lunes, 25 de enero de 2016

¿Gario y celemines?

La labradora, el bieldo, la cuartilla y la media fanega

Que nadie se preocupe: hasta donde pueda llegar, llegaré.

¿Tiene alguna importancia que lo que nos muestra la preciosa labradora sea bieldo, cuartilla, media fanega… o, como nos dice el "experto”, sean gario y celemines? Perdonad que, directamente, sea yo el que responda: sí, sí tiene mucha importancia, porque confunde, o desinforma, a generaciones futuras. Estas medidas para áridos… ¡ya son historia! Si las futuras generaciones son informadas por "expertos "como el que nos ocupa, jamás sabrán que el bieldo servía para separar el grano de la paja (beldar o aventar) y el gario -cuya capacidad multiplicaba varias veces a la del bieldo- para mover la trilla, o trasladar la paja de un lado a otro (cargar la tolva de la aventadora, retirar la paja separada del grano, cargar la paja y trasladarla hasta el pajar o el pajero, etc. Tiene importancia porque tampoco sabrán que el celemín fue una medida para áridos equivalente a 1/12 de fanega o 4,625 litros. Que, por tanto, la cuartilla equivale a 13,875 Litros. La media fanega equivale a 27,75 litros y la fanega a 55,5 litros. En fin, que no es lo mismo el remolque del tractor que el rural carretillo, de cajón, de mano. Y ya, de paso, digamos al doctor: no es lo mismo una cuartilla que un folio, eso lo sabe usted por el mismo motivo que yo sé que el bieldo y el gario no son iguales, y el celemín y la media fanega tampoco.

No me imagino al “experto” impartiendo clases-charla por colegios e institutos a niños que a partir de la charla se les priva de conocer los medios, usos y costumbres de sus antepasados, porque un “iluminado”, que desconocía absolutamente este mundo, así se lo dijo. Hasta quizás algunos, a los que sus abuelos informaron correctamente, sean cateados por el inculto profesor.

No culpo, sólo, al autor de estos desaguisados, sino a las autoridades académicas que están obligados/as a velar por la historia y la cultura: consejería de cultura, Diputación provincial, universidad, etc. etc. etc.

Sigo, rogando primero, y, si puedo exigir, exigiendo después, control sobre lo que ya forma parte de nuestra historia rural: merece un respeto.

El autor está tan convencido (nada hay más atrevido que la ignorancia), que no se corta ni un pelo en ofrecernos la entrañable fotografía de una preciosa labradora, con las paredes de adobe como fondo, en las que se apoyan el bieldo, la cuartilla y la media fanega. Así lo encontré y así os lo presento.





Jorge Urdiales Yuste
¡Esta es la Castilla de mis bisabuelos, con sus adobes, sus garios, sus celemines...! Y yo con casi tres años la disfruto este verano.








¡Menos mal que ha acertado con los adobes!  Como veis no queda ahí la cosa: la niña sigue, según el autor, manejando el “gario” (foto inferior). Parece que el bieldo para el autor no existe… bueno, está claro que lo desconoce.






¿Explotación infantil? Bueno, en Castilla en verano todos tienen que ayudar. Jimena trillando, Rodrigo de mochil y Mencía con el gario, ya la veis.










Espero y deseo que Jimena no esté trillando con la horca y Rodrigo, como mochil, o motril, segando con la tornadora.

Querida labradora: ojalá que algún día tu informante sea un verdadero experto y pueda trasmitirte lo que fue la vida en el mundo rural allá por la mitad del siglo XX.

Y ya, como final, añadir que con el bieldo se beldaba o aventaba la trilla (se separaba el grano y las granzas, de la paja) y con el gario se gariaba (se trasladaba de un sitio a otro) la trilla o la paja, pero el gario no hubiera sido práctico para aventar: si queréis algún día lo razonamos. Sí, ya sé que el DRAE recoge el gario como instrumento para aventar pero… el DRAE ha manejado poco el gario. Ya os lo contaré.

De momento… ¿por qué a la máquina aventadora se la llama también beldadora? ¿Por qué no se la llama gariadora si, como dice el DRAE, el gario era un instrumento para aventar? Ya sé que sirve de poco, pero no me rindo: ¡respeto a este mundo rural!

Adquiero, desde este mismo momento, un compromiso con vosotros: voy a dedicarle una entrada a todos los útiles de la era, desde el horcón hasta el gario, siguiendo correlativamente el orden del uso que de ellos se hacía, esperando que todos bienintencionados que hablan sobre estos útiles me corrijan en todo lo que no estén de acuerdo. Sólo así podrán pasar a la historia tal cual sirvieron.


Camporredondo, 12 de enero de 2016.

4 comentarios:

  1. Así se puntualiza, maestro en el arte de dar a cada palabra su uso y su exacto significado.
    Tuve la suerte de usar el gario y la tornadera. Con las tornaderas llevábamos mi hermano mayor y yo un ritmo tan a la par que parecía que estábamos bailando casi-casi un tango.

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    1. Creo que no soy consciente de donde me he metido: expertos doctores cum laude, fundación- instituto de la lengua, cátedras, diputaciones, universidades… y otras hierbas. Pero como yo digo: si además de ser más de campo que las amapolas no supiera que las comen los conejos con todas las ganas del mundo, pues sería un trozo de materia en movimiento, y eso tampoco es así.
      Digo y sostengo: no se puede editar un diccionario en lenguaje rural, si no es editando uno en cada pueblo. Un ejemplo de lo que digo es que; me parece que en Villardefrades tienen distinta tornadera, o tornadora, que en Camporredondo. En la próxima entrada podrás comprobarlo.

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  2. Querido Gaude, estoy de acuerdo con todo lo que dices. Es admirable tu tesón en la defensa del mundo rural, tan menospreciado por las instituciones. Ya espero como agua de mayo tu sección sobre los útiles de la era. Abrazos.

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    1. Querido Luciano: las instituciones no son de pueblo, y he podido comprobar que no les preocupan demasiado los pueblos, más allá de… “El disputado voto del señor Cayo”. Sin embargo nos quieren decir lo que es y para qué usábamos hasta el gario, el bieldo o la horca.

      No te hagas demasiadas ilusiones con la entrada referida a los útiles de la era. Al fin y al cabo es la opinión de un desertor de la cayada y la esteva. Pero eso sí: genio y figura hasta la sepultura se dice por estos, y otros, lares.

      Gracias por tu compañía.

      Un abrazo.

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