sábado, 19 de diciembre de 2015

Perdido 2

Ruego paciencia al posible lector, porque sólo así podrá terminar esta lectura que yo creo es imprescindible presentarla en su totalidad para que después, cada cual, saque sus propias conclusiones.

La primera parte se refiere a lo que el “experto” en Miguel Delibes entiende que significa la palabra perdido, que publicó en Diccionario del Castellano Rural en la Narrativa de Miguel Delibes y en el glosario de Cátedra Miguel Delibes. ¡Dios bendito!

La segunda parte incluye el mismo Diccionario del Castellano rural en la narrativa de Miguel Delibes, esta vez editado por ediciones Cinca, en el que, nos dicen, que algunas palabras han sido mejoradas. La palabra que hoy nos ocupa es una de las "mejoradas".

Vamos con la primera parte.

Perdido
D1C p. 167
A la tarde le metí en un
perdido de escobillas y avena loca.
perdido, da.
(Del part. de perder).
1.
adj. Que no tiene o no lleva destino determinado.
2.
adj. U., unido a ciertos adjetivos, para aumentar y reforzar el sentido de estos. Histérica perdida. Enamorado perdido. Tonto perdido.
3.
m. Hombre sin provecho y sin moral.
4.
m. Impr. Cierto número de ejemplares que se tiran de más en cada pliego, para que supliendo con ellos los que salgan de la pre nsa imperfectos o inútiles, no resulte incompleta la edición.
5.
f. prostituta.
~ por alguien.
1.
loc. adj. Ciegamente enamorado de él.
~ por algo.
1.
loc. adj. Muy aficionado a ello.
ser alguien un ~.
1.
fr. Ser demasiado franco o pródigo.
2.
fr. Estar destituido de estimación y crédito.
ponerse ~.
1.
fr. coloq. Ensuciarse mucho, ponerse muy sucio.
V.
 
alma perdida
bala perdida
caja perdida
caso perdido
centinela perdida
cosa perdida
desván perdido
fondo perdido
gente perdida
manga perdida
mano perdida
mujer perdida
pan perdido
ratos perdidos
tiempo perdido

Perdido:
Lugar que no está comunicado ni por veredas, caminos, etc. (Investigación de campo)
AVD p. 49
(...) entre las aulagas de los
perdidos.
AVD p. 58
En Castilla, a falta de las praderas húmedas de que tanto gusta, la avefría asentaba en las cunetas o en los
perdidos pantanosos contiguos a los carrascales (...)
AVD p. 75
(...) de arduas laderas y estirados navazos, donde apenas amuebla los
perdidos una rala vegetación esteparia (...)
AVD p. 85
(...) dediqué mi atención a inspeccionar el terreno y, desdeñando pajas y junqueras, tropecé con un retazo de cebada pinada no mayor de cien metros en cuadro, con más cardos que espigas y la mayor parte de éstas sin granar. Se trataba evidentemente de unperdido, una siembra abandonada (...)
AVD p. 194
(...) donde los majuelos ocupan la mayor parte de las ochocientas hectáreas, alternando con algunos olivares, cuatro
 perdidos de esparto y unos pocos retales de cereal.
LPD p. 26
(...) empezaban a verse pájaros entre los barbechos y
perdidos de los bajos,
LPD p.63
(...) me dediqué a registrar
perdidos, arroyos y majanos,

Querido lector: todo lo que acabas de leer aparece, tal cual, en el DRAE excepto, claro está, el uso que Delibes hace de la palabra perdido en algunas de sus obras.

Al pie de las acepciones que nos aporta el Diccionario de la Real Academia Española, el señor Urdiales nos muestra su "(investigación de campo)” para decirnos:

Perdido: Lugar que no está comunicado ni por veredas, caminos, etc. (Investigación de campo).

Patente queda que el señor Urdiales no puede haber investigado, porque a tenor de lo que nos aporta, tomado del DRAE, queda claro que nada tiene que ver con el terreno, que es por donde se mueve el cazador y que el “experto” aún no ha descubierto.

Dígame querido lector: ¿Dónde y cómo investigó el experto?

Vamos con la segunda parte que conforma el nuevo-viejo diccionario.

Perdido.
D1C p. 167
A la tarde le metí en un perdido de escobillas y avena loca.

Con lo que acabamos de leer encabezaba el primer diccionario y la Cátedra Miguel Delibes.

Perdido,da. (Del part. de perder).

1. adj. Que no tiene o no lleva destino determinado.

Esto también aparece al principio de la primera parte.

Perdido: Tierra sin labrar durante años. (Investigación de campo).

