martes, 3 de mayo de 2016

Apiolar, apiolar... ¿qué es apiolar?

Pues parece que la palabreja se las trae. Cada uno la interpretamos a nuestra manera: Delibes la usa en cada momento oportuno (vela por su buen uso en el ambiente rural en que se mueve). Después viene el “experto” en Miguel Delibes, saca el dedo por la ventana y, según de donde sople el viento, esa acepción emplea, n                               o importa si estamos hablando en la narrativa de Delibes o en lenguaje académico, como corresponde a nuestra categoría de filólogo doctor cum laude en ciencias de la información. Después vengo yo que, como carezco de cultura, lo interpreto como lo que soy.

Y así queda la cosa:

Acudimos a la Cátedra Miguel Delibes y en su glosario, cuyo autor es Jorge Urdiales Yuste, a la sazón "experto" en Delibes, encontramos:

Apiolar

ELCM p. 181 
Esto no significa que el animal no se pueda apiolar de otra manera.
apiolar. (De pihuela).
1. tr. Poner pihuela o apea.

Este paleto, con el pueblo dibujado en la cara, no puede más que declararse profesor -mal profesor, a juzgar por el alumno- del señor Urdiales, "experto" en Miguel Delibes. Les invito a ustedes a darse una vuelta por la página 554 de El Libro de la Caza Menor (obra completa de Miguel Delibes) para que saquen sus propias conclusiones. Yo creo que Delibes no habla de ponerle una pihuela o apea ¿o sí?

Y sigue:

Apiolar

CEH p. 94
(...) a la postre, apiolar al seductor, no significa nada al lado (...)
apiolar. (De pihuela).
3. tr. coloq. prender (a alguien, privándolo de libertad).
LGNA p. 55
Pero ese día, a poco le apiolan.

Seguimos estupefactos ante el glosario del señor Urdiales en la Cátedra Miguel Delibes. Acaban de ver otras dos muestras.

Aquí quiero dejarles otra perla de cómo el “experto” entiende la obra del escritor. Para ello vuelvo a invitarles: página 94 de “Con la escopeta al Hombro” de Miguel Delibes. Allí verán que  el escritor apiola (mata de un disparo) al seductor. Sin embargo el experto lo prende o priva a alguien de libertad. ¡Vivir para ver!

Y seguimos un poco más: “Las guerras de nuestros antepasados”, páginas 54 y 55. Un sorprendido doctor, pregunta a Pacífico Pérez: 

Dr.- ¿Los cazó todos por el procedimiento de la botella?

P.P.- Todos, a ver. La botella y la “laffite”, no sabía otro. Pero ese día, a poco le apiolan.

Cabe entender, al menos este paleto así lo entiende, que si al padre de Pacífico Pérez le reventó un obús entre las piernas, lo que nos quiere decir es que casi lo matan ("...a poco le apiolan") ¿o no?

(Las  laffite  -este menda lo desconoce-, según P.P. parece que eran unas bombas de mano)

Bueno, pues según el experto en Delibes lo que éste quiere decirnos es que querían privarle de libertad. ¡Más vivir para ver! O tal vez para aprender.

Y, de paso, sólo me queda decir que la Cátedra será cátedra, pero jamás de Miguel Delibes. El escritor , vuelvo a decir, volaba a otra altura.

¡Ah! Y no culpemos al DRAE en esta ocasión porque, vean:

apiolar.
(De pihuela).
1. tr. Poner pihuela o apea.
2. tr. Atar un pie con el otro de un animal muerto en la caza, para colgarlo por ellos. Se emplea comúnmente hablando de los conejos, liebres, etc., y también de las aves cuando se enlazan de dos en dos pasándoles una pluma por las ventanas de las narices.
3. tr. coloq. prender ( a alguien, privándolo de libertad).
4. tr. coloq. Matar a alguien.
5. tr. coloq. Arg. espabilar ( avivar y ejercitar el entendimiento de alguien).
6. prnl. coloq. Arg. percatarse. Te apiolaste tarde de que te estaban esperando.

Resumiendo: ante la lectura de “El libro de la caza menor”, “Con la escopeta al hombro” y “Las guerras de nuestros antepasados” el “experto” en Delibes decide aceptar las acepciones 1 y 3 del Diccionario de la Real Academia. Y el rural, o sea yo, (que ya saben ustedes que a los de campo nos falta la cultura según el experto…) después de haber leído las tres obras maestras, me decido por la acepción nº 4. Y usted ¿por cuál se decide?

Es esta otra de tantas veces que yo digo que si el DRAE recoge la palabra y esta coincide con el lenguaje rural el "experto sale de su apuro. Pero si, como es el caso que nos ocupa, el diccionario nos ofrece varias acepciones, es tal el grado de ignorancia que demuestra el "especialista" en Delibes que no sabe por qué acepción optar.

Y sólo me queda por decir que en este mundo nuestro, el rural, cuando tratamos de hablar de muerte -provocada- en vez de usar la palabra matar, la mayoría de las veces usamos apiolar. Eso lo sabía muy bien Delibes, y por eso, en el ambiente rural, la usaba frecuentemente.

Aprovechando la ocasión, quiero hacer referencia a una palabra muy próxima a apiolar pero que no tiene nada que ver. La palabra -muy usada en este mundillo- es apirolar. Palabra que no recoge el DRAE pero que -antes más que ahora- se usaba para dar a entender que aquel que mucho empinaba el codo (bebía) se apirolaba, emborrachaba, enjarrillaba... Por tanto:

Apirolar = a emborrachar, enjarrillar... 

Emborracharse= a apirolarse, enjarrillarse...

Y así lo digo en...

Camporredondo, 4 de abril de 2015




4 comentarios:

  1. Como siempre que leo tus artículos, más claro, agua

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    1. Amable comentarista: lo que digo, está claro en Camporredondo, mi pueblo, y parece que tú también lo tienes claro. Pero, a juzgar por el “experto” en la narrativa de Delibes, por el Paseo de la Castellana, o El Retiro, el agua no está tan clara. Me gustaría saber por qué el agua está clara, o no, según el ambiente en el que nos movamos.
      Te agradezco mucho el comentario, pero te invito a que cuando no estés de acuerdo también nos lo digas. De esta manera conseguiríamos aportar luz allí donde, cada vez más, sólo quedan tinieblas.
      Gracias amigo.

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  2. Querido Gaude: Como siempre, muy bien justificada la acepción de "apiolar" 'matar', que es la que funciona coloquialmente. Como señalas, lo del "experto" no es sólo que ignore el vocabulario rural, sino que, cuando el término tiene varios significados, aunque no sean rurales, hace elecciones totalmente disparatadas, que no haría ni un alumno de 1º de la ESO, sin tener en cuenta el contexto. Sus repetidamente editados diccionarios deben considerarse un hito en la historia del Surrealismo en España. En otro orden de cosas, Delibes también usa "apiolar" en su acapción cinegética, que es la 2ª que reproduces del DRAE, por ejemplo, creo, en "Dos días de caza": "Antonio Merino se agacha y pone a orinar la liebre; luego la apiola, y la cuelga de la percha".

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    1. Hola Luciano: así da gusto. Qué duda cabe que a la perdiz o a la liebre se las apiola (mata) primero y después se las apiola, o no, para colgarlas de la percha. Pero aquí el “experto” en la narrativa de Delibes, nos presenta tres casos en los que, el cazador que escribe, se refiere al zorro, que se le puede apiolar (matar) de otra manera que a la espera (aguardo dice el escritor); al macho de perdiz cazado a reclamo; y al padre de Pacífico Pérez que por poco le apiolan (matan) al intentar inutilizar un tanque.
      Para los no expertos debemos decir lo que es poner a orinar la liebre después de muerta: se la sujeta por las patas delanteras de forma que el sistema urinario quede dirigido hacia el suelo, se la presiona levemente sobre la barriga y por la fuerza de la gravedad la vejiga queda vacía de orín. Perdón por contar lo que seguramente todos sabéis.
      Un abrazo, amigo.

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