crece aislado. “Voy a quitar unos chascones de grama que han salido en la de la cazuelilla”.
Es curios que el DLE recoja esta palabra como:
chascón, na
De chasca2.
1. adj. Bol. y Chile. Enmarañado, enredado, greñudo. U. t. c. s.
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¿Debo de entender que nuestros abuelos importaron la palabra de Bolivia o Chile? Suena un poco raro, ¿no? En mi pueblo la palabra chascón, y chasconera (conjunto de chascones, arrancados en hilera) fue una palabra muy al uso.

CHISQUIDO.- Ruido, o sensación, que hace algo al romperse. “Se ha roto, se ha oído/he notado un chisquido”. >Chasquido.
El DLE sólo la recoge como chasquido. Es, por tanto, chisquido, una palabra eminentemente rural. Otros lo achacarán a mi falta de cultura... ¡qué le vamos a hacer!

CHOCHEAR.- Deformar la realidad, sobre todo por causa de la edad. “El abuelo (mi caso) ya chochea”. También se usa para mostrar desacuerdo con lo que otro dice. Por falta de recursos para refutar lo que el interlocutor dice se usa: ¡anda calla, que ya chocheas!
Chochear
De chocho2.
1. intr. coloq. Mostrar debilitadas las facultades mentales por efecto de la edad.
2. ntr. coloq. Manifestar de forma exagerada el cariño y afición a personas o cosas, hasta el punto de comportarse como quien chochea.
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COBRAR.- Recibir una azotina. “No hagas eso que cobras”.
Era una forma de obligar –principalmente al niño- a cambiar de opinión a la hora de hacer algo que creemos incorrecto.
Cobrar
Afér. De recobrar.
8. tr. coloq. Dicho de una persona, especialmente de un niño: Recibir un castigo corporal. Cobró un par de tortas. U. t. c. intr.Siempre acaba cobrando.
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CONTIMÁS.- Cuanto más. “Contimás lo muevas peor”. “Es como la mierda, contimás la muevas, peor huele”.
Palabra no recogida en el DLE.

COLADERO (referido a cañadas).-Vía pecuaria –sin anchura prefijada- cuya anchura se establecía según necesidades.
Si para desplazar el rebaño de un lugar a otro había que dar un rodeo excesivo, se establecía un coladero para acortar el camino. En Camporredondo había establecido un coladero de forma permanente -a través del pinar municipal- para unir el cordel (ramal) del camino de Portillo con la vereda del Puente de las Cabras sin tener que llegar al pueblo.
Según el DLE en su segunda acepción:
coladero
2. m. Camino o paso estrecho.
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CORDEL (también llamado ramal)- Vía pecuaria con anchura de 45 varas (37,71 metro). El cordel generalmente era un ramal que partía de la cañada real (90 varas) como servicio a su paso por poblaciones determinadas.

Después de vacaciones, seguiremos con más palabras en:
Camporredondo, 9 de julio de 2017



martes, 4 de julio de 2017

Más cosas y más palabras

Aquella noche serena de mayo hacía presagiar una mañana espléndida. El paseo por la cañada del camino de Portillo se presumía muy agradable, por lo que muy temprano -todavía obscuro- con la claridad que nos proporcionaban las bombillas de 15 bujías repartidas por las esquinas del pueblo, nos cogimos del bracete y… ¡a caminar! dijimos.

Quizás la mañana invitaba a burrear, pero no, supimos ponerle calma, sosiego, al paseo y seguimos caminando sin acelerar el ritmo cardiaco más allá del necesario para compensar el esfuerzo requerido al caminar cuesta arriba.

Amanecía cuando -por el barco- coronábamos la cuesta hacia el páramo. Justo antes de entrar en “El bosque”, mi esposa -a mano derecha- descubrió unos pájaros enormes que careaban en un campo de yeros. Mira: las avutardas, me dijo. Volví la vista en dirección a Montemayor y enseguida me di cuenta de que era un grupo barbones. Así se lo comenté sin dejar de caminar. Mi amor, extrañada, replicó: pero es lo mismo ¿o no? No, le dije, el barbón forma parte del grupo de las avutardas, pero ésos son los machos: los barbones.

