miércoles, 2 de septiembre de 2015

Los basculeros

El agricultor de Camporredondo guarda en su memoria unos años de –humilde- abundancia (decenios 4 y 5 de mil novecientos) para sus arcas, consecuencia del precio de la remolacha. Al precio fijado de antemano (250 ptas tonelada) se le sumaba una subvención (1000 ptas tonelada) que, dada la escasez de azúcar, se añadía para animar al cultivo de la remolacha azucarera.

Condición indispensable para tener derecho a la subvención era tener pozo en el terreno y una superficie que -creo recordar- debería ser igual o superior a 5000 metros cuadrados.

Fueron aquéllos unos tiempos en que para el agricultor de Camporredondo todo venía favorable: agua por los cauces y arroyos y a ras de tierra. Terreno sin explotar y elevadísimo precio de la remolacha azucarera.

Por aquellos años la recogida de la remolacha y la achicoria (otra fuente de riqueza) se hacía, por las fábricas transformadoras, en el mismo pueblo. Allí, al principio de la cañada de El camino de Portillo, se establecieron tres básculas representantes de las fábricas azucareras: Monzón, Santa Victoria y Aranda de Duero. Allí situaron sus básculas. Allí pesaban, amontonaban y desde allí en camiones se llevaban hasta el centro de transformación.

Para la recepción del producto se requería dotación de personal: el jefe de báscula (receptor). el pesador, el escribiente, el descontero y los guardas, éstos en turnos de mañana tarde y noche.

El llamado descontero era el encargado de calcular la cantidad de tierra y desperdicio que se habría de descontar del peso bruto del producto. Para el agricultor, el descontero era su mayor rival.

Total, que para esta labor las fábricas desplazaban cada temporada, hasta Camporredondo, grupos de personas capaces de desarrollar esta tarea.

Estos hombres cumplían su horario y después, dado que estaban lejos de su ambiente familiar, necesitaban alguna distracción para tratar de reducir las largas y frías noches del invierno camporredondés. El pueblo les brindaba una única posibilidad: la cantina. En la cantina jugaban sus partidas de tute, brisca o mus. Dirimían quien pagaba la envuelta (botella de vino con gaseosa y sus cacagüeses -cacahuetes-) y después charlaban, cantaban y bailaban para pasarlo lo mejor posible.

Fruto de aquellas reuniones fue la canción que hoy "La pizarra de Gaude" os ofrece como recuerdo a aquellas noches en que yo les veía, y oía, cantar y bailar sentado con mi taburete sobre el fogón de la cocina, habilitada como cantina para aquellas ocasiones (no había más).

Canción popular en Camporredondo (click en el enlace)

En la canción se mencionan dos nombres: Escribano (el más bromista de todos) que era el apellido de Gregorio, uno de los participantes, y el otro era Gaudencio, el cantinero. De ahí que era el más contento -eso dice la canción- porque la quincenita (nómina) iba a parar al bolso de Gaudencio.

Para todos vosotros:

“Nivele usted, nivele usted” La composición, letra y música, es de uno de los basculeros
.
Canta el coro de Camporredondo.

NIVELE USTED, NIVELE USTED

Estribillo
Nivele usted, nivele usted
La báscula para pesar
Para pesar
Mire señor pesador
Que el descuento me ha apretao
Y ya me voy a mosquear.

Son los de la remolacha
Y los de la achicoria
Un grupito bien formado
Pa el trabajo y pa la broma.
Y cuando nos divertimos
Aunque a veces nos critiquen
No nos preocupa nada
Ya sabemos lo que dicen.

Al estribillo

El más bromista de todos
Es el amigo Escribano
A la fiesta nunca falla
Salta y baila como un maño.
Es el amigo Gaudencio
El que más contento está
Pues toda la quincenita
A su bolso va a parar.



Al estribillo

El amargo y lo dulce
Son dos cosas del montón
Y con el vino son tres
Las que abundan en Monzón.
Los guardas de por la noche
Son los que más se divierten
Echando leña en la estufa
Y dando diente con diente.



Al estribillo

Dicen los agricultores
Que en la báscula están todos
Los que saben vivir bien
Beber mucho y pagar poco.
Dicen los agricultores
Que en la báscula les roban
Pero siempre están aquí
A beber vino de gorra.



Al estribillo

Estamos muy enterados
De que algunos no les gusta
Que por la noche cantemos
Chunda, chunda, chunda, chunda.
Sabemos por experiencia
Que el que no bebe no gasta
Pero el que vino no bebe
En el pueblo no destaca.



Al estribillo

Nos despedimos de ustedes
Público tan distinguido
Deseando nos perdonen
Si en algo hemos ofendido.
 Señores aquí termina
Termina nuestra canción
El que quiera retratarse
Que se acerque al mostrador

Nivele usted, nivele usted
La báscula para pesar
Para pesar
Mire señor pesador
Que el descuento me ha apretao
Y ya me voy a mosquear.



21 de agosto de 2015.

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