lunes, 30 de enero de 2017

Tazado

Es este otro de los archivos que encuentro. Archivos que, vaya usted a saber por qué, un día no salieron a la luz. No obstante, y a pesar del tiempo transcurrido, sigo manteniendo lo que entonces teclee y que, fiel a lo dicho, hoy no quiero ampliar.

Tazado
D1C p. 178
No me preocupó el asunto, pero apenas me metí en el pinar, un
tazado que andaba a la miera me vino con el mismo cuento. Luego me lo volvió a repetir una cuadrilla que estaba escavanando. Me llegué a los majuelos y me puse a manearlos con calma.
tazar.
(De retazar, por derivación regresiva).
1.
tr. Estropear la ropa con el uso, principalmente a causa del roce, por los dobleces y bajos. U. m. c. prnl.
2.
tr. desus. Estropear o destrozar haciendo cortes o mordiendo.
Tazado:
Cascote pequeño que sirve para coger la resina de los pinos. Por extensión, persona que realiza esa labor. (Investigación de campo)


Vosotros sabéis que aquello que ignoro lo pregunto; aunque muchas veces no encuentro aclaración a mis dudas. Dudo que, en esta ocasión, vaya a obtener respuesta. Pero, por si acaso, allá va la pregunta: ¿qué quiere decir Delibes (según Cátedra Miguel Delibes, que es donde he encontrado lo que acabamos de leer) cuando dice que un tazado andaba a la miera? ¿Es posible que pueda decirnos que era un cascote que sirve para recoger la resina de los pinos y que, por extensión, se aplica al que realiza la labor de resinero? Hombre, la verdad es que a mí, que ya sabéis que no me sobran las luces, me cuesta creerlo. Pero por lo leído en Cátedra Miguel Delibes, y sus diccionarios afines, es lo que se desprende.

Pero pienso: ¡joder! si el “experto” en Delibes dice lo que dice, y si Cátedra Miguel Delibes lo publica, Fundación instituto castellano y leonés de la lengua lo edita, ediciones Cinca también lo edita, fundación Miguel Delibes lo apoya, el periódico El Norte de Castilla también, la Excma. Diputación provincial de Valladolid hace posibles las charlas que se vienen prodigando por estos pueblos de Dios, el diario ABC admira las palabras descubiertas por el doctor cum laude en ciencias de la información -que es su autor- y hasta el Ministerio de Cultura hace posible que se propague, en forma de charlas, por colegios e institutos… ¿puede venir un paleto, con su título de "desertor de la esteva y la cayada", a decirnos lo que es un tazado? ¡Hombre, sería el colmo!

Empero, este humilde paleto está en su derecho de decir lo que interpreta sobre lo que Delibes dice. Y lo que interpreto, es lo que sigue: Delibes dice que el hombre que andaba a la resina era un hombre  mal vestido, con la ropa raída (tazada) por el uso. Hasta el hombre puede ser un hombre roto por el esfuerzo, un poco raído ya por el trabajo y los años… en fin, un tazado. ¿Que no es así? pues perdón, pero lo que sí os puedo asegurar es que el tazado no es un cascote, ni en el cascote se recoge la resina, sino en el pote y en el plato. No, en el plato de la sopa no, en el de la resina, como el de la foto.

Hace unos días, encontré que un internauta buscaba el significado de una palabra que había encontrado en la lectura de una obra de Delibes, y la encontró en Cátedra Miguel Delibes. Me dio pena el señor, que se mostró agradecido, cuando el significado encontrado era otro de tantos disparates que he denunciado en “La pizarra de Gaude. Ni es el momento, ni creo que debo desilusionar a nadie, por tanto como la palabra ya fue tratada en su momento, y posiblemente volvamos sobre ella en otra ocasión, aquí lo dejamos.

Digo esto, porque hoy tenemos otra de esas palabras que, cuando son manipuladas por el inculto rural, pasan a significar aquello que nunca significaron (¿será otro descubrimiento?) pero que son aireadas, y admiradas, por aquéllos que no distinguen el pino resinero del nogal o de la olma.

Volvamos a la entrada:

Tazado: Cascote pequeño que sirve para coger la resina de los pinos. Por extensión, persona que realiza esa labor. (Investigación de campo)

Esto está recogido en Cátedra Miguel Delibes y también publicado en “Diccionario del castellano rural en la narrativa de Miguel Delibes”, editado por Instituto castellano y leonés de la lengua, y por ediciones Cinca.

Gracias al “experto” en Miguel Delibes, descubrimos que el “tazado” resinero, se ha convertido en un cascote pequeño que sirve para recoger la resina de los pinos.

Aparte de repetir lo que ya dijimos en “El resinero” (ver “La pizarra de Gaude”), acompaño los dos cacharros que, al menos en Tierra de Pinares (donde algo de miera se producía…) desde finales del siglo XIX y hasta los años setenta del siglo XX, se han usado para recoger la miera. El pote, como ya sabéis, para recoger la resina en la base de la entalladura, en la cara del pino; y el plato (así se llama el “cascote pequeño”) que sirve, por su mayor diámetro, para recoger la resina de los pinos que por su inclinación, o malformación, no permiten clavar el pote para recoger la miera.

Y vamos con la fotografía:

Pote y plato.  En estas mismas vasijas el resinero recogía el fruto de su esfuerzo:
la resina. Hoy forman parte de la colección de herramientas del resinero a las que
tanto cariño y respeto tengo.
Nota al autor del glosario de la cátedra y “diccionarios “en la narrativa de Miguel Delibes": como usted puede comprobar (se lo puedo mostrar cuando usted mande) un cascote es un trozo desprendido de un todo, y puedo asegurarle que los platos rotos no le servían al resinero. Pero ya el colmo es que trate usted a los jóvenes resineros, que lo eran a partir de los 14 años, incluso antes, como tazados, viejos, raídos… Puedo asegurarle que los había fuertes como robles. Sí, es cierto, el enorme esfuerzo que requería el oficio acababa por hacer de ellos, a edad muy temprana, unos tazados: hombres, más que viejos, envejecidos.

Abrazos y mis mayores respetos a todos los resineros, tazados o no, allá donde estén.

Y mi nota al final: en los pueblos, que es donde se nutre de palabras rurales Miguel Delibes, cuando el borde de cualquier prenda de vestir, ya sea pantalón, chaqueta, vestido, cuello o mangas de camisa... por el uso se deshilachaba, se rompía, se decía que estaba tazado. Esto ya lo decían mis abuelas en el siglo XIX, de manera que Delibes se refería al tazado que andaba a la miera como el resinero que llevaba su ropa raída: TAZADA.

No quiero dejar sin mostraros dos formas de interpretar la narrativa de Miguel Delibes:

Tazado
D1C p. 178
No me preocupó el asunto, pero apenas me metí en el pinar, un tazado que andaba a la miera me vino con el mismo cuento. Luego me lo volvió a repetir una cuadrilla que estaba escavanando. Me llegué a los majuelos y me puse a manearlos con calma. 
tazar.
 (De retazar, por derivación regresiva).
1.
 tr. Estropear la ropa con el uso, principalmente a causa del roce, por los dobleces y bajos. U. m. c. prnl.
2.
 tr. desus. Estropear o destrozar haciendo cortes o mordiendo.
Tazado:
 
Cascote pequeño que sirve para coger la resina de los pinos. Por extensión, persona que realiza esa labor. (Investigación de campo)

La que acabáis de leer es una forma de servirse su autor (J. Urdiales Yuste) de la obra del escritor, sin importar más allá de que nos sirva para medrar.

A continuación transcribo lo que el autor de "En torno a las palabras de Delibes" (L. López Gutiérrez) publica en su libro sin otra pretensión que aclararnos lo que el escritor quiere decir cuando habla de un tazado.

Tazado. m. Persona que lleva la ropa raída, vieja o muy estropeada por el uso (DUE): "No me preocupó el asunto, pero apenas me metí en el pinar, un tazado que andaba a la miera me vino con el mismo cuento" (Diario de un cazador, p. 143).

Y aquí sigo, esperando vuestras objeciones a mis “disparatados” discursos, en:

Camporredondo, a 15 de noviembre de 2015.



2 comentarios:

  1. Amigo Gaude:
    Evidentemente, estoy de acuerdo con todo lo que comentas. Se trata de un participio sustantivado de "tazar" como "desarrapado" o "desharrapado" lo es de "desarrapar" o "desharrapar". No sé en qué campo ha investigado "el experto": los meros aficionadillos al escritor solemos ver las cosas de otro modo. Gracias por la cita. Abrazos.

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  2. Querido Luciano:
    Hace tiempo que desistí de preguntar las fuentes de investigación usadas por el "experto" en Miguel Delibes. Lo hacía con el ánimo de dejar las cosas lo más claras posible para que nuevas generaciones estuvieran bien informadas sobre palabras que han desaparecido, o están en trance de desaparecer. Nunca fue posible. Entiendo que es más fácil decir "a mí me lo han dicho" “(investigación de campo)” que investigar. Y ahí seguimos.
    Un abrazo de este admirador de resineros, “tazados” o no.

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