Oye, preguntó mi mujer, ¿qué cábida tendrá esta tierra de yeros en la que picotean los barbones? Quizá dos obradas y tres cuartas… a todo tirar; así calculé a ojo de buen cubero.

Al llegar al pinar me llamó la atención la cantidad chotas que sobre las copas de los albares se veían y comenté a mi acompañante: ¿te has fijado? ¡Vaya cachapada de piñas que hay este año! 

Unos pasos más y el olor del tomillo, sardinilla, cantueso, estepa… hacían la delicia de nuestro paseo. Caminamos un rato entre el pinar y el labrantío, en dirección este, hasta bajar por la cañada de Carramambres en dirección al hogar donde nos esperaba la casca: el rico almuerzo del segador. dos huevos, un torreno (torrezno) y la tajada de la olla; mezclado todo con el pan candeal, lechuguino, reciente, que acababa de dejar el panadero.


Barbón: macho de la avutarda. Internet, José María Rodríguez Cidoncha.
BARBÓN.- Macho de la avutarda.
Lo mismo que se habla del rebaño de ovejas, -soslayando que el rebaño también lo componen los carneros- se dice del bando de avutardas, no diciendo que el bando lo componen las hembras y los machos: barbones. A la vista de la fotografía creo que no será necesario explicar el por qué se le llama barbón: las hembras no tienen barbas.
El DLE no recoge esta palabra si no es como barbudo, cabra, o fraile cartujo lego.

BRACETE (Cogidos de, o del).- Se dice cuando la mujer se coge del brazo del hombre. “Los vi que iban paseando cogidos de, o del, bracete”.
El DLE –muy actualizado, y muy correctamente- lo recoge como “con el brazo asido al de otra persona”.
En otro tiempo el ir cogidos de –o del- bracete sólo era entendido, en el mundo rural, entre pareja hombre y mujer.

BUJÍA.- Unidad de intensidad luminosa empleada en lugar del actual vatio. Equivale a la luz proyectada por una vela encendida. Las primeras bombillas que recuerdo en mi pueblo (allá por los años 1940) eran de 15 bujías, o sea, el equivalente a 15 velas encendidas.

BURREAR.- Hacer burradas. Hacer cosas a lo bestia, sin usar el raciocinio.
El DLE no recoge esta palabra.

CÁBIDA.- Aforo de un tonel (medido en cántaras). Superficie de un terreno (medido en obradas, fanegas etc.). Capacidad de una cosa para contener otra.

El DLE sólo la admite sin acento. Por tanto CÁBIDA debemos aceptarla como palabra rural.

CACHAPADA.- Gran cantidad de la cosa. "Junamos (vimos) una cachapada de jabalíes" "te lo dije una cachapada de veces etc."
Palabra no recogida en el DLE.

CAIDO.- Lo mismo que caído sin acento en la i.
Palabra que tantas veces escuché en mi niñez: “me he -o te has- caido” y que hoy no se entiende sin acento. Por eso el DLE no la recoge.
Se emplea la palabra caído -con acento- cuando la relación entre el peso bruto y la tara es grande. Se dice: tiene mucho caído. En este caso sí que lleva acento. Valga un ejemplo: se pesa una res para carne y si, después de sacrificada, se vuelve a pesar y la diferencia es grande, se dice que tiene mucho caído (mal negocio ha hecho el comprador).
Cabe pensar que en lenguaje rural se le da sentido distinto a la palabra caido (porrazo que te das por caer) que a la palabra caído, relación existente entre el peso bruto de la cosa pesada y el neto. La diferencia es la tara o parte inservible: caído.

CALENTAR.- Pegar. “No hagas eso que te caliento”.
El DLE la recoge como -forma coloquial- dar azotes a alguien.

CASCA.- Comida. Se refiere al sustento diario, mantención (manutención en lenguaje académico). “Se ajustó por un tanto -en dinero- más la casca”.
El DLE no recoge la palabra con esta acepción.

Camporredondo, 17 de junio de 2017