Una de las mejoras más interesantes que el autor de los libritos, mal llamados diccionarios, nos ofrece en este segundo-primer “Diccionario” del castellano rural en la narrativa de Miguel Delibes, es ésta que nos muestra en el editado por ediciones Cinca. Digo esto porque, al menos, nos libra de repasar las más de treinta acepciones que el experto ha recogido del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) y nos las ha enjaretado en Cátedra Miguel Delibes y en el “Diccionario” del castellano rural en la narrativa de Miguel Delibes editado por Fundación instituto castellano y leonés de la lengua.
Reproduzco, fielmente, lo que nos
dice en el último librito, dejando a la elección del que así lo desee, darse un garbeo
por las otras dos referencias.
Dice el experto:
gancho
DVSC P. 119
(…) se veían arcones de nogal,
viejos arados, ganchos, escañiles y
yugos llenos de polvo y telarañas.
Gancho. (De or. inc.)
1. m. Instrumento corvo y por lo
común puntiagudo en uno o ambos extremos, que sirve para prender, agarrar o
colgar algo.
Hasta aquí lo que recoge del DRAE. Lo que sigue es su… (Investigación
de campo).
Gancho: Instrumento de labor que se utiliza en la trilla. Este
instrumento de hierro se montaba y desmontaba en la parte trasera del trillo.
Una vez trillada la capa superior de la parva, se colocaba el gancho de forma
que voltease la paja y el grano ya trillados hacia el suelo y así tener en la
superficie nueva paja y granos que trillar. (Investigación de campo)
Si ya habéis consultado el primero de los libritos, la Cátedra Miguel Delibes y el DRAE, habréis visto que vale la pena la
mejora que ha introducido en este último “diccionario”.
Lo primero que me sorprende es
¿cómo ha llegado el experto a la conclusión –entre más de treinta acepciones- de
que se refería, el escritor, a la tornadora?
Pero como veo que por ahí ha enfocado
el tema, algo podremos decir:
Indudablemente el gancho (tornadora) se monta y desmonta
en la parte trasera del trillo (travesaño posterior), no se podría desmontar si
previamente no se ha montado. Pero dejemos esto a un lado. Qué duda cabe que
este “instrumento de hierro” pertenece al (amplísimo) grupo de los ganchos, pero cuando este gancho tiene nombre propio creo que bastante
clarificador es nombrarlo, con lo cual facilitamos mucho el trabajo para
describir el útil de era.
De forma rápida veamos cómo se
utilizaba el gancho (tornadora) en
la parva. No hay que ser un lince para darse cuenta de que en cuanto el trillo
comienza a ser arrastrado sobre la parva, por su propio peso, más el de la
persona que conduce la yunta, la parva se apelmaza. Si seguimos dando vueltas
sin remover (volver) la parva, resultaría casi imposible terminar de trillar el
bálago. Entonces… ¿Qué hacer? Pues enganchar la tornadora (olvidemos ya la
palabra gancho) y por su forma irá
sacando las pajas de abajo a la superficie, con lo cual conseguiremos ir
trillando todo de forma bastante uniforme.
Cuando la parva va estando bastante
trillada ya no habrá pajas largas para sacar a la superficie por lo que,
aparentemente, la tornadora no nos sirve. Pero esto no es del todo cierto,
cuando se dan estas circunstancias, a la tornadora se le coloca una pala que al
tiempo que remueve la trilla abre surcos en ella, facilitando mayor superficie en
contacto con el sol, elemento importantísimo para que la trilla runda (cunda).
Y ahora vamos con una parte
importante, al menos para aquél al que le preocupa que las cosas, o las palabras, no
se deformen por falta de rigor.
Si buscáis en el DRAE la palabra
tornadora, veréis que no aparece. En su lugar aparece otra muy similar:
tornadera.
tornadera.
(De tornar).
1. f. Horca de dos puntas
usada para revolver la parva en las labores de la trilla.
Como veis, la RAE parece que no recoge la palabra que define el instrumento que nos ocupa. Es posible que el diccionario se refiera a lo horca de dos picos, o dientes, a la que llama tornadera y que, efectivamente, servía para tender y revolver o dar vuelta a la parva al principio de iniciada la trilla.
Como veis, la RAE parece que no recoge la palabra que define el instrumento que nos ocupa. Es posible que el diccionario se refiera a lo horca de dos picos, o dientes, a la que llama tornadera y que, efectivamente, servía para tender y revolver o dar vuelta a la parva al principio de iniciada la trilla.
Yo ya reclamé, sobre la palabra tornadora, ante la RAE y allí respondieron
que seguía su curso: en ésas estamos.
¿Por
qué sostengo -pobre paleto- la palabra tornadora? Pues porque desde que tuve
uso de razón –y ya ha llovido- así se la nombraba en la era de mi pueblo. Además
porque, y así se lo razoné al DRAE, tornadora es la que torna (da vuelta a la
parva), como segadora-agavilladora es la máquina que siega y agavilla;
segadora-atadora es la máquina que siega y ata; cosechadora es la que siega y
separa el grano de la paja y así… trilladora, aventadora, ensacadora… y la
tornadora se encarga de tornar (volver) la parva. Siendo tornadera la parva (está tornadera),
porque está en sazón para ser tornada (vuelta lo de abajo arriba y viceversa). Pero
otra vez más repito que esto es lo que se dice en la era –que es donde se usan
estos artilugios-. En la academia y en la oficina, qué duda cabe, se llaman
de otra manera. Por cierto ¿se llamarían tornadera, agavilladera, atadera,
cosechadera, aventadera, trilladera etc.? Todo es posible. Yo intento, con
letras académicas, formar palabras rurales.
Y
como tenemos la suerte de poder ofreceros un ejemplo, aquí lo tenéis: tornadoras
y trillo. En el gancho del primer travesaño se enganchaba el camizo, o
el estrinque, para arrastrar el trillo. O sea que el trillo también tenía gancho
pero… era para su arrastre. (Hemos oído campanas...).
Camporredondo 25 de
septiembre de 2015
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