¡Esto sí que es nuevo! Aquí al señor Urdiales le habían llegado -sin él investigar- unos folios mecanografiados en los que le advertían de sus posibles errores.

Y sigue el diccionario:

AVD p. 49
(…) entre las aulagas de los perdidos.
AVD p 58
En Castilla, a falta de las praderas húmedas de que tanto gusta, la avefría asentaba en las cunetas o en los perdidos pantanosos contiguos a los carrascales (…)
AVD p. 75
(…) de arduas laderas y estirados navazos, donde apenas amuebla los perdidos una rala vegetación esteparia (…)
AVD p. 85
(…) dedique mi atención a inspeccionar el terreno y, desdeñando pajas y junqueras, tropecé con un retazo de cebada pinada no mayor de cien metros en cuadro, con más cardos que espigas y la mayor parte de estas sin granar. Se trataba evidentemente de un perdido, una siembra abandonada (…)
LPD p. 26
(…) empezaban a verse pájaros entre los barbechos y perdidos de los bajos.

Juzgue usted lo que acaba de leer. Yo, una vez más, voy a dar mi opinión sobre este segundo-primer diccionario.

La verdad es que poco tengo que añadir. Sí creo que debo opinar y preguntar: después de lo visto y leído… ¿esto es una “mejora” de la palabra PERDIDO, o es una rectificación absoluta al primer diccionario que, aparte de este menda, nadie corrigió?

La palabra perdido referida al campo (terreno que se deja de labrar) el DRAE –fuente de información del señor Urdiales- no la recoge. Me arriesgo a asegurar que es palabra del más puro castellano rural, por eso no aparece en la Real Academia y si el diccionario nos falla, el señor Urdiales eso: está perdido.

Entiendo que dado el error mayúsculo cometido en el primer diccionario y aplicando un mínimo de cordura, el autor debería reconocer su error y justo en dos líneas rematar la faena: perdón lector, me equivoqué y la palabra perdido queda como sigue:

Perdido: Tierra sin labrar durante años. (Investigación de campo).

Pero el autor de este último-primer diccionario demuestra muy poco respeto (es mi opinión) hacia sus lectores y sigue rellenando “como Dios le da a entender” para ver si pasa desapercibido y… todos tan felices.

Ahora, a pesar de haber dejado claro en el Diccionario de Camporredondo y en mi anterior crítica en “La Pizarra de Gaude” sección “En camisas de once varas”, lo que significa la palabra rural perdido, quiero ampliar un poco su significado para que no quede duda sobre ella.

Perdido:

Parcela de terreno que durante años no se labra. Debo decir que no es lo mismo que barbecho que es la parcela de terreno que, si bien no se siembra, sí que se labra. El perdido adquiere su título en el momento en que se deja de labrar durante uno o más años agrícolas.

Después hay otros perdidos: unos porque se desorientan, otros porque no sabemos por dónde andamos, otros porque son unos perdigallas… en fin que el término perdido es palabra del castellano de muy amplio espectro. Delibes, conocedor del ambiente rural en el que se desarrollan algunas de sus obras hace uso de ella, pero referida al campo exclusivamente.

Y mi queja final: ¿no deberíamos reclamar sobre la edición y salida al mercado de unos diccionarios sin un mínimo de rigor? La verdad es que no, porque sin ellos yo no habría salido a la palestra a intentar defender el lenguaje de mis abuelos y la obra del escritor en castellano rural más grande que dio Castilla. Desde esa perspectiva, no otra, muchas gracias señor Urdiales.

No soy pesado, no, ya sé que me repito, pero no soy pesado. Lo que acaban de leer está respaldado por: Fundación Instituto Castellano y leonés de la lengua, Cátedra Miguel Delibes. Fundación Miguel Delibes; Excma. Diputación provincial de Valladolid, Misterio de incultura rural que “hace posible que el señor Urdiales predique por institutos y colegios”, diario El Norte de Castilla y… como suelo decir: ¡échele usted hilo a la cometa! ¿Es posible que a nadie le importe la interpretación que el experto hace sobre ésta y otras palabras rurales?

Como final digo: he tratado de buscar la palabra perdido, referida al campo, y no he conseguido nada positivo, por lo que deduzco que es palabra eminentemente rural. Por todo ello ruego, al que más sepa, nos informe sobre su origen para darle la mayor difusión posible. Me queda lamentar que los perdidos (terrenos que se dejan de labrar) en Castilla van en aumento ¿a alguien le preocupa? Al que esto teclea sí, mucho.

Camporredondo 5 de mayo de 2015.



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