domingo, 13 de diciembre de 2015

Zahurdón

Ruego al autor del diccionario y la Cátedra Miguel Delibes.

Usted -y todos seguidores de “La pizarra de Gaude”- a estas alturas de la película, saben que sólo pretendo aprender y comunicar lo aprendido.

Además, aquello que aprendo quiero transmitirlo con la mayor seguridad posible de que lo que digo no es alguna "burrada". De esta manera creo colaborar a no cambiar el significado que durante muchos años, incluso siglos, tuvieron las palabras del lenguaje rural. De las palabras académicas ya se ocupa la RAE, pero de las otras, las mías, no se ocupa nadie. Y si de vez en cuando se ocupa alguien, le da igual –como decimos la gente rural- “a cuestas que al hombro” y es que ni siquiera eso es lo mismo. No, no es lo mismo que el Azarías se acostara entre la torvisca (matas de torvisco y otros matorrales) que a la "abrigada" (abrigaño) de los zahurdones (construcciones muy antiguas).

Ver fotos al final de la entrada.

Zahurdón
LSI p. 15
(...) se acostaba a la abrigada de los
zahurdones o entre la torvisca (...)
Zahurdón:
conjunto de maleza, espinos, árboles pequeños, zarzas, etc. que forman una especie de pared. Es más alto que la cerviguera y es empleado por labradores y cazadores para ponerse al agrego en días de viento. (Investigación de campo)

Así aparece en Cátedra Miguel Delibes y en “Diccionario del castellano rural en la narrativa de Miguel Delibes editado por Fundación instituto castellano y leonés de la lengua y ediciones Cinca.

Condición indispensable -creo yo- es que nos situemos en el entorno (dehesa extremeña) en el que transcurre la obra “Los santos inocentes”. Sólo así podremos entender su lenguaje. Dijo Delibes: “en ese diccionario hay palabras de pueblo y palabras de región. No todas valen…” ¿os acordáis?

Dije al principio del escrito: quiero saber, me gusta saber. Por eso, al llegar a la palabra zahurdón, dado que el autor de los diccionarios y el glosario de la Cátedra Miguel Delibes nos remite, como es su costumbre, a su “investigación de campo” que, dicho sea de paso, como soy de pueblo, no sé qué significa, me puse a buscar por donde pude, y encontré lo mismo por todas partes.

Copio y pego lo que dice el DRAE:

zahúrda
Quizá voz de or. germ.; cf. al. Sau 'marrana' y Hürde cercado'.
1. f. pocilga.

Encontrado esto comencé a ver la luz. Pensé: si zahúrda es pocilga, tengo bastante claro que no es hierba, zarzas, árboles pequeños, espinos… maleza. Supongo, cavilé, que zahurdón es el aumentativo de zahúrda y seguí el hilo. De sobra es sabido que por el hilo se llega al ovillo. Pero resulta que por el hilo encontrado llegué a muchos ovillos, todos iguales, pero ninguno es el del señor Urdiales que es el que yo buscaba. Todos los ovillos que encontré son en forma de construcciones antiguas en el campo, pero construcciones al fin y al cabo.

En la seguridad de que el “experto” en Delibes ha “investigado” por otros campos, es por lo que le ruego que sustituya (investigación de campo) por una dirección. De esa manera yo tendría la posibilidad de ponerme en contacto con su informante y, entre todos, llegaríamos a dejar la palabra zahurdón donde la colocó Delibes, que no es otro lugar, a mi modo de ver, que en el campo, detrás de cuyas paredes se cobijaba el Azarías los días que se levantaba flojo y como desfibrado y se cobijan pastores, labradores, cazadores y todos los “…ores” que puedan necesitar agregarse (ponerse al agrego) en días de viento… y más días.

¿Por qué me llamó la atención la definición que nos ofrece el señor Urdiales sobre el zahurdón? Pues porque sorprende; a mí me sorprendió, que Delibes no se hubiera dado cuenta que al acostar al Azarías entre la torvisca (matorral que forma el torvisco y otros arbustos) o a la brigada de los zahurdones le acostaba sobre los mismos matorrales siendo, como dice el autor del diccionario, el zahurdón un conjunto de maleza, espinos, árboles pequeños, zarzas etc. Creí que había un error y por eso busqué.

Resumiendo: Delibes -según lo que yo entiendo- situó al Azarías, -“los días que se despertaba flojo y como desfibrado”- en el campo, acostado a la abrigada de los zahurdones (construcciones, normalmente de piedra y tierra) o entre la torvisca (conjunto de arbustos y maleza entre la que predominaba el torvisco) que también le protegía del viento. Porque claro, si Delibes hubiera dicho que el Azarías se acostaba a la abrigada de los zahurdones y éstos son un “conjunto de maleza”… y la torvisca que, ésta sí que es un arbusto, podríamos decir: ¡vaya despiste del escritor! Pero no, Delibes dijo lo que dijo, acostaba al Azarías ora al agrego de un pared, ora al agrego de un matorral. O sea: Delibes no se despistó, sino que no entendemos lo que él dijo.


Planta del torvisco. (Si hay muchas: torvisca o torvisquero).
Zahurdón. En mi pueblo lo llamamos chozo.


















                  






                 

Creo que Delibes (es sólo una opinión) preocupado por el medio ambiente, hace uso del torvisco por su temor a que esta planta, como otras muchas, vaya desapareciendo. ¿Desaparece también el torvisco? Valga esta referencia: entre los pueblos Montemayor de Pililla y Santibáñez de Valcorba hay una zona que le llaman los torvisqueros. Nunca me interesé del por qué de este nombre hasta ahora. Traté de averiguar por qué el nombre si no hay torvisco como para darle nombre a la zona y la respuesta fue: pues porque en otro tiempo fue una zona donde esta planta predominaba. Queda claro que el torvisco (al menos en esta zona) está despareciendo y yo creo que Delibes nos lo está recordando.

Nota al final de la entrada: como he mentado la frase “a cuestas y al hombro” y dado que yo digo -porque así lo aprendí- que no es lo mismo, algún día trataré de razonarlo o quizás deba rectificar. “No es lo mismo a cuestas que al hombro”.

Y aquí seguimos en:

Camporredondo a 6 de diciembre de 2015




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