“(…) Esto no
es plan, la verdad. Bien está el chavea para un rato, pero te pones a ver y de
momento no es más que un leño. Ni
habla, ni conoce, ni nada de nada. (…)”.
Admirador y aficionadillo que es
uno de la obra de Delibes, no puedo más que discrepar del sentido que le dan en
Cátedra Miguel Delibes a las palabras de Lorenzo, el cazador emigrante.
El
hombre –Lorenzo- desde que llegó a tierras extrañas es un continuo lamento,
está desplazado de su ambiente natural, sus perdices, sus liebres, sus gentes…
En esto le llega el “chavea”, pero ni eso le conforta. Por eso se lamenta y
dice: “Esto no es plan, la verdad. Bien
está el chavea para un rato” pero,
¿y el resto? Entonces es cuando dice “te pones a
ver y de momento no es más que un leño”.
(…)
Es aquí donde discrepo con la Cátedra Miguel Delibes. Pero que yo discrepe no es
extraño, al fin y al cabo pertenecemos a mundos muy dispares, yo soy de la
parte del Lorenzo cazador y rural, y la Cátedra de la parte académico-literaria
que el emigrante tiene.
La cátedra Miguel Delibes nos ofrece su punto de vista:
Leño
D1E p. 209
(...) no es más que un leño.
leño. (Del lat. lignum).
1. m. Trozo de árbol después de cortado y limpio de ramas.
(...) no es más que un leño.
leño. (Del lat. lignum).
1. m. Trozo de árbol después de cortado y limpio de ramas.
Y yo, paleto de mí, tengo este otro:
LEÑO.
D1E p. 292 tomo 2 de la Obra Completa.
Leño (Del lat. Lignum).
5. m. coloq. Persona de poco talento y habilidad.
En el “Diccionario de Camporredondo” recogemos la palabra leño derivada de la acepción 5 del DRAE
dando por entendido que “quien más quien menos”, la otra (trozo de madera) la
sabe todo el mundo sin tener que acudir al diccionario de la Real Academia.
Y esto es una parte de lo
que quería decir; la otra me la reservo.
¿Verdad que el “chavea” no es un trozo de madera? ¿Verdad que
Lorenzo no es tan bruto, o sea, tan leño?
Pero lo que sí es cierto es que aún quedamos muchos leños por esta querida piel
de toro.
YO SÉ QUE “LORENZO” PERDONA MI ATREVIMIENTO.
Claro, Gaude, el hijo de Lorenzo no está hecho de madera, no es Pinocho. El cazador se refiere a él con la palabra "leño" porque por ser tan pequeño todavía no ha desarrollado las capacidades intelectivas, lógicamente. A lo mejor, después es espabiladísimo, sin embargo. De otros leños, mejor no hablamos. Saludos.
ResponderEliminarEl entrañable leño, aquel que se colocaba entre los morillos, que calentaba el agua sanitaria sobra el llar, el que hacía resucitar los sabañones y hacía que las patatas viudas o los gabrieles borbotearan dentro de la olla de barro... aquel leño pasó a la historia. Sin embargo quedamos otro tipo de leños que me temo pervivirán mucho tiempo.
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