… los amantes del lenguaje rural y la obra de Miguel Delibes
hoy tenemos un pequeño, o gran, motivo para el regocijo. Vamos con ello.
Raer
CH p. 146
Pero tan pronto cede el calor, el pino negral empieza a raer.
Raer: Perder resina. (Investigación de campo)
Pero tan pronto cede el calor, el pino negral empieza a raer.
Raer: Perder resina. (Investigación de campo)
El “experto” en temas rurales y narrativa de Miguel Delibes –que ahora imparte
clases por radio-, nos dijo en el glosario de Cátedra Miguel Delibes y en el
primer librito que lanzó al mercado, editado por “Fundación Instituto Castellano y Leonés de
la Lengua” (¿?), lo que acabáis de leer.
Con el paso del tiempo, el mismo señor, -que ya había leído alguna
aclaración- quiso remediar, pero sin corregir (rectificar, según dicen, es de
sabios), y en su segundo librito de “experto”, -esta vez editado por ediciones
“Cinca”-, nos envía su, nueva, versión:
Raer
CH p. 146
Pero tan pronto cede el
calor, el pino negral empieza a raer.
Raer: Perder resina el pino que recogerá el resinero
con la raedera. (Investigación de campo)
Subimos de nivel, y en la
radio, hoy, 25 de octubre de 2017, cuando son, aproximadamente, las 19 horas y 15
minutos, se oye y escucha:
Buenas tardes.
Un pino negral, el… famoso pinus panister, (él dijo panister, ¿será otra clase de pino?) es el pino
resinero, pero que no da piñones. Abundantísimo pues, por ejemplo, en la
provincia de Segovia y de sobra conocido por Miguel Delibes. Aparece, entre
otros, en su libro “Diario de un cazador” cuando relata que comieron en la
cotarra “San Crispín” y que, desde lo alto se dominaban los bosques de negral.
Al pino negral se le ha vuelto a extraer la resina, parece que vuelve a ser rentable.
Aumentan en los últimos años grupos de pinos negrales con su pote, bajo la
entalladura, mientras el pino llora su resina lentamente. Como se sabe la mayor
parte de la resina caerá al pote, dentro, pero otra poca se quedará pegada a la
entalladura antes de entrar en el pote. Pero aquí nada se pierde, el resinero
acudirá a sus pinos negrales y con un utensilio que llaman raedera irá rascando
esa resina pegada a la entalladura. “Bosques de negrales quiero, que embellecen
el paisaje y, ahora, vuelven a dar dinero”.
Lo primero que quiero y debo decir es que, según Delibes -a
pesar de que calor pertenece, eso creo, al género masculino- Mariano Sastre dice al escritor: “Pero tan pronto cede la
calor (…)”.
Podemos observar que el experto en temas rurales y narrativa
de Delibes, aprovechando que “el Pisuerga pasa por Valladolid”, sin venir a
cuento quiere demostrarnos que sabe lo que es raer y nos suelta lo que ya
ha aprendido –aunque aún desconoce que en la misma operación es necesario el paraguas-. Pero se niega a
corregir lo que dijo sobre la palabra raer
cuando no sabía. Lo que dijo entonces lo podéis ver más arriba, y lo que ahora dice, lo hemos comentado hace poco:
“Como se sabe la
mayor parte de la resina caerá al pote, dentro, pero otra poca se quedará
pegada a la entalladura antes de entrar en el pote. Pero aquí nada se pierde,
el resinero acudirá a sus pinos negrales y con un utensilio que llaman raedera
irá rascando esa resina pegada a la entalladura”.
Como vosotros sabéis mejor que yo, la operación de acudir
con la raedera al pino y rascar la resina adherida en la entalladura, se llama RAER y es la última operación que el
resinero ejecuta en la temporada, excepto el año que tocara recoger el sarro.
O sea que, al “experto”, le queda por aprender que el pino
negral o resinero no es “el famoso pinus panister”,
sino el pinus pinaster. Si la palabra
hubiera sido escrita podríamos decir que ha habido un baile de letras o quizá
un error de imprenta, pero no, en el lenguaje hablado no se da esta
posibilidad; sencillamente… ¡no lo ha oído nunca, lo desconoce!
Así que… decía yo al principio: regocijémonos porque los
“expertos”, aunque públicamente siguen sin reconocer el error, hoy saben que RAER no es "perder resina", sino otra de las operaciones que el resinero
le hace al pino negral o resinero (PINUS PINASTER), para extraer su resina.
Camporredondo, 2 de
noviembre de 2017
Firma el pastor, amigo del
resinero.
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