jueves, 4 de septiembre de 2014

En Camisas de Once Varas: Páramo.

La cosa empezó porque discrepo del sentido que le dan a la palabra páramo en la Cátedra Miguel Delibes –definición tomada a su vez del DRAE-:

Páramo
LHR p. 69
(...) encontrara en el
 páramo (...)
páramo.
 (Del lat. paramus, voz de or. prerromano).
1. m. Terreno yermo, raso y desabrigado.
LCE p. 82
(...) la extensión de las hazas de cereal por estos
 páramos, y, el tercero, la vecindad a pimpolladas de repoblación, barrancadas, sardones, malezas (helechos, aliagas, tomillos, espliegos) que la facilitan refugio en momentos de acoso. En los altos, pues, la codorniz no precisa linderos, arroyos, ni pajonales, puesto que la siembra allí nunca es mancha continua.
LPD p. 101, passim
Su topografía -páramos, laderas, vaguadas, sardas, rispiones y majuelos-
3PC p. 32
Al atardecer, regresaba feliz, sobrevolando al bullanguero grupo adolescentes, sus claras pupilas impresionadas por otros bosques, otros
 páramos, otros vallejos, otros horizontes.
EUC p. 21, passim
Son heladas y el subsiguiente trajín de tractores por bajos y
 páramos.

Hasta aquí lo que nos ofrece Cátedra Miguel Delibes escrito por el “experto” en la narrativa del escritor.

Por no estar de acuerdo con la definición que hace el DRAE de la palabra páramo –que es la que recoge, como digo, la Cátedra Miguel Delibes- ni tampoco con la que di en el Diccionario de Camporredondo, hoy quiero profundizar en ella para ver si soy capaz de describir lo que entendí por páramo desde que nací -ya hace rato-.

Quiero anticipar que no me refiero a los páramos andinos, del África Oriental o Nueva Guinea. Soy más humilde que todo eso. A los páramos que yo me refiero es a los de nuestra vieja Castilla pues es, creo, por donde transcurre buena parte de la obra de Miguel Delibes.

Con esta premisa, digo:

Para que haya páramo tiene que haber necesariamente vega y viceversa. Yo creo que hasta ahí estaremos de acuerdo. Entonces la definición de páramo debería quedar como sigue:

Páramo.- Planicie, más o menos regular, que descubrimos al coronar la ladera desde la vega.

Con esto debería ser suficiente, porque lo de terreno yermo, raso y desabrigado no se ajusta a la realidad de los páramos de la zona en la que esto tecleo: Tierra de Pinares, zona en la que posiblemente Delibes sitúa “Las Ratas” y otras obras y que es el origen de mi discrepancia con la Cátedra Miguel Delibes.

Si no es válido mi razonamiento ruego, al que más sepa, que me diga donde está enclavado Portillo, Montemayor de Pililla o Viloria de El Henar, por ejemplo (para los que no conozcan la zona, pueden consultar Google Earth).

Pero no sólo eso ¿qué nombre recibe  lo que nuestros abuelos, desde tiempo inmemorial, llamaban páramo?

Hasta ahí, bien. Si los pueblos citados anteriormente fueron fundados en el mismo páramo de mi  pueblo (Camporredondo está asentado en la vega), no puedo admitir que estos páramos sean yermos. Lo de rasos y desabrigados también sería discutible, porque en ellos además de producirse todo tipo de productos agrícolas, encontramos grandes extensiones de pino piñonero (Pinus pinea) y pino negral o resinero (pinus pinaster) principalmente.

Si las autoridades de la palabra insisten en su definición de páramo, después de haber comentado lo que, por esta zona, siempre hemos conocido como tal,  ¿podrían decirme qué nombre recibe lo que descubren los camporredondeses cuando coronan la ladera?

A partir de aquí nos quedan páramos andinos, africanos y demás páramos lejanos hasta los que este humilde hombre de campo no puede llegar.

Termino. Si tenemos que admitir que los páramos son yermos, rasos y desabrigados el diccionario de la Real Academia ha descrito páramos lejanos, olvidándose de los nuestros (páramos castellanos), porque éstos no cumplen la norma. Los nuestros son, a veces, muy  feraces, rasos a veces y desabrigados no tanto.

A partir de hoy en el diccionario de Camporredondo la palabra páramo quedará como sigue.

Páramo castellano: Planicie que descubrimos al coronar la ladera desde la vega.

LOS OTROS PÁRAMOS SON YERMOS, RASOS Y DESABRIGADOS.

Nota al final: hecha mi consulta al DRAE  sobre la palabra páramo, todo lo que el Diccionario de la Real Academia Española responde es lo siguiente:

En relación con su consulta, le remitimos la siguiente información: Lamentablemente no podemos añadir nada más a la información que ya le enviamos en su día. La voz páramo se define del modo citado tanto en el DRAE como en el resto de los diccionarios del español actual, tales como el de María Moliner o el de Seco.

Como vemos,  mi pregunta ¿qué nombre recibe el campo que nosotros descubrimos al coronar la ladera, que es lo que desde tiempo inmemorial, en el mundo rural, se conoce como páramo? ha quedado sin respuesta.

LA VOZ DEL MUNDO RURAL,TAMBIÉN, DEBE SER ESCUCHADA.



2 comentarios:

  1. Muy interesante la reflexión sobre "páramo". Creo que al DRAE le falta la nota de altura, como señalas, y yo la incluí en su día en "En torno a las palabras de Delibes". Ya Francisco del Rosal a comienzos del XVII los define como llanos en alto. Efectivamente, los diccionarios antiguuos y modernos suelen ir en la línea del DRAE, aunque muchos páramos han sido repoblados y hasta en los propios relatos de Delibes nos encontramos con páramos fértiles. Habrá, pues, que matizar la definición de la Academia. El experto no se entera de nada, como siempre. Lo que está pasando con sus repertorios cada vez me recuerda más al cuento del traje nuevo del emperador. Paz y bien.

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    1. Los diccionarios De María Moliner, de Seco y otros (que algún día comentaremos) se amparan en el DRAE y éste se ve reforzado por los anteriores. Pero ninguno de los tres, creo, se ha asomado desde la vega. Entretanto sigo escuchando la voz de mis abuelos que me dicen que vienen de segar del páramo. Y como mis viejos páramos no son yermos, rasos y desabrigados digo que mis paramos son páramos castellanos.

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