Ruego paciencia al posible lector, porque sólo así podrá terminar esta lectura que yo creo es imprescindible presentarla en su totalidad para que después, cada cual, saque sus propias conclusiones.
La primera parte se refiere a lo
que el “experto” en Miguel Delibes entiende que significa la palabra perdido, que publicó en Diccionario del
Castellano Rural en la Narrativa de Miguel Delibes y en el glosario de Cátedra
Miguel Delibes. ¡Dios bendito!
La segunda parte incluye el mismo
Diccionario del Castellano rural en la narrativa de Miguel Delibes, esta vez
editado por ediciones Cinca, en el que, nos dicen, que algunas palabras han sido
mejoradas. La palabra que hoy nos ocupa es una de las "mejoradas".
Vamos con la primera parte.
Perdido
D1C p. 167
A la tarde le metí en un perdido de escobillas y avena loca.
perdido, da. (Del part. de perder).
1. adj. Que no tiene o no
lleva destino determinado.
2. adj. U., unido a ciertos
adjetivos, para aumentar y reforzar el sentido de estos. Histérica perdida.
Enamorado perdido. Tonto perdido.
3. m. Hombre sin provecho y
sin moral.
4. m. Impr. Cierto número de
ejemplares que se tiran de más en cada pliego, para que supliendo con ellos los
que salgan de la pre nsa imperfectos o inútiles, no resulte incompleta la
edición.
5. f. prostituta.
~ por alguien.
1. loc. adj. Ciegamente
enamorado de él.
~ por algo.
1. loc. adj. Muy aficionado
a ello.
ser alguien un ~.
1. fr. Ser demasiado franco
o pródigo.
2. fr. Estar destituido de
estimación y crédito.
ponerse ~.
1. fr. coloq. Ensuciarse
mucho, ponerse muy sucio.
V.
alma perdida
bala perdida
caja perdida
caso perdido
centinela perdida
cosa perdida
desván perdido
fondo perdido
gente perdida
manga perdida
mano perdida
mujer perdida
pan perdido
ratos perdidos
tiempo perdido
Perdido: Lugar que no está
comunicado ni por veredas, caminos, etc. (Investigación de campo)
AVD p. 49
(...) entre las aulagas de los perdidos.
AVD p. 58
En Castilla, a falta de las praderas húmedas de que tanto gusta, la avefría
asentaba en las cunetas o en los perdidos pantanosos contiguos a los carrascales
(...)
AVD p. 75
(...) de arduas laderas y estirados navazos, donde apenas amuebla los perdidos una rala vegetación esteparia (...)
AVD p. 85
(...) dediqué mi atención a inspeccionar el terreno y, desdeñando pajas y
junqueras, tropecé con un retazo de cebada pinada no mayor de cien metros en
cuadro, con más cardos que espigas y la mayor parte de éstas sin granar. Se
trataba evidentemente de unperdido, una siembra abandonada (...)
AVD p. 194
(...) donde los majuelos ocupan la mayor parte de las ochocientas hectáreas,
alternando con algunos olivares, cuatro perdidos de esparto y unos pocos retales de cereal.
LPD p. 26
(...) empezaban a verse pájaros entre los barbechos y perdidos de los bajos,
LPD p.63
(...) me dediqué a registrar perdidos, arroyos y majanos,
Querido lector: todo lo que acabas de leer
aparece, tal cual, en el DRAE excepto, claro está, el uso que Delibes hace de
la palabra perdido en algunas de sus
obras.
Al pie de las acepciones que nos aporta el Diccionario
de la Real Academia Española, el señor Urdiales nos muestra su "(investigación
de campo)” para decirnos:
Perdido: Lugar que no está
comunicado ni por veredas, caminos, etc. (Investigación de campo).
Patente queda que el señor Urdiales no puede haber investigado, porque a tenor de lo que nos aporta, tomado del DRAE, queda claro que nada tiene que ver con el terreno, que es por donde se mueve el cazador y que el “experto” aún no ha descubierto.
Dígame querido lector: ¿Dónde y cómo investigó el experto?
Vamos con
la segunda parte que conforma el nuevo-viejo diccionario.
Perdido.
D1C p. 167
A la tarde le metí en un perdido de escobillas y avena loca.
Con lo que acabamos de leer encabezaba el primer diccionario
y la Cátedra Miguel Delibes.
Perdido,da. (Del part. de perder).
1. adj. Que
no tiene o no lleva destino determinado.
Esto también
aparece al principio de la primera parte.
Perdido: Tierra sin
labrar durante años. (Investigación de campo).
