Seguimos encontrando palabras “mejoradas” en el nuevo-viejo
diccionario del Castellano Rural en la Narrativa de Miguel Delibes.
Si el camino es errado, cuanto más avancemos por él más
lejos estaremos de la meta. ¡Vaya tontería que se me acaba de ocurrir!
Sin embargo, lo que se me acaba de ocurrir, creo yo, viene aquí
como anillo al dedo.
A ver, comenzamos a caminar:
Raer: Perder
resina. (Investigación de campo).
Así aparece en el Diccionario del Castellano Rural en la
narrativa de Miguel Delibes editado por Fundación Instituto Castellano y Leonés
de la lengua y en la Cátedra Miguel Delibes.
Seguimos caminando:
Raer: Perder
resina el pino que recogerá el resinero con la raedera. (Investigación
de campo).
Aquí aparece la “mejora” en el Diccionario del Castellano
rural en la Narrativa de Miguel Delibes editado por ediciones Cinca. Ambas del
mismo autor del texto.
Si cuando el “experto” al
comenzar a caminar por el camino de la resina ha errado, por muchas vueltas que
quiera darle jamás yo –que soy muy bruto- podré entender lo que quiere decir.
Como parece que andamos por
caminos alejados de los del resinero, vamos a intentar desglosar las tareas que
realizaba para la elaboración del pino negral (pinus pinaster) referidos a una
temporada para la extracción de la resina. Para no ser pesado, lo que voy a
decir está pormenorizado en “La pizarra de Gaude”. Incluso allí podéis
contemplar al resinero realizando cada tarea.
El resinero comenzaba la
temporada, para la extracción de la resina, allá por el mes de marzo, desroñando. Seguía, clavando. Continuaba, pica a pica, remondando. Seguía,
remasando. Después, raía. Y finalizaba, el año que tocaba, recogiendo el sarro.
Como veis, la quinta operación que
el resinero realizaba era RAER.
Entonces ¿cómo se puede entender que raer
sea perder resina el Pino?
raer.
(Del lat. radĕre).
He querido recurrir al DRAE porque nos dice muy claro lo que es raer. Pero nos juega una mala pasada: no nos lo aclara del todo y así se presta a confusión. No nos dice: raer es raspar, con la raedera, la superficie de la entalladura para despegar la resina que, a lo largo de la temporada, se ha ido quedando adherida. Creo que esto sí que lo volvemos a explicar para facilitar la tarea a los posibles expertos que quieran aprovecharlo: El discurrir de la miera hacia el pote depende de la temperatura ambiente: a mayor temperatura, más licuada se mantiene la resina y mejor desliza hacia el pote. Pero a lo largo de la temporada, sobre todo al principio y al final de la misma, incluso por la noche, la temperatura desciende y la resina espesa y no desliza, no corre, se queda adherida en la entalladura. Esto, ni qué decir tiene, que es al final de la temporada (la temperatura desciende bastante y la distancia hasta el pote es mayor) cuando más resina va quedando pegada al pino, en su entalladura.
Termina la temporada y el resinero, al que le ha costado gran esfuerzo que el pino suelte su sangre, (resina) no puede permitir que a última hora se quede allí pegado parte de su esfuerzo. ¿Qué hacer entonces? Pues coger la raedera y, como si fuera una remasa más, raspar la superficie de la entalladura, remasar la resina así recogida, echarla a la cuba y dar por terminada la temporada; siempre que ese año no toque recoger el sarro.
Así que, resumiendo:
Raer.- Raspar, con la raedera, la superficie de la entalladura para recoger (remasar) la resina que quedó allí pegada durante la temporada.
O sea: rae el resinero con la raedera, y el pino no pierde resina por el hecho de raer. El pino pierde resina porque el resinero para eso le elabora. El resinero le hace cortes y el pino llora y pierde su sangre (resina). Sí que es cierto: el resinero, con raedera o con cuchillo y lata, recoge la resina y con ello se gana el sustento para su familia.
Y ahora puedo aseguraros que yo me he enterado de lo que es raer. ¿Y vosotros?
Camporredondo, 18 de abril de 2015.
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