A capón: Disparar
sin tener tiempo de utilizar el punto de mira.
Esto se encuentra escrito en la página 35 del Diccionario de
Expresiones populares en la Narrativa de Miguel Delibes.
Uno ya empieza a cansarse y
siente ganas de abandonar, pero, claro, abres el diccionario en sus primeras
páginas y encuentras lo que más arriba hemos tecleado y dices: si lo dejo así,
dirá aquél que sea cazador o conozca un poco este mundo ¿es que nadie se ha
dado cuenta? Y yo digo ¡joder! es verdad lo que puede pensar el lector ¿nadie
se ha dado cuenta de lo que dicen en este diccionario? ¿Desde cuándo saltar la
pieza a capón se traduce en un disparo tan difícil que ni siquiera tiene el
cazador tiempo de utilizar el punto de mira? Veamos lo que dice Delibes:
“(…) Hay que considerar que la perdiz es capaz de volar a una velocidad de
cien kilómetro a la hora y si a eso le añadimos los ochenta o noventa del
huracán, se comprenderá que la patirroja que levanta a diez metros
–sigilosamente, además, acallada por los bramidos del viento- puede interponer
en poco más de un segundo sesenta entre ella y los tubos de la escopeta. El
tiro, aun arrancando a capón, exige una celeridad de la que no
todos, desgraciadamente, disponemos. (…).
Si leemos con atención, en
seguida nos daremos cuenta que Delibes no nos está hablando de un disparo a
capón, sino de que la pieza (la perdiz) aun arrancando a capón (saliendo fácil) en
un momento, con la fuerza de sus alas y ayudada por el viento, si no te das
prisa en disparar se te alarga. O sea: se necesita rapidez en el disparo porque, de lo contrario, desaparece del campo cubierto por la escopeta.
Resumiendo: es la pieza la que
arranca (sale, levanta el vuelo en este caso) a capón y si, con las
circunstancias especiales del día, el disparo no es rápido, se nos va a criar. O
sea: a capón (a huevo) sale la perdiz y el disparo debe ser rápido. Si no lo
haces así habría que darle, al cazador, un capón con los nudillos bien
apretados. Y otro a mí quizás por no saber explicarlo.
Quiero añadir -porque me brinda
la oportunidad el DEPNMD en la misma página 35- que Delibes en el “El último
coto” página 70, nos deja más claro a todos lo que es “a capón”. Dice:
Los pájaros, juntos, en pares, o separados, arrancaban por todas partes,
sin malicia, blandos, a capón (a
huevo, decíamos casi todas veces; lo cual no es dispararle al huevo).
SI USTED NO ESTÁ DE ACUERDO,
PODEMOS SEGUIR DISCUTIENDO LA JUGADA.
Claro, Gaude, es equivalente a "a huevo". Creo que lo sabe cualquier cazador, y casi todos los hablantes rurales. Uno se puede equivocar en una glosa difícil, pero lo de las publicaciones, a bombo y platillo, del "experto" no hay Dios que lo entienda. Abrazos.
ResponderEliminarA veces me pregunto ¿será ignorancia? Pero después, viendo el currículo del autor llego a pensar -quizás equivocadamente- ¿será desprecio hacia la inteligencia del otro?
Eliminar