jueves, 9 de enero de 2014

En camisas de once varas: Manguito

La palabra que comentaremos hoy, está recogida en el DICCIONARIO DEL CASTELLANO TRADICIONAL 1ª ed. (En adelante DCT).


Creo que esta palabra tengo derecho a recogerla y el deber de comentarla; porque atenta –seguro que sin proponérselo- contra la inteligencia de nuestros segadores que, si bien no disfrutamos de una oportunidad para culturizarnos, sí el grado de inteligencia, en muchos casos, estaba muy por encima de algunos universitarios. Si yo pasara por alto la palabra MANGUITO (referida a la siega), cuando mis bisnietos, o sus coetáneos, la encontraran dentro de un tiempo podrían pensar –no sin razón- que el coeficiente intelectual de sus ancestros rozaba límites preocupantes. Vean si no.

Dice el citado diccionario en su página 280:

MANGUITO.- protector de cuero que el segador se pone en el brazo izquierdo para impedir cortes al segar con la hoz o guadaña mientras está segando. (Sic)

Ahora el comentario, y después nuestro manguito. Querido lector: si conoces la guadaña (tampoco cortarse con la hoz en el brazo sería factible) te pregunto: ¿es posible que el segador se corte en el brazo, -ya sea el izquierdo o el derecho- al segar con ella? Claro, claro, y también el cuello podría cortarse, pero hombre, ¿usted cree que éramos tan brutos?

Ahora, nuestro manguito: cuando el segador se ponía uno solo, se lo ponía sobre el brazo derecho, ¿por qué?) pues porque era el brazo que entraba en contacto con la mies -no segada todavía- y las aristas de la espiga rozaban el brazo pudiendo provocar irritación. Aún así, cuando más se ponía el manguito era cuando entre el cereal había cardos y claro, los pinchos podían clavarse en el brazo. A veces también se ponían los dos manguitos, sobre todo al formar y atar el haz, y si había cardos. No sé si he aclarado suficientemente la misión del manguito del segador, si no es así, usted amable lector nos lo hace saber y podemos ampliar el comentario. Y ahora, según el segador…

MANGUITO.- protector de lona o cuero que el segador se ponía, sobre el brazo derecho, para evitar el roce con las aristas de la espiga, o los pinchos de los cardos. A veces se ponían los dos manguitos, sobre todo al formar y atar el haz, y casi obligatoriamente cuando entre el cereal había cardos.

Como último comentario quiero añadir que no me tocó segar mucho –enseguida llegó la máquina segadora-agavilladora- pero si segué, y vi segar, lo suficiente para hacer este comentario o ampliarlo si fuera necesario.

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