martes, 12 de febrero de 2013

Labores que el resinero realizaba. Herramientas y útiles usados (II). El hacha de doble boca

Desroñar
El hacha de doble boca, o boca y peto


Dos maestros: Carlos y Luciano preparan una nueva entalladura.
Carlos abre campaña.

Luciano abre campaña también, pero sobre un pino negro

Cuando el resinero abría cara nueva (primera entalladura), para desroñar no hubiera sido útil ni el barrasco ni la garrancha por su proximidad al suelo. Para esta operación y año, utilizaba el hacha doble boca, o de boca y peto (así se llaman los dos filos que esta hacha tiene; el ancho es la boca y el más estrecho el peto). ¿Por qué esta hacha y no el hachón, más ligero? Para desroñar la parte más alta, en la nueva entalladura, el resinero usaba la parte más ancha, la boca, porque cundía más con el mismo, o parecido, esfuerzo. Pero había una parte de roña que quedaba semienterrada y que al resinero también le interesaba arrancar para colocar el pote lo más bajo posible. Ésta es la parte que desroñaba con el peto, porque era más fácil y porque no estropeaba el filo de la boca al contacto con la arena (explicación de resinero).
Si bien el nombre y la forma física de esta hacha es la misma que la del leñador, el tamaño es menor, pensemos que para separar la roña del pino no se necesita la misma presión que para cortar el tronco, por lo tanto sería absurdo que el hombre cargara con un peso suplementario, si éste era inútil.

En cuanto a la roña, como combustible, queremos añadir que los primeros años de la campaña eran los más interesantes, porque allí donde el tronco del pino está más cerca del suelo la roña es más gruesa. O sea que para entalladuras de la misma medida, la que estaba más cerca del suelo aportaba más combustible, lo cual era importante, dado que las nuevas energías caloríficas no habían aparecido y el cocido y las patatas que, junto con las lentejas y las alubias eran los principales y casi únicos alimentos en aquel tiempo, había que cocerlas al fuego de leña, o roña, principalmente. La calefacción (la gloria) se calentaba con la ramera, o con manojos de la vid, pues por entonces aún había viñas en Camporredondo.

El transporte de la roña hasta el hogar se hacía en los carros de llanta de hierro, ya fueran éstos de varas o yugo. Los carros, para este transporte, y dado que la roña es una carga ligera, se preparaban de una forma especial: sobre los telerines se colocaban los mismos suplementos (tableros) que para acarrear la paja de la era, incluso éstos se suplementaban con tablas. En la parte delantera y trasera se colocaban los mantones (sacos abiertos y unidos unos a otros) con lo cual la capacidad del carro se multiplicaba. De esta forma se ahorraba tiempo para dedicarlo a otras tareas agrícolas.
Camporredondo, otoño de 2007

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