¡Esto sí que es nuevo! Aquí al señor Urdiales le habían llegado -sin él investigar- unos folios mecanografiados en los que le advertían de sus posibles errores.
Y sigue el diccionario:
AVD p. 49
(…) entre las aulagas de los perdidos.
AVD p 58
En Castilla, a falta de las praderas húmedas de que tanto
gusta, la avefría asentaba en las cunetas o en los perdidos pantanosos contiguos a los carrascales (…)
AVD p. 75
(…) de arduas laderas y estirados navazos, donde apenas
amuebla los perdidos una rala
vegetación esteparia (…)
AVD p. 85
(…) dedique mi atención a inspeccionar el terreno y,
desdeñando pajas y junqueras, tropecé con un retazo de cebada pinada no mayor
de cien metros en cuadro, con más cardos que espigas y la mayor parte de estas
sin granar. Se trataba evidentemente de un perdido,
una siembra abandonada (…)
LPD p. 26
(…) empezaban a verse pájaros entre los barbechos y perdidos de los bajos.
Juzgue usted lo que acaba de
leer. Yo, una vez más, voy a dar mi opinión sobre este segundo-primer diccionario.
La verdad es que poco tengo que añadir. Sí creo que debo opinar y preguntar: después de lo visto y leído… ¿esto es una “mejora” de la palabra PERDIDO, o es una rectificación absoluta al primer diccionario que, aparte de este menda, nadie corrigió?
La palabra perdido referida al campo (terreno que se deja de labrar) el DRAE
–fuente de información del señor Urdiales- no la recoge. Me arriesgo a asegurar
que es palabra del más puro castellano rural, por eso no aparece en la Real
Academia y si el diccionario nos falla, el señor Urdiales eso: está perdido.
Entiendo que dado el error
mayúsculo cometido en el primer diccionario y aplicando un mínimo de cordura, el
autor debería reconocer su error y justo en dos líneas rematar la faena: perdón lector, me equivoqué y la palabra
perdido queda como sigue:
Perdido: Tierra sin
labrar durante años. (Investigación de campo).
Pero el autor de este
último-primer diccionario demuestra muy poco respeto (es mi opinión) hacia sus
lectores y sigue rellenando “como Dios le da a entender” para ver si pasa
desapercibido y… todos tan felices.
Ahora, a pesar de haber dejado
claro en el
Diccionario de Camporredondo y en mi anterior crítica en “La
Pizarra de Gaude” sección “
En camisas de once varas”, lo que significa la palabra
rural
perdido, quiero ampliar un
poco su significado para que no quede duda sobre ella.
Perdido:
Parcela de terreno que durante
años no se labra. Debo decir que no es lo mismo que barbecho que es la parcela
de terreno que, si bien no se siembra, sí que se labra. El perdido adquiere su
título en el momento en que se deja de labrar durante uno o más años agrícolas.
Después hay otros perdidos: unos porque se desorientan,
otros porque no sabemos por dónde andamos, otros porque son unos perdigallas…
en fin que el término perdido es
palabra del castellano de muy amplio espectro. Delibes, conocedor del ambiente
rural en el que se desarrollan algunas de sus obras hace uso de ella, pero
referida al campo exclusivamente.
Y mi queja final: ¿no deberíamos
reclamar sobre la edición y salida al mercado de unos diccionarios sin un
mínimo de rigor? La verdad es que no, porque sin ellos yo no habría
salido a la palestra a intentar defender el lenguaje de mis abuelos y la obra
del escritor en castellano rural más grande que dio Castilla. Desde esa
perspectiva, no otra, muchas gracias señor Urdiales.
No soy pesado, no, ya sé que me
repito, pero no soy pesado. Lo que acaban de leer está respaldado por:
Fundación Instituto Castellano y leonés de la lengua, Cátedra Miguel Delibes.
Fundación Miguel Delibes; Excma. Diputación provincial de Valladolid, Misterio
de incultura rural que “hace posible que el señor Urdiales predique por
institutos y colegios”, diario El Norte de Castilla y… como suelo decir: ¡échele
usted hilo a la cometa! ¿Es posible que a nadie le importe la interpretación
que el experto hace sobre ésta y otras palabras rurales?
Como final digo: he tratado de
buscar la palabra perdido, referida
al campo, y no he conseguido nada positivo, por lo que deduzco que es palabra
eminentemente rural. Por todo ello ruego, al que más sepa, nos informe sobre su
origen para darle la mayor difusión posible. Me queda lamentar que los perdidos
(terrenos que se dejan de labrar) en Castilla van en aumento ¿a alguien le
preocupa? Al que esto teclea sí, mucho.
Camporredondo 5 de mayo
de 2015.