martes, 19 de abril de 2016

Avena 2

Habíamos quedado en que yo  –por aquello de aprender- repasaría  las palabras mejoradas que encontrara en el Diccionario del castellano rural en la narrativa de Miguel Delibes editado por ediciones Cinca, del mismo autor que el editado por Fundación Instituto castellano y leonés de la lengua.

Comparando los dos diccionarios (mismo diccionario) encuentro una palabra que ya critiqué en anterior ocasión. Pero como ahora ha sido mejorada, entiendo que yo también debo mejorar lo que dije. La palabra es:

Avena: Aunque el significado del DRAE es el correcto, aquí Miguel Delibes quiere referirse a un campo de avena cuando escribe una avena, igual que los labradores se refieren a una tierra sembrada de alfalfa cuando dicen una alfalfa. (Investigación de campo). 

En negrita la mejora.

Una avena: lenguaje agrícola. Tras una avena se
escondían las perdices.
 Avena en grano

El señor Urdiales insiste en que es el DRAE el que nos da el significado correcto; y yo insisto en que en la narrativa de Delibes lo correcto es lo que dice el escritor rural: una avena, referido a un campo sembrado de avena. O sea: el significado académico y, por tanto,  académicamente correcto, es lo que dice el DRAE, y lo correcto en la narrativa de Delibes es lo que éste escribe, que es el lenguaje entre los labradores. Y sí, cuando éstos dicen una alfalfa, una cebada, un trigo, un centeno… es que éste es su lenguaje; sobre él versa la obra de Delibes. Por tanto, avena, palabra académica, por un lado, y una avena (campo sembrado de avena) por otro. Ambas son correctas, cada cual en su momento. Cuando habla el agricultor Delibes, cualquiera entiende que se refiere a un campo sembrado de avena, y cuando habla el académico Urdiales, lo correcto es lo que dice el DRAE. De momento estamos en el campo.

Supongo que el Delibes-académico de la Real Academia Española algo sabía sobre el significado académico de la palabra avena.

Insisto una vez más: el lenguaje rural NO tiene diccionario, y si no queremos admitirlo tal como es, nada más elegante que ignorarlo: ¡jamás academizarlo!

Otra vez vuelvo: las perdices de “Diario de un cazador” se ocultan tras una avena (ver Diario de un cazador, destinolibro, página 46 10ª edición, marzo de 1991). Porque si decimos bajo una avena podría prestarse a confusión y creer que una avena es un árbol o arbusto llamado avena. ¡Qué pesado soy! Aun así podría decir algo más, pero creo que debo tensar las bridas, no vaya a ser que el caballo -cabreo- se desboque.

Discrepancias:

1.- Yo digo: lo correcto, en lenguaje rural, es lo  que dice Delibes. El "experto" en la narrativa de Miguel Delibes se decanta por lo que, en leguaje académico, dice el DRAE (parece que hablamos lenguajes distintos).

2.- El cazador que escribe dice que las perdices se le ocultaron tras una avena, (Diario de un cazador, Destinolibro pág. 46) y yo así lo entiendo, y el "experto" en la narrativa de Miguel Delibes insiste en que las perdices se ocultaron bajo una avena. ¿Sabremos lo que es una avena?

¿Usted qué opina?

Camporredondo 18 de mayo de 2015


P.D.

Por la fecha que figura en "Diario de un cazador"  (6 de octubre) y dado que por esas fechas las avenas hace rato que reposan en las paneras, puedo pensar, y pienso, que Delibes se refiere a la avena silvestre (avena loca) que, indudablemente, seguía sin segar.  En cualquiera de los dos supuestos en nada cambia lo dicho en este escrito. (Entre el cazador y las perdices se interponía una avena, loca o cuerda, pero avena).










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