Según Cátedra Miguel Delibes:
Miera: Resina. Al pino se le hace un corte y se le
coloca un pequeño cacharro o "cascolete" que recoja la resina. Cuando
se ha recogido la resina y el corte se ha secado se le hace otro corte en otro
sitio. Este trabajo era hecho tanto por hombres como por mujeres.
(Investigación de campo).
Ya
sé que me repito, pero es que hay una pequeña diferencia entre lo que fue la
realidad de la obra de Delibes y lo que nos ofrece la Cátedra Miguel Delibes. Vean:
Miera.- Resina. Salvo cuando era a muerte, al pino se le abría
una cara que se prolongaba los años convenientes (la campaña). Cada año se elaboraba un tramo de 50x12 cm, al que llamábamos
entalladura. Sobre la entalladura (no en otro sitio) se iban haciendo -en corte
ascendente- una serie de cortes (normalmente uno cada cuatro a seis días y no “cuando se ha recogido la resina”) para ir renovando la herida que, normalmente,
como cualquier herida, tiende a cicatrizar. En la base de la entalladura se
colocaba el pote para recoger la sangre del pino, o sea la miera. Y como final,
en el tiempo en que Delibes escribió “Diario de un cazador” el trabajo de
remondar no era hecho –al menos en el corazón de Tierra de Pinares- tanto por
hombres como por mujeres, sino por hombres. Otra cosa es que en la remasa o
recogida de la miera intervenía toda la familia: hombres, mujeres y niños.
El
posible lector, creo, debe tener la opción de leer la interpretación libre del "experto", o lo que dice el pastor... Al fin y al cabo ¡qué sabrá el
paleto!
Querido
escritor: ¡vaya diferencia entre lo que usted escribió y lo que nosotros
interpretamos ahora que no está!
DEBERÍAMOS
RESPETAR LA OBRA DE DELIBES.
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