No hace falta que me recordéis que, en anterior entrada, ya hemos comentado suficiente sobre esta palabra. Si insisto es porque este nuevo-viejo “diccionario” nos ofrece, como novedad, la mejora de algunas palabras.
El “Diccionario del castellano rural en la narrativa de Miguel Delibes” editado por ediciones Cinca nos repite –porque debe de estar muy convencido- que los surcos se cachean. Y nosotros repetimos todas las veces que haga falta; los lomos, o cerros, de los surcos no se cachean: se cachan. Tampoco me canso de decir que los surcos, además de no ser delincuentes, no esconden ningún tesoro. Por tanto es inútil y absurdo cachearlos (registrarlos).
Pero, además, sin que sirva de precedente, repetimos: el DRAE y este paleto estamos en total acuerdo, ved lo que dice el DRAE:
cachar1.
3. tr. Arar una tierra alomada llevando la reja por el medio de
cada uno de los lomos, de modo que, estos, queden abiertos.
De
forma y manera que, cuando hablemos de abrir surcos, tueros, patatas… diremos cachar. Pero si queremos registrar a
algún posible ratero diremos... ¿qué diremos? Pues eso: cachear.
Reitero:
nuestro nivel, en cultura rural, es tan pobre, que si alguien no frena la
propagación de libritos como éstos que ahora nos ocupan, en pocos años
habremos trastocado totalmente el sentido que tenía el lenguaje de nuestros
abuelos.
En
la mejora que el “experto” añade, en el librito editado por ediciones Cinca, a
la palabra cachear, reconoce que en Castilla se dice cachar. Entonces yo digo... ¡joder! si ahora has descubierto que en Castilla se dice cachar ¿por qué sigues
diciendo cachear? ¿No dices que es un “diccionario” del castellano rural?
Entonces lo correcto será recoger lo que en la Castilla rural se dice… ¿o no? Sin
embargo sigue insistiendo en que “También se cachea la tierra cuando está de barbecho,
para quitar el forraje y mantenerla limpia. En
la actualidad se hace con la binadora. Y, como siempre, añade la tan
socorrida… (Investigación de campo).
Bueno,
creo que ha quedado claro que, en Castilla, se cachaban los surcos: no se cacheaban.
Nos queda por decir que el arado tradicional
para esta operación era el romano. Esto era en tiempos en que Delibes escribió
“Viejas historias de Castilla la vieja” (años 1960). En la actualidad, nos dice
el experto en Delibes, que se hace con la binadora; y sigue con su… (Investigación
de campo).
Bien. Como lo mío es aprender, yo rogaría al señor Urdiales que me
diga qué tipo de arado es la binadora ¿es otro de los arados descubiertos en
sus investigaciones? Digo esto porque yo conozco la binadera como herramienta
manual para distintas labores (ya lo publicamos en “La pizarra de Gaude"), y el
binador (también publicado), arado de tracción animal, con el que se binaba,
pero la binadora no sé lo que será más allá de la persona que bina.
Hasta
aquí estamos intentando hablar en el lenguaje que Delibes usa en su narrativa.
Por eso nos referimos al arado romano, al binador, a la binadera, etc. pero si
lo que queremos es documentarnos sobre los métodos agrícolas actuales será otro
tema del que yo –entrado ya en edad- me retiro. Eso deben escribirlo los
jóvenes (los pocos que quedan en el campo). Porque, efectivamente, hoy a la
binadera la llaman binadora y el binador de mi época tampoco tiene nada que ver
con el actual. De manera que, yo creo, debemos ceñirnos al tiempo en que
Delibes escribió. Y en aquel tiempo se cachaba el surco con el arado romano,
hoy se cultiva de distinta manera. Dudo que hoy se cache el surco para tapar la
semilla, como tampoco para eliminar las malas hierbas.
Quiero
insistir en la admiración que siento por el señor Urdiales. No, de nuevo repito
que no es admiración por su obra como experto en Delibes, no. Mi admiración va
por el valor que este señor demuestra al ponerse delante de una cuartilla, un
micrófono, un público o una cámara de televisión, desconociendo total y
absolutamente aquello sobre lo que pretende disertar. Supongo que ya tendrá
reservada, en alguna de las entidades que le siguen (periódico El Norte de
Castilla, Cátedra Miguel Delibes. Fundación Miguel Delibes, Fundación instituto
castellano y leonés de la lengua, Ministerio de incultura rural, Diputación
provincial de Valladolid… etc. etc.), alguna medalla del mérito al valor: a la
osadía.
Y
aquí me tienen ustedes: pobre paleto, y analfabeto, contra toda la cultura
académica… Bueno no, no es cierto: en contra de todo el analfabetismo rural. Es
que no es lo mismo.
Camporredondo 29 de julio de 2015
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