Como podréis observar al final de la lectura, esto lo tecleé hace ya algunas fechas y lo dejé archivado. Al hacer repaso del año lo encontré -junto con otros escritos- y pensé: ya es hora de lanzarlo a las ondas hercianas, y ahí va.
Cada pasito que doy por este -para mí- desconocido mundo rural de los advenedizos doctores y afines, me llevo una nueva sorpresa. Esta vez fue una palabra que yo creí que era de uso corriente tanto en el mundo rural como en el académico pero… ¡vaya sorpresa! En un programa vespertino sobre el lenguaje rural me espeté con que se necesita un "experto" para que nos aclare lo que significa la palabra FRIURA.
Admiróse
un portugués
Al ver que, en su tierna infancia,
Todos los niños, en Francia,
Saben hablar en francés.
Arte diabólico es
Dijo, torciendo el mostacho;
Pues para hablar en gabacho,
Un Fidalgo en Portugal,
Llega a viejo y lo habla mal,
Y aquí lo parla un muchacho.
Recordado de
mi “Enciclopedia, Grado Medio, de D. José Dalmáu Carles”, allá por el año 1948. (año en que comenzó mi licenciatura)
Llegó el portugués (doctor y afines) a Francia (mundo rural) y quedó
admirado al ver que la gente de pueblo, al frío, también le llamamos friura. Como resulta que desconocían
que en Francia se hablaba francés, recurrieron al DRAE y sí: allí estaba la
palabra. Resulta que friura es lo mismo que frío. ¡Me cachis en la mar…!
Escribe Delibes
en las ratas:
Si con el
alba vuelve el norte arrastrará la friura y la espiga salvará. La huerta ya es
más difícil -dijo el niño.
La
preocupación entre los agricultores es grande: la cosecha se está perdiendo, el
hielo ha hecho aparición y tienen miedo a que el esfuerzo de todo el año -una vez mas- haya
sido inútil: está helando.
En esto, el
Nini (el niño sabio de las ratas), les da una pequeña esperanza: si vuelve el norte (aire del norte), les dijo, arrastrará la
friura, la cosecha de cereales salvará; no así la huerta.
Si lo que
está acabando con las esperanzas de los agricultores es el hielo (el frío), y
la esperanza es que vuelva el norte ¿qué
es lo que arrastrará el viento del norte? Pues ¡joder! el frío que Delibes, en
un correctísimo francés (en nuestro símil, lenguaje rural), llama friura.
Escucho un programa radiofónico
(Programa “Es el campo de CyL” en EsRadio) aproximadamente,
esto: hoy en nuestro dialecto agrario traemos una nueva palabra… Y seguidamente
pregunta al, supuestamente, conocedor del mundo rural: ¿conoces la palabra friura? Naturalmente el “culto”
entrevistado (posiblemente, portugués él) desconoce totalmente la palabra. Para
eso, dice la locutora, consultamos al “experto en Delibes” lo que significa
esta palabra, y… ¡tachan…! Sale el "experto", que para eso ha tenido que consultar
el DRAE y nos aclara que también se usa en la provincia de Valladolid ¡Bravo,
bravísimo! dije yo al escucharlo ¿qué habríamos hecho nosotros sin esta
aclaración? Acto seguido me pregunté: ¿si dicen de nosotros, gente rural, que
nos falta cultura (ver lo que sigue)
Mantención
CH p. 177
(...) para la mantención de las abejas (...)
Mantención: Se refiere a "manutención". La falta de cultura da
estas variaciones fonéticas, como amachambrar por machihembrar, marrotar por
malrotar, etc. (Investigación de campo)
qué diremos
de todos estos “doctores” que desconocen la palabra friura? Pero no aprieto la galga en ese momento, y cavilo: creo que debo echar
una manita y documentarles un poco porque es una pena que gente tan culta
desconozca algunas palabras parecidas: tristura, guapura, donosura, galanura, friura, frescura, catadura… Y para no cansar a los cultos lectores de “La
pizarra de Gaude” sólo añado: tomadura. Pero… perdón por la ocurrencia ¡creo
que me han tomado el pelo! a mí me parece que esto es una tomadura… de pelo. No
entro, ni salgo, en si académicamente es correcto o no, digo que el mundo rural
y su lenguaje merecen todo el respeto del mundo. ¿Qué les parece si yo, paleto,
e inculto donde los haya, me presento en la universidad y empiezo a impartir
clases en lenguaje académico? Pues eso es lo que hacen estos advenedizos que,
merendaron un día a la sombra de un pino albar (pinus pinea) y lo confundieron
con el pino negral o resinero (pinus pinaster). Sin embargo se fueron tan
convencidos de saber todo sobre el lenguaje rural que hasta se permiten editar
unos “libritos” que, en lenguaje rural, serían el catón. Bueno no, no serían El Catón, porque el Catón no confundía: enseñaba.
Como todas
las palabra recogidas un poco más arriba, y, seguramente, muchas más, están
recogidas en el DRAE no voy a insistir.
Y no
quiero decir nada sobre la palabra que Delibes también hubiera podido usar:
frior. Frior también es frío intenso, pero que sólo usamos los incultos. Entre
los que aún usan, o usamos, esta correcta palabra -hoy en desuso-, se encuentra mi cuñado
Marciano que, cuando le pregunto ¿por qué dices frior? me responde con otra
pregunta; "¿por qué a la temperatura alta le decimos calor y a la baja no le
decimos frior? Nuestros abuelos usaban la palabra frior con la misma
naturalidad que calor. Después –supongo- que empezaron a dejar caer la erre y
como la RAE no está para corregir –eso parece- sino para aceptar lo que la
calle dice, dejó que frior envejeciera y aceptó frío que es la que –de momento-
perdura. De todas maneras… ¿no dices tú que el lenguaje rural no tiene diccionario?
Pues eso, los rurales seguimos con el lenguaje de nuestros abuelos y, ellos, decían
que hacía frior cuando la temperatura era baja".
Y, otra vez
más, digo: aquí sigo impartiendo clases de lenguaje rural. Pero sólo para
principiantes como los doctores en ciencias de la información y afines, o sea:
para “portugueses” (incultos) que se admiran al ver que en su tierna infancia,
todos los niños en Francia (mundo rural) saben hablar su lenguaje materno. ¡Pero
mi cátedra sólo puede formar hasta obtener certificado de estudios primarios ¡eh!
Para licenciaturas y doctorados, en el mundo rural hay profesores mucho más
preparados que yo.
Y aquí sigo -en compañía del antónimo de frior- en…
Camporredondo, 19 de junio de 2016
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