domingo, 7 de febrero de 2016

Hoy la palabra es: laja

Érase que se era…

Érase un escritor que encontró un corral empedrado con lajas y sin saber por qué, ni cómo, ni cuándo, se convirtieron en placas de hielo, escarchadas, sobre las que se iba formando un pequeño charco rojizo…

Pero mejor veamos como ocurrió todo.

En su obra “Las ratas” Miguel Delibes describe con todo detalle el entorno en el que se está llevando a cabo la matanza del cerdo. En su afán por aproximarnos, todo lo posible, a lo que era el corral en el que se estaba produciendo el evento, nos cuenta lo que a continuación podéis leer, que es el motivo de mi comentario:

“(…)el Antoliano y el Malvino le ayudaron a colgar el marrano boca abajo. Del hocico escurría un hilillo de sangre fluida que iba formando un pequeño charco rojizo sobre las lajas escarchadas del corral.

Esto es lo que Delibes escribió. A partir de aquí viene lo que su “experto” interpreta:

Laja nº 1

LAJA
LR p. 52

(…) un hilillo de sangre fluida que iba formando un pequeño charco rojizo sobre las lajas escarchadas del corral.

Laja: Láminas de hielo que se forman en charcos o sitios con agua (Investigación de campo)

Publicado en Diccionario del castellano rural en la narrativa de Miguel Delibes Página 151. Editado por Fundación Instituto castellano y leonés de la lengua.

Seguimos:

Laja nº 2

Laja
LR p. 97
Sentado en una
laja (...)
laja1.
(Del port. laja, y este del lat. hisp. lagena).
1.
f. lancha1.
lancha1.
(De or. inc.).
1.
f. Piedra más bien grande, naturalmente lisa, plana y de poco grueso.
LGNA p. 74, passim
Que me recuerdo que yo andaba rodando
lajas orilla la hoya, y escuchando los botes que daban hasta llegar al agua,
DVSC p. 117
Y ahí, orilla esa
laja (...)

Laja nº 3

Laja
LR p. 52
(...) un hilillo de sangre fluida que iba formando un pequeño charco rojizo sobre las
lajas escarchadas del corral.
laja1.
(Del port. laja, y este del lat. hisp. lagena).
1.
f. lancha1.
2.
f. Mar. Bajo de piedra, a manera de meseta llana.
Laja:
Láminas de hielo que se forman en charcos o sitios con agua. (Investigación de campo)
ET p. 61
 
(...) en seguida con las primeras
lajas.
Las lajas 2 y 3 se han publicado en el glosario de Cátedra Miguel Delibes.
Seguimos:
Laja nº4
Laja
LR p.52
(…) un hilillo de sangre fluida que iba formando un pequeño charco rojizo sobre las lajas escarchadas del corral.
Laja: Cualquier trozo de piedra (incluso trozos de hielo) irregular y suficientemente fina. (Investigación de campo)
Publicado en “Diccionario del Castellano rural en la narrativa de Miguel Delibes”, editado, esta vez, por ediciones Cinca página 77.
Terminamos con:
Laja nº 5
Jorge Urdiales Yuste
25 de enero a las 4:51
 · 
Sentado en una laja (Las ratas)
Laja: Piedra más bien grande, naturalmente lisa, plana y de poco grueso.

25 de enero de 2016 (extraído de internet).

Y ahora: ¡áteme usted esta mosca por el rabo!

Delibes, en “Las ratas”, nos habla de que el corral en el que se estaba celebrando –porque realmente se celebraba- la matanza estaba empedrado con lajas que, por las bajas temperaturas, estaban escarchadas y sobre ellas, con la sangre escurrida del hocico del cerdo, se iba formando un pequeño charco rojizo.

Como el éxito del escritor fue notable (para mí de matrícula), enseguida salieron hombres muy cultos -si serían cultos, que alguno era doctor cum laude en ciencias de la información- dispuestos a aprovechar los méritos del escritor y se especializaron en su narrativa, -en la narrativa de Miguel Delibes digo-. Fruto de su experiencia –experiencia de los “expertos” digo- es esta historia de la laja.

Como todo lo que sabía -el “experto”- de lajas y pueblos era de una vez que pasó por uno de ellos, que además había llovido y helado a continuación, la rueda de su coche, al pasar por un helado charco, rompió las placas de hielo. ¡Tate!, dijo el “experto”, ¡esto son las lajas de que habla Delibes! y ¡zas! así lo plasmó en la primera ocasión que tuvo: “Diccionario del castellano rural en la narrativa de Miguel Delibes”.

Esta es la historia, por orden de aparición, de la laja nº 1 según el experto:

“(…)el Antoliano y el Malvino le ayudaron a colgar el marrano boca abajo. Del hocico escurría un hilillo de sangre fluida que iba formando un pequeño charco rojizo sobre las lajas escarchadas del corral.

Esto es lo que Delibes escribió, y a partir de aquí viene lo que su “experto” interpreta en laja nº1:

LAJA
LR p. 52

(…) un hilillo de sangre fluida que iba formando un pequeño charco rojizo sobre las lajas escarchadas del corral.

Laja: Láminas de hielo que se forman en charcos o sitios con agua (Investigación de campo)

Como podemos apreciar las lajas escarchadas de Delibes –según el experto- se han convertido en láminas, también escarchadas, pero de hielo.

Vamos con la laja nº 2:

Laja
LR p. 97
Sentado en una
laja (...)
laja1.
(Del port. laja, y este del lat. hisp. lagena).
1.
f. lancha1.
lancha1.
(De or. inc.).
1.
f. Piedra más bien grande, naturalmente lisa, plana y de poco grueso.
LGNA p. 74, passim
Que me recuerdo que yo andaba rodando
lajas orilla la hoya, y escuchando los botes que daban hasta llegar al agua,
DVSC p. 117
Y ahí, orilla esa
laja (...)

Pasa el tiempo y el experto va encontrando que el escritor vuelve a hacer uso de la palabra laja. Pero esta vez sobre la laja se sienta un ser humano. ¡Coño! -digo yo que pensó el experto-, no puede ser hielo escarchado porque se constiparía, y un culo constipado tiene que ser terrible. Entonces el experto dijo: no puede ser. Pero tampoco se mojó, se limitó a recoger lo que dice el DRAE y eso fue la laja nº 2:

laja1. (Del port. laja, y este del lat. hisp. lagena).
1.
f. lancha1.
lancha1.
(De or. inc.).
1.
f. Piedra más bien grande, naturalmente lisa, plana y de poco grueso.

Así llegamos a la laja nº 3:

Laja
LR p. 52
(...) un hilillo de sangre fluida que iba formando un pequeño charco rojizo sobre las
lajas escarchadas del corral.
laja1.
(Del port. laja, y este del lat. hisp. lagena).
1.
f. lancha1.
2.
f. Mar. Bajo de piedra, a manera de meseta llana.
Laja:
Láminas de hielo que se forman en charcos o sitios con agua. (Investigación de campo)
ET p. 61
 
(...) en seguida con las primeras
lajas.
Esta laja es la misma primera por lo que sigue siendo de láminas de hielo que se forman en charcos…
Las lajas 2 y 3 fueron publicadas en Cátedra Miguel Delibes.
Seguid, que llegamos a la laja nº 4:
Laja
LR p.52
(…) un hilillo de sangre fluida que iba formando un pequeño charco rojizo sobre las lajas escarchadas del corral.
Laja: Cualquier trozo de piedra (incluso trozos de hielo) irregular y suficientemente fina. (Investigación de campo)
Debemos prestar atención, porque en esta laja parece que el experto ha descubierto que las lajas son de piedra y trata de colarme un gol por toda la escuadra, ¡admite que son de piedra! (incluso trozos de hielo).
Bueno pues, no señor, las lajas, al menos las de pueblo, siempre fueron de piedra: jamás de hielo.
Y vamos con la laja nº 5.
Jorge Urdiales Yuste
25 de enero a las 4:51
 · 
Sentado en una laja (Las ratas)
Laja: Piedra más bien grande, naturalmente lisa, plana y de poco grueso.

Por fin el día 25 de enero de 2016 el experto se ha liberado de la hipoteca que tenía con las lajas de hielo escarchadas del corral y se ha decidido por las lajas de piedra.

¡Uf! ¡Qué descanso, por fin nos hemos liberado de las dichosas lajas del corral que además de ser de hielo que se formaba en charcos o sitios con agua, estaban escarchadas! ¿Vaya peso que nos hemos quitado de encima eh, señor “experto”?
Pero verá usted autor de este, otro, desaguisado: Delibes, a lo largo de toda su obra, hizo bastante uso de la palabra laja (parece que teme por su desaparición) para referirse a la piedra irregular, no muy grande, pero sí plana, como las que usaban mucho los caleros de mi pueblo (desaparecidos) para hacer la cal. Jamás se refirió a la laja como lámina de hielo que se forma en charcos o sitios con agua. ¿Sabe usted por qué Delibes no cometió nunca ese error? Pues porque él pateó mucho campo, habló mucho con los paletos como yo, y los paletos, como yo, sabemos distinguir un cavón o una piedra del carbón de piedra ¿le suena?
Y ésta es la historia de la laja que se convirtió en hielo escarchado, pero que al final, después de mucho ir y venir por libritos y cátedras, terminó como empezó: siendo una piedra.
Ya sabéis que soy aficionadillo a Delibes, lo cual no quiere decir que sea experto, no, ¡pobre de mí! Pero os puedo asegurar que no he encontrado en ninguna parte donde Delibes nos hable de laja como placa de hielo. Pero en fin doctores cum laude en ciencias de la información, y cátedras, tiene el saber.

Y colorín colorado… este cuento NO se ha acabado.


Camporredondo, 30 de enero de 2016

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