viernes, 1 de mayo de 2015

Pasen y lean...

... lo que aquí decimos.
¡Comprender a Delibes… ésa es la cuestión! 

Posiblemente el señor Urdiales está pidiendo ayuda. Por eso titula: "COMPRENDER A DELIBES"… porque yo no le comprendo. Lo siento señor Urdiales: a lo largo de sus escritos deja usted patente que no comprende a Delibes. Usted tiene en mente su particular Delibes. Lean a continuación:

COMPRENDER A DELIBES
URDIALES YUSTE, Jorge
Publicado en el año 2005 en la Revista de Folklore número 293
“(…)
Hay otras voces populares-rurales muy arraigadas a las que Delibes les da un significado muy particular. Tal es el caso del verbo “carear” que significa pacer o pastar el ganado cuando va de camino y así se emplea por estos pueblos. Las ovejas carean fundamentalmente las tierras que no han sido aradas. Sin embargo, Delibes no va a utilizar el verbo “carear” para unas tierras, sino para el cabello de un muchacho cuando escribe en Las guerras de nuestros antepasados que el chico “tenía la pelambre entrecana y los remolones careados” (p. 64)”.

Como acabamos de leer, quizá podamos admitir que el chico -Pacífico Pérez-  tuviera la pelambre, o pelambrera, entrecana, pero que una persona tenga los remolones cariados, o careados como dice PP,.. pues yo pediría un respeto hacia la persona. Remolón: colmillo del jabalí.

Buscando referencias y contrastes llegué hasta Villanueva de Duero (Valladolid) donde, por casualidad, encontré lo que acaba usted de leer, escrito, al parecer, por el señor Urdiales. Es más extenso pero, como decimos por estos pueblos de Dios, “para muestra un botón”.

Ahora compare usted lo que ha entendido el señor Urdiales, con lo que Pacífico Pérez (“Las Guerras de Nuestros Antepasados, página 64”) le dijo al doctor Burgueño López:

“(…) Y como quiera que el bicho aquél, el jabalí, digo, tenía la pelambre entrecana y los remolones careados (1), todos dimos por buena la explicación, ¿se da cuenta? (…)

Se está refiriendo, PP, al suicidio del jabalí.

Esto ha quedado escrito, y por eso yo lo he leído hoy. Si yo no hubiera leído “Las Guerras de nuestros antepasados...” ¿qué cree usted que pensaría del escritor Delibes? Pues esto es lo que está consiguiendo el Señor Urdiales y, vuelvo a decir, aplauden: Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, Cátedra Miguel Delibes, Fundación Miguel Delibes, Excma. Diputación de Valladolid, el Ministerio de Cultura -que hace posible que el señor Urdiales vaya predicando por colegios e institutos-, El Norte de Castilla… y, aquí tiene usted otro ejemplo, la Revista Folklore, más... ¡échele usted hilo a la cometa!

El señor Urdiales nos aclara más cosas que sus lectores "no sabíamos". Entre ellas destacamos ésta que es una sentencia que no deja lugar a dudas. Escribe: "(...) carear significa pacer o pastar las ovejas cuando van de camino". Y yo, que no sé nada de esto, pregunto: y cuando han llegado al careo ¿qué hacen? yo siempre creí que van de camino hasta que llegan al careo, y una vez en él pues eso: carean.

Pero en su afán por ilustrarnos en el arte del pastoreo añade: "Las ovejas carean fundamentalmente las tierras que no han sido aradas". Yo, a continuación, me imagino al señor Urdiales secándose el sudor... ¡qué esfuerzo tiene que suponer llegar a conclusiones de tan alta reflexión! A ver: usted se imagina un rebaño de ovejas pastando en una tierra recién arada? Yo es que, en mi época de pastor, fui tan torpe que no supe aprovechar el pasto de la tierra recién arada. ¡Lo que me perdí y se perdieron mis ovejas!

Y... ¡para qué seguir!

En atención al posible interesado, de forma sucinta vamos a decir lo que significa la palabra careo según este ex pastor: careo es todo aquel terreno -de labrantío o no- en el que abunda el pasto para el ganado (¡vaya careo que hay!). El ganado va de camino hasta que llega al careo y, una vez en él, en este caso las ovejas: carean. Del verbo carear.

Los remolones, colmillos del jabalí cariados, son otra cosa (parece que tenían caries). De eso podemos hablar en otro momento. Así que por ahora dejemos al jabalí con su pelambre entrecana y sus colmillos cariados, compadeciendo al pobre animal  por el dolor tan fuerte que debía sentir y que, se supone, le llevó al suicidio; o eso es lo que relata Pacífico Pérez al doctor Burgueño.

Y de todo lo dicho -y mucho más- lo verdaderamente grave es que a nadie parece preocuparle.

Camporredondo, 29, de abril de 2015.

(1) Me atrevo a decir que "careados" es fruto del escrupuloso respeto que el doctor Burgueño siente por el vocabulario de Pacífico Pérez, o se debe a error de imprenta. Todo, menos ser fruto del "muy significado particular" que le da el escritor Delibes según observa el señor Urdiales.



2 comentarios:

  1. Querido Gaude: interpretar a Delibes sin estar familiarizado con su lenguaje y sin tener en cuenta el contexto produce monstruos. Los "diccionarios del experto" son un auténtico pasadizo del terror. Lo extraño es que haya instituciones que expongan, quizás hasta con orgullo, semejante antología de los horrores. Abrazos.

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    1. Amigo Luciano:
      Mis gritos en favor del castellano rural y la obra de Delibes se van apagando. Aun así, espero seguir aportando mis experiencias como hombre rural durante un tiempo.
      No obstante, me llena de satisfacción ver que savia nueva viene por detrás dispuesta a que no se siga despreciando (es lo que creo) el lenguaje de nuestros abuelos, sin más que porque otros, -que ignoran más, o no les importa nada el tema- no mueven un dedo en su favor.
      Me gustaría saber –mis fuerzas no me lo permiten- el lenguaje que se usa en las seis rutas del escritor. (Debo reconocer que las fotos sí que quedan bien) Digo esto, porque si están a la altura de lo que yo conozco, siento mucho la baja estima en que se tiene al escritor que, para escribir sobre el mundo rural, al menos pisó la tierra, pegó la hebra con los nuestros y dejó escrito que “la pelambre entrecana y los remolones “careados” pertenecen al jabalí.
      Seguiremos clamando en el desierto.
      Un abrazo

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