Cuando comencé mi andadura por
estos entresijos prometí hablar sólo de aquello que conociera directamente. Pero a medida
que vamos caminando me he dado cuenta de que esa postura es muy cómoda y que,
visto lo visto, hay que mojarse y cuando se ve algo con lo que no estás de
acuerdo no hay más remedio que pronunciarse aun a riesgo de meter la pata hasta
el corvejón.
Encuentro en Cátedra Miguel
Delibes la palabra que hoy traemos hasta “En Camisas de Once Varas”: Birlocho.
Confieso que jamás la había oído,
ni leído, hasta que leí “Diario de un cazador” de Miguel Delibes y, de pronto,
encontré que un enfadado cazador dice: “… uno de esos birlochos llevaba seis
pollos de perdiz del tamaño de gorriones. (…)". Como el hecho de matar pollos de
perdiz de ese tamaño me parece reprobable e inadmisible, entendí que Delibes
larga un merecido insulto al autor de tamaña burrada.
Pero claro, yo pensaba eso hasta
que leo en Cátedra Miguel Delibes lo que a continuación, fielmente, reproduzco
para que el posible interesado lo lea:
Birlocho
D1C p. 24
Uno de estos birlochos llevaba seis pollos de perdiz del tamaño de gorriones.
birlocho. (Del it. biroccio).
m. Carruaje ligero y sin cubierta, de cuatro ruedas y cuatro asientos, dos en la testera y dos enfrente, abierto por los costados y sin portezuelas.
Uno de estos birlochos llevaba seis pollos de perdiz del tamaño de gorriones.
birlocho. (Del it. biroccio).
m. Carruaje ligero y sin cubierta, de cuatro ruedas y cuatro asientos, dos en la testera y dos enfrente, abierto por los costados y sin portezuelas.
Como el autor del glosario parece
que tiene opinión distinta de la mía, creo que tengo derecho a defender aquello
que a mí me parece y digo:
Birlocho.- El “cazador que escribe” está tan indignado ante lo que
considera una barbaridad –matar pollos de perdiz del tamaño de gorriones- que
evitando usar palabra malsonante, muestra su enfado llamando birlocho (todo
menos cazador) al autor de tamaña bestialidad, impropia de un cazador.
Lo que no puedo entender es que
los seis pollos de perdiz viajaran en un carruaje dentro del vagón del
rapidillo (tren) donde les descubrieron los civiles.
¿Tendré que admitir que sabiendo manejar el DRAE se es experto en Delibes? ¿Es posible que mi admirado escritor se valiera del DRAE, y no de su contacto con la naturaleza, para escribir?
¿Tendré que admitir que sabiendo manejar el DRAE se es experto en Delibes? ¿Es posible que mi admirado escritor se valiera del DRAE, y no de su contacto con la naturaleza, para escribir?
Y eso es todo lo quería
decir sobre algo que desconozco.
Si no lo he entendido, perdón, quiero
aprender. Pero para ello ruego que alguien que comprenda al escritor Delibes, me lo explique.
RUEGO RESPETO PARA LA OBRA DE "EL CAZADOR QUE ESCRIBE".
RUEGO RESPETO PARA LA OBRA DE "EL CAZADOR QUE ESCRIBE".
Está claro que es un insulto, Gaude. A mí me parece que está relacionado con términos que ya aparecen en el primer diccionario de la Academia: "birlo", "birlesco", que aluden en lenguaje de germanías o malhechores a los ladrones, a los estafadores, en definitiva, a golfos, gentes de mal vivir. Nada que ver con un carruaje.
ResponderEliminarQuerido inexperto: Tú y yo lo comprendemos porque no somos expertos. Los expertos se mueven en otras órbitas, y por eso confunden a los golfos, malhechores y matadores de pollos de perdiz del tamaño de gurriatos con carruajes de cuatro ruedas. Y es que, querido señor López, "No hay analfabeto más profundo que aquel que todo lo sabe".
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