martes, 15 de enero de 2013

De vuelta a los orígenes

Desde que, allá por el mes de octubre del año 1965, por falta de “espacio”, decidí cambiar de aires y profesión, siempre estuvo en mi/nuestra mente retornar al campo, en la tierra que nos vio nacer. Pues bien, transcurrida aquella etapa de nuestra vida, y sin haber perdido contacto con aquello que siempre hemos llevado con orgullo: campesina mi esposa y pastor de ovejas en mi juventud yo, hemos retornado a nuestro ambiente, en el que nos encontramos como pez en el agua, a pesar de que este preciado líquido empieza a escasear en esta parte de nuestra vieja Castilla.


Durante todo este tiempo hemos tratado de, bien en persona (vacaciones de verano, semana santa, navidad, etc.), bien a través de informaciones literarias, mantener el contacto con el mundo que nos vio nacer. A pesar de mostrar mi agradecimiento a todos los que han hablado del mundo rural con la mejor de las intenciones pero, a veces, usando, a mi modo de ver, informaciones poco rigurosas, me veo en la obligación de transmitir (para nuestros nietos) la realidad del mundo que su abuelo vivió en sus años más jóvenes, porque creo que algunos de los mencionados informadores han ido dejando constancia de un mundo rural del que yo, humildemente, discrepo.

Asimismo, y comoquiera que echo de menos datos sobre los oficios más humildes, pero no por eso menos dignos e importantes como el de resinero y el mío propio -pastor de ovejas-, he decidido, aunque sea torpemente, dedicarle un espacio especial a estos dos oficios tan respetables y dignos, como decía, como los que más. Así, iré simultaneando artículos de una y otra de estas dos profesiones, procurando alternarlos con otros sobre algunas costumbres, dichos y formas de enfocar la vida en este mundo mío: el mundo rural.

Después de esta exposición de mis humildes intenciones, quiero rogar a todos aquellos posibles interesados en seguir la Pizarra de Gaude, que esto lo hacemos con la intención de dejar para nuestros descendientes la visión más exacta posible sobre la cultura rural en la segunda mitad del siglo XX y en la zona en la que ésta transcurre, que no es otra que la zona de Tierra de Pinares en la provincia de Valladolid, más concretamente en Camporredondo, mi pueblo. Aquí espero recibir vuestras críticas y comentarios. Así, entre todos, podremos rendir homenaje, como se merece, a este maravilloso mundo: EL MUNDO RURAL.

“Es necesario una dificultad nueva para saber más”. Eso espero, que vosotros me lo pongáis difícil para ver si, al final, aprendo.

La próxima vez, posiblemente, hablemos con mucho cariño y respeto de, “El Resinero